CCOO pide a grupos y Gobierno que consensúen la política lingüística
CCOO ha pedido a los grupos parlamentarios y al Gobierno de Navarra que consensúen la política lingüística y, tras anunciar[…]
CCOO ha pedido a los grupos parlamentarios y al Gobierno de Navarra que consensúen la política lingüística y, tras anunciar que no acudirá a la manifestación convocada para el 2 de junio, ha instado a evitar el enfrentamiento y la polarización en torno a esta cuestión.
Para el sindicato es "importante tener en cuenta que el euskera es uno de los elementos más sentidos y queridos por buena parte de la ciudadanía navarra, es un patrimonio cultural importante que merece ser respetado".
En un comunicado sostiene que es central reconocer que el castellano y el euskera son lenguas de Navarra, pese a que históricamente "desde diversas posiciones se ha despreciado esta realidad".
"Es momento de fomentar otra forma de abordar estos asuntos", señala, para a continuación emplazar a generar los consensos más amplios posibles y apelar a la responsabilidad del Gobierno "para evitar una posible fractura social".
En esa línea apunta que es misión del gobierno hacer políticas que vayan en la dirección de "seducir y conquistar y no al contrario, en el rechazo o el abuso".
Para fomentar el uso del euskera y su normalización "somos más favorables a los estímulos positivos en lugar de la imposición", opina el sindicato que añade que "rebajar el enfrentamiento hará que cualquier cambio sea duradero y sea percibido por la mayoría de la sociedad como algo positivo y natural".
Considera que hay que facilitar cauces de uso del euskera, de forma voluntaria, que atienda a la realidad social y de forma progresiva, así como que hay que corregir algunas de las cuestiones de la política lingüística de gobiernos anteriores, que supusieron un trato negativo hacia el euskera y una excesiva judicialización.
Pero eso, remarca, "no puede justificar algunas medidas concretas que se están tomando, por ejemplo en el acceso al empleo público".
En este sentido muestra su preocupación por la valoración que se hace del euskera en el acceso al empleo público y al respecto subraya que los perfiles asignados a los puestos de trabajo de las administraciones deben responder a las funciones comunicativas y que garantizar que la administración atienda en euskera a toda persona que lo desee "no quiere decir, en absoluto, que todos los empleados públicos deban ser vascoparlantes".
Defiende que se hagan "itinerarios bilingües, para asegurar una atención correcta en euskera, siempre unido a su uso real" y por una baremación "razonable, nunca tratarlo como único mérito" y aboga por evitar "la discrecionalidad" y por potenciar la formación en euskera del personal público que lo desee.
En paralelo, plantea realizar un estudio de las personas que actualmente saben euskera dentro de la Administración con el objetivo último de dar un mejor servicio público a la ciudadanía que desee relacionarse en euskera con la Administración.
Tras reiterar su apoyo a la modificación de la ley del Vascuence para permitir que en toda Navarra se pudiera estudiar en el modelo D público, remarca que cualquier cambio que se plante debería contar con una mayoría cualificada, que trascienda del cuatripartito y que sea transversal.
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