El euríbor iniciará la senda alcista en 2022
El euríbor comenzará a subir de manera constante a partir de 2022, coincidiendo con el fin del PEPP
El euríbor, el índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas, comenzará a subir a partir de 2022. El punto de inflexión para el indicador será el tapering que anuncie ya el Banco Central Europeo (BCE) en diciembre y el final del PEPP (el programa de compras pandémico) previsto para marzo de 2022.
Estos dos hechos junto a la mejora económica y las perspectivas de que el BCE no necesitará tomar más medidas expansivas (a tenor de cómo está evolucionando la inflación) favorecerá una suave, pero constante escalada del euríbor.
El euríbor cotizará en negativo todo 2023
Aunque los derivados europeos prevén una subida de tipos de 10 puntos a finales de 2022, el planning del BCE es hacerlo 12 meses más tarde. De esta manera, el euríbor cerraría 2023 en el -0,18 por ciento, todavía en negativo, pero un nivel más alto de la anterior previsión (-0,23 por ciento).
De cerrar así, el euríbor habrá cumplido diez años en negativo, ya que empezó a cotizar por debajo del 0 por ciento en febrero de 2013, un mes antes de que el BCE colocara el precio del dinero en ese nivel.
La vuelta al terreno positivo todavía tardará, ya que la banca espera que siga en negativo varios años más.
Los datos macro confirman la recuperación
Los vacunados con pauta completa alcanzan ya el 61 por ciento de la población total europea y "hemos vuelto a ver crecimiento económico a partir del segundo trimestre de este 2021 en la práctica totalidad de las principales economías europeas", indican desde Bankinter .
Además, las vacunaciones masivas coinciden con los primeros desembolsos del Fondo de Recuperación Europeo (750.000 millones de euros) de los cuáles ya se han distribuido 50.000 millones de euros a un total de nueve países.
En este escenario, todas las principales instituciones (FMI, OCDE, BCE) están revisando al alza sus estimaciones de crecimiento de PIB en la Eurozona para los próximos años.
En cuanto a la inflación por el momento se considera que es transitoria, si bien se convierte en unfactor de incertidumbre a monitorizar.
El primer paso, la facilidad de depósito
Los analistas no esperan cambios en los tipos de interés oficiales (tipo de intervención 0 por ciento, tipo de depósito -0,5 por ciento)durante, al menos lo que queda de 2021 y el 2022, aunque sí que dejan la puerta abierta para que esta última suba 10 puntos básicos hasta el -0,40 por ciento.
Sería el primer paso que adelantaría la normalización monetaria del BCE, que iría por detrás de la Reserva Federal (que subirá tipos en 2022) y del Banco de Inglaterra.
Las actas del BCE se muestran prudentes
Las actas del BCE mostraron a un organismo todavía muy prudente, que quiere evitar a toca costa un error de cálculo. Para ello no adelantará la salida de la política acomodaticia hasta que lo tenga claro.
De hecho, está estudiando un programa de compras cuando finalice el PEPP para evitar que los diferenciales de los países más endeudados se disparen, como pasó al comienzo de la crisis provocada por el coronavirus.
El BCE volvió a insistir que ve un aumento de la inflación en el corto plazo y espera que a medio plazo se sitúe por debajo de su objetivo simétrico del 2 por ciento.
Y reiteró que reducirá el ritmo de compras de bonos del Programa de Emergencia (PEPP) en el cuarto trimestre de 2021 pero sin dar indicaciones de cuánto.
Mantiene el importe total del programa (1,85 billones de euros) y la duración hasta marzo 2022 (al menos).
El programa de Compras APP (vigente desde 2014) continúa intacto (20.000 millones de euros). "El BCE está cómodo con la política actual, aboga por la flexibilidad y resta importancia al repunte de la inflación", señalan desde Bankinter.