El euríbor de julio prolongará el reinado de las hipotecas gratis
El euríbor de julio vuelve a niveles del 0,25% y beneficia a los hipotecados con diferenciales en torno a esa cifra
El euríbor, el índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas, acelera las caídas y marca mínimos de tres meses en tasa diaria al situarse en el -0,28%.
La tasa mensual se sitúa en el -0,255%, la más baja desde marzo, cuando se cerró el mes en el -0,266%. Esto hace que las hipotecas, con diferenciales en torno al 0,25% que se vendieron justo antes de que estallara la crisis inmobiliaria, sigan sin pagar intereses en sus créditos hipotecarios.
Precisamente fue hace un año, julio de 2019, cuando el euríbor rebasó por primera vez ese nivel al cerrar en el -0,283% y hacía que las hipotecas que se revisaran en septiembre, aplicando el euríbor de julio y con diferenciales de entre el 0,18% y el 0,25% dejaran de pagar intereses.
De esta manera, estos hipotecados se beneficiarán de otros año más sin pagar intereses, puesto que desde que el euríbor alcanzó este nivel, se movió en niveles por debajo del límite del 0,25%, salvo en los meses de abril, mayo y junio de este año.
De hecho, la hipoteca más barata que se comercializó en España lo hizo Deutsche Bank, con un diferencial del 0,18%, mientras que otras entidades, especialmente las antiguas cajas de ahorro, como Caja Madrid o BBK, comercializaron créditos destinados a jóvenes con diferenciales en torno al 0,25%.
Sistema francés de amortización
Aún así, ante este panorama, amortizar hipoteca supone una operación muy ventajosa, ya que permitía ir reduciendo capital en su totalidad, con lo cual sirve de cobertura a una posible subida del diferencial, ya que el sistema de amortización de las hipotecas se basa en el francés, donde se paga al principio muchos más intereses que capital y la situación se va invirtiendo a medida que avanza la vida de la hipoteca.
De esta manera, si los intereses se reducen a niveles testimoniales, cuando subiera el euríbor ya se habrían amortizado, pagando más capital y las cuotas apenas sufrirían grandes subidas.
El papel del BCE
Precisamente fue la elección de Christine Lagarde al frente del Banco Central Europeo (BCE) la noticia que dio alas al euribor a la baja puesto que había defendido en varias ocasiones las bondades de los tipos negativos.
A esto se unió las declaraciones del anterior presidente del BCE, Mario Draghi, anticipando nuevas medidas en la reunión de septiembre de 2019. Aunque finalmente lo que se aprobó fue el tiering y nuevas compras hasta final de año.
Con todo, el euríbor siguió bajando y moviéndose en niveles del -0,25%, niveles que se mantuvieron a principios de año y se aceleraron en marzo, con el estallido de la pandemia de coronavirus y el sentimiento del mercado de que el BCE debería llevar a cabo medidas expansivas, como una posible rebaja del precio del dinero siguiendo la estela de la Reserva Federal de los Estados Unidos.
Finalmente el organismo optó por mejorar las condiciones de financiación de los bancos.
El hecho de que el BCE no adoptara esas medidas provocó cierta decepción en el mercado que hizo que el euríbor subiera como consecuencia de estas barras de liquidez mucho más baratas y cierta tensión en el interbancario.
La reunión de junio, clave para la caída del euríbor
El pasado 4 de junio, el BCE recargó su programa de compras con 600.000 millones de euros, en la parte alta de las estimaciones y amplió su programa hasta junio de 2021.
Aunque el consenso del mercado señala que el organismo podría volver a recargarlo en diciembre, con otros 500.000 millones de euros para apuntalar la recuperación de la eurozona.
El euríbor seguirá en negativo
¿Cómo se comportará el euríbor a partir de ahora? Es la pregunta que acecha a los hipotecados y la respuesta es que pueden seguir tranquilos. Las previsiones para el euríbor para 2020 es que se mueva en torno al -0,20%, nivel en el que ya está, convirtiendo las subidas de los meses precedentes en un pequeño susto.
Para 2021, el euríbor permanecerá sin cambios y cerrará en el -0,22% y remontará algo, pero apenas unas décimas, para acabar 2022 en el -0,18%.
Y es que las estimaciones señala que los tipos de interés permanecerán sin cambios en el 0% todo 2022 y, a partir de esa fecha, el BCE podría empezar la normalización, aunque de manera muy tímida.