El asesor financiero es esencial en el actual escenario económico
El contexto internacional y las inquietudes financieras de las familias han reafirmado el valor social de la profesión de asesor financiero
Le llaman la tormenta perfecta. Es esa combinación inusual de acontecimientos que parecen agravar una situación. Algo que podría encajar con lo que hemos vivido estos últimos tiempos. Una pandemia mundial, ya de por sí insólita, una inflación histórica, una crisis energética combinada con otras de materias primas y de transporte de mercancías.
Este escenario volátil es el caldo de cultivo que provoca una mayor incertidumbre y contención en el inversor, que ve que lo impensable sucede.
Todo ello confirma una tendencia de los últimos años consistente en que cada vez hay más preocupación de los ahorradores por tener un colchón ante imprevistos y por planificar el futuro. De ahí, el aumento de la demanda de profesionales como los asesores financieros.
Los millennials, preocupados por sus finanzas
El Covid-19 ha incrementado el interés de las familias por adquirir más cultura financiera y organizar sus finanzas personales. Así lo aseguran tres de cada cuatro profesionales del asesoramiento financiero en una encuesta elaborada por EFPA España (Asociación Europea de Asesoría y Planificación Financiera en España).
De hecho, en otro estudio realizado por MFS Investment Management, el 45 por ciento de los inversores millennials españoles -unos 11 millones- ha mostrado interés por el asesoramiento financiero en el último año. Este colectivo está cada vez más preocupado por la jubilación y, prácticamente, siete de cada diez afirman que les gustaría adquirir más conocimientos en finanzas.
La Edad de Oro del asesoramiento
La tendencia del sector en los últimos años, el contexto internacional y las inquietudes financieras de las familias han reafirmado el valor social de la profesión de asesor financiero, lo que confirma que hemos entrado en la Edad de Oro del asesoramiento financiero.
Esta actividad en auge en el sector, ya la desarrollan desde hace décadas con éxito en Banco Mediolanum a través de la figura de los Family Bankers, nombre con el que se conoce a los asesores financieros personalizados de la entidad.
La tecnología al servicio de la relación asesor-cliente
Hoy las herramientas digitales son esenciales para facilitar el día a día del cliente y un apoyo clave en la relación con su asesor financiero.
En este sentido, Banco Mediolanum combina lo que llama high tech, high touch. La innovación tecnológica complementa la función del Family Banker, que sigue siendo el canal principal de relación con los ahorradores.
Mucho futuro por delante
Hemos visto que las exigencias y demandas por el ahorrador del siglo XXI son cada vez mayores. Algo que refuerza y posiciona la figura del asesor al lado de cada cliente, también en el futuro.
Un profesional formado que conoce las necesidades y metas de sus clientes y que realiza un seguimiento continuo de sus finanzas porque las circunstancias pueden variar a lo largo de la vida.
En definitiva, una actividad que va a más y va a seguir demandando la incorporación de nuevos profesionales. El presente es alentador pero lo mejor está por llegar.