Los bancos aprietan las comisiones hasta los 174€/año (+25%). ¿Cómo pagar menos?

La estrategia iniciada por los bancos en 2019, basada en aumentar las comisiones para mejorar sus márgenes, les ha funcionado.

Las comisiones ya suponen el 40,40 por ciento de los ingresos brutos de los bancos, según datos del Banco de España, con unos ingresos que en 2021 rozaron los 11.000 millones de euros.

Y siguen creciendo.

La Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) estima que la comisión media de la banca por cuenta corriente y tarjeta ha subido en el primer semestre del año un 24,14 por ciento, hasta alcanzar los 174 euros anuales, frente a los 140,16 euros del ejercicio anterior.

Pero no es la única. El coste medio por el mantenimiento de cuentas también ha aumentado, ha pasado de 110 euros de media en 2021 a 141,30 euros este año.

Las tarjetas de débito han subido hasta alcanzar una media de 32,73 euros anuales, 2,56 euros más que los 30,17 euros de 2021.

Cuentas sin comisiones

Estas subidas hacen que encontrar cuentas corrientes sin comisiones por servicios de mantenimiento, de administración, de transferencias o por tarjetas de crédito y débito sea cada vez más difícil.

Aunque las hay. Entre ellas Estefanía González, directora de contenidos del comparador Kelisto, destaca las de Banco Sabadell, MyInvestor, EVO Banco, ABANCA, Unicaja Imagin, Openbank y Cajamar.

En los casos en que el ahorrador opte por una cuenta con comisiones, una forma de librarse de las de mantenimiento es cumplir con los requisitos de vinculación que exija el banco, como domiciliar la nómina o recibos, contratar seguros o hacer una compra mínima con tarjeta.

Operar online o con cajeros para eludir el coste por transferencias

Respecto a las comisiones por transferencias, los traspasos entre cuentas de un mismo banco suelen ser gratuitos.

Tampoco las transferencias a otras entidades nacionales o internacionales dentro de la zona SEPA suelen tener coste siempre que sean menores de 50.000 euros.

Al contrario ocurre con las transferencias internacionales fuera de la zona del euro o las que superen los 50.000 euros que siempre tienen comisiones.

El coste se aplica cargando un tanto por ciento sobre el importe transferido, con un mínimo a pagar de forma obligatoria que puede superar los 20 euros.

Para evitarlas o pagar menos por ellas, se pueden enviar a través de la banca online o de cajeros y si superan los 50.000 euros se puede dividir el importe en varias transferencias.

La comisión de administración es la más fácil de eludir.

El banco la cobra por cada movimiento que se registra en la cuenta y suele costar entre 0,40 y 0,60 euros por operación. Pero los que cumplen los requisitos para no pagar la comisión de mantenimiento tampoco tienen que afrontarla.

Comisión por tarjetas

Por lo que respecta al mantenimiento de tarjetas, se paga una comisión de emisión en el momento de solicitar la tarjeta y luego otra de mantenimiento anual. No obstante, hay muchos bancos que entregan una tarjeta gratuita a sus clientes, generalmente de débito.

Sortear esta comisión no es complicado. Hay bancos que si se cumplen los requisitos de la cuenta no cobran comisiones por la tarjeta asociada. En otros, hay que hacer un gasto mínimo con la tarjeta o usarla determinadas veces para que sea gratis.

Comisiones inevitables

Hay comisiones que los clientes bancarios no pueden evitar y entre ellas destacan las cobradas por transferencia inmediata y las comisiones por descubierto.

Respecto a las primeras pueden tener un coste que varía de unos céntimos hasta los diez euros por operación y "pueden variar, incluso, entre cuentas del mismo banco", señala González.

Para librarse de ellas la opción es "no pagar este servicio y utilizar medios como Bizum, que prácticamente está disponible en todas las entidades del país y no tiene ningún coste", recomienda la experta.

También hay que afrontar las comisiones por descubiertos que cobran la práctica totalidad de los bancos sin tener en cuenta la vinculación que tenga el cliente con la entidad.

Una forma de soslayarlas es abonar la deuda a tiempo para impedir que el banco la reclame, ya que el cobro de esta comisión no es inmediato.

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