La banca mete presión con las comisiones por retirar dinero de ventanilla

Las entidades comienzan a aplicar estos cargos por un servicio que ya se incluye en la comisión de mantenimiento de la cuenta

La banca acaba de cruzar la última frontera en comisiones al cliente: cargar las retiradas del dinero en ventanilla, aunque sea porque el usuario de la entidad bancaria lo solicite después de haber realizado otras operaciones en caja.

BBVA, Santander y CaixaBank (esta última con excepciones) son las entidades que comienzan a aplicar estos cargos a sus clientes bancarios.

Y esto deja la puerta abierta para que otras entidades comiencen a seguir la misma senda. 

El Banco de España da cierta libertad a la banca a la hora de cobrar comisiones con excepciones

En el caso de BBVA el cargo es de dos euros. Santander es la entidad con la comisión más alta que aplica por este servicio con 3,5 euros o el 4,5% de la cantidad retirada, mientras que CaixaBank permite cinco retiradas gratuitas en el mes antes de comenzar a cobrarlo. 

Lo curioso es que estas operaciones de servicio eran totalmente gratuitas hasta hace unas pocas semanas. 

¿Es posible que te puedan cobrar?

Con la entrada en vigor de estas comisiones (el 1 de enero las empezará a aplicar BBVA) surge la duda si las entidades financieras pueden cobrarte por ello.

Según el Banco de España, las comisiones que aplican la banca son libres. Los bancos podrán cobrar lo que libremente decidan excepto en aquellos casos en los que el importe de las comisiones estén limitados por una norma, como en la cancelación anticipada de una hipoteca o de un crédito al consumo.

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Entonces, ¿dónde radica el problema? Es que el servicio de caja está englobado dentro de la operativa de mantenimiento de una cuenta. 

Y, la mayoría de las entidades, ya cobra una comisión de mantenimiento salvo que el cliente bancario cumpla una serie de condiciones relacionadas con la vinculación impuesta por la propia entidad financiera para evitarlo.

Así, de nuevo el Banco de España establece que “la comisión de mantenimiento de cuenta remunera el servicio de caja básico que, en la mayor parte de las entidades, incluye los ingresos y reintegros en efectivo o disposiciones mediante cheque, adeudos e ingresos que se derivan de las liquidaciones periódicas de la propia cuenta y la entrega de los medios de disponibilidad habitual del depósito (talonarios de cheques o libretas), así como otros servicios o apuntes, tales como la custodia del dinero, el  mantenimiento de los registros necesarios para el funcionamiento del depósito o el derecho a ordenar cargos y abonos en cuenta”.

Por lo tanto, de acuerdo con lo explicado por el regulador, se trataría de una doble comisión que podría provocar una queja al defensor del cliente.

Otro problema es que la aplicación de esta comisión perjudica a los clientes menos digitalizados, que utilizan más el servicio de ventanilla.

Las comisiones revelan el mal momento que atraviesa la banca 

En los últimos años, las entidades financieras apostaron por un incremento de las comisiones como consecuencia de los bajos tipos de interés. 

La debilidad del negocio bancario les obligó a incrementar los cargos y empezar a cobrar servicios que antes eran gratuitos. 

El objetivo era incrementar el margen de intereses para paliar la caída del beneficio provocado por los menores márgenes obtenidos por el negocio bancario tradicional.

El cobro de comisiones es una vía de compensar la caída de ingresos por parte de la banca 

Sin embargo, ahora optan por elevar los requisitos. “Los bancos quieren clientes rentables. Este año varias entidades han endurecido las condiciones de sus cuentas para no pagar comisiones” explica Javier Mezcua, experto de finanzas de HelpMyCash, “lo que ha perjudicado especialmente a los clientes menos vinculados, que ahora tienen que cumplir requisitos más exigentes para operar a coste cero o asumir comisiones más altas si no pueden cumplir todas las condiciones que les impone su banco”.

Por poner un ejemplo, Banco Santander anunció que este 5 de noviembre lanzará Santander One. Una vez entre en vigor su nueva política comercial, los clientes que no cumplan sus requisitos tendrán que abonar también hasta 240 euros al año por la cuenta y los servicios básicos. 

Y, en este caso, convertirse en un cliente vinculado y estar exento de pagar comisiones será más difícil, ya que el Santander requerirá domiciliar una nómina o una pensión, tres recibos y contratar un producto extra de inversión, financiación o protección (seguros).

Para Estefanía González, reponsable de finanzas de Kelisto, el objetivo es doble. “Aumentar sus ingresos gracias a que los clientes menos fieles pagan más y, al mismo tiempo, consiguen una mayor “atadura” por parte de los clientes fieles, lo que reduce las posibilidades de que estos clientes decidan cambiar de banco”.

Todavía hay mecanismos para evitarlas

Una de ellas es apelar al Banco de España. En el caso de cuentas vinculadas, aquellas abiertas para realizar los pagos de un préstamo, como la hipoteca, o recibir los intereses de un depósito, si se contrataron antes de 2012 no se podrían cobrar comisiones.

Además, se podrían atender otros pagos y domiciliaciones relacionadas con el préstamo o depósito, como por ejemplo, seguros vinculados a hipoteca, sin que se nos cobre la comisión.

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