Bizum y la Renta 2022: Wallapop, alquileres y autónomos se declaran. ¿Qué cobros no?

Proliferan los artículos en Internet que advierten de que los envíos de dinero a través de la herramienta de pagos Bizum deben incluirse en la declaración de la renta si el declarante no quiere exponerse a una multa del fisco.  

Sin embargo, no todos los pagos que se realizan con Bizum están sujetos al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que el 11 de abril inicia su campaña anual.  

De hecho, los envíos de dinero que se realizan entre amigos y familiares para dividir el precio de una cena, de un cine o de un viaje (los más habituales) no cuentan a efectos de este impuesto. 

“Bizum no afecta a la mayoría de los ciudadanos porque se suele utilizar para realizar transacciones entre particulares. Y compensarse gastos comunes no genera ninguna renta”, explica al respecto José María Mollinedo, secretario general de Gestha (el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda). 

Y es que Bizum no es más que una aplicación bancaria para hacer pequeñas transferencias de dinero y, a efectos del IRPF, lo que importa no es el medio por el que recibamos el dinero, sino su naturaleza.  

“Bizum es una herramienta de pagos y, en sí misma, no hay que declarar nada por pagar o cobrar por Bizum. Lo que hay que declarar es si esos pagos constituyen una renta sujeta al impuesto”, especifica Mollinedo. 

Es necesario, por tanto, que esos ingresos realizados a través de Bizum supongan una renta del declarante para que deban ser introducidos en el IRPF. 

¿Y qué conceptos entran dentro de la definición de renta del fisco? 

La Agencia Tributaria lo explica en su página web: “Los rendimientos del trabajo y actividades económicas (sueldos, salarios y otro tipo de rendimientos, como los de los profesionales independientes), los rendimientos del capital (intereses de cuentas bancarias, dividendos de acciones....) y las ganancias y pérdidas patrimoniales". 

Autónomos que reciben pagos a través de Bizum sí tienen que declararlos 

Bizum no suele utilizarse para el cobro de salarios, dividendos o intereses de una cuenta bancaria pero sí hay autónomos que reciben pagos a través de esta herramienta, que también puede ser empleada para cobrar el alquiler de un garaje o la venta de un artículo de segunda mano a través de Wallapop, por poner tres ejemplos.  

En todos esos casos sí habría que incluir las cantidades abonadas por Bizum en la declaración, pues sí constituyen una renta. 

En el caso de un autónomo, el cobro por Bizum se correspondería con la renta derivada de una actividad económica.  

Por tanto, el declarante debería sumar esos ingresos, restarles los gastos derivados de esa actividad económica y llevar el resultado a la declaración de la renta, donde sería preciso añadirlos al conjunto de ingresos de esa persona a efectos de tributación. 

El pago del alquiler de un garaje a través de Bizum sí tributa 

En el caso del pago del alquiler de un garaje, se trata de una renta de capital inmobiliario.  

En ese supuesto, hay que descontar del total los gastos que no se repercutan al inquilino (como el pago del impuesto de bienes inmuebles, las cuotas de comunidad del edificio u otras facturas como la pintura de las paredes o un anuncio en la prensa).  

“La diferencia entre los ingresos y esos gastos va a determinar una renta inmobiliaria que tiene que declararse en el IRPF y que se suma al conjunto de las rentas ordinarias”, relata Mollinedo.  

Tal y como ocurre en el caso de los ingresos de los autómos, esas rentas se suman a la base imponible y tributan según las circunstancias personales y familiares del declarante, así como su nivel de ingresos. 

Los pagos con Bizum de artículos de segunda mano también tributan en el IRPF 

Finalmente, otro ejemplo de pagos con Bizum que sí tributan en la declaración de la renta es la venta de artículos de segunda mano. 

“Las ventas en Wallapop constituyen una renta aunque sea algo esporádico”, apunta Mollinedo. 

A la hora de determinar la cuantía sujeta a tributación hay que valorar si se ha obtenido una ganancia o pérdida patrimonial por esa venta. Solo si se ha producido una ganancia, hay que tenerlo en cuenta.

Para ello, hay que restar al precio de compra la depreciación que ha vivido el artículo hasta el momento de la venta y que varía en función del tipo de objeto que se venda. 

Tras determinar si existe esa ganancia patrimonial, se suma al resto de rentas del capital, que se liquidan en el capítulo del ahorro.  

“Hasta los primeros 6.000 euros de ganancia patrimonial, el tipo de tributación es del 19 por ciento”, informa Mollinedo.  

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