La inflación premia al hipotecado a tipo fijo

La inflación provoca que hipotecarse a tipo fijo se convierta en una buena operación financiera

En tiempos de una inflación elevada (disparada como la actual), contratar una hipoteca (y más a los tipos de interés tan bajos como los actuales) puede dar como resultado un buen resultado financiero.

"Tener los tipos de interés en mínimos, como continúan actualmente, supone que los intereses reales (interés nominal menos inflación) sean ‘negativos’", asevera Antonio Gallardo, experto financiero de iAhorro. Además, lo son en unas proporciones nunca vistas en las últimas décadas. Esto hace que sea muy rentable pedir un préstamo por que estamos ante una anomalía muy importante, ya que lo normal es que con inflación tan elevada los bancos centrales suban tipos.

Como recuerda Estefanía González, “la vivienda es una opción de inversión que, según datos del Banco de España reporta una rentabilidad del 7 por ciento (y del 3,7 por ciento si se destina la vivienda al alquiler)”.

Estas rentabilidades están muy por encima de lo que se puede lograr actualmente con los productos más conservadores como pueden ser depósitos y cuentas.

El escenario actual combina unos precios batiendo récord de tres décadas al situarse en el 6,7 por ciento, pero donde se pueden lograr hipotecas a tipo fijo desde el 1 por ciento a 30 años (muy a largo plazo), lo que supone que, mientras que los precios suben, el coste total de la hipoteca permanece estable.

Esta inflación puede tener un impacto también en los salarios. Una inflación elevada y persistente en el tiempo puede tener un efecto de segunda ronda en los salarios (como advirtió el BCE), es decir, que terminen subiendo, aunque lo hagan a menor ritmo que el IPC. Al final de la vida hipotecaria, el cliente hipotecario tendrá un salario más elevado por este impacto de los precios. En cambio, con las hipotecas a tipo fijo, la cuota permanecerá intacta.  

Con la inflación elevada, mejor hipoteca a tipo fijo

 Es cierto que el euríbor sigue en mínimos, “y se prevé que siga así en los próximos meses, por lo que el tipo variable podría ser tentador”, reconoce González.

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Sin embargo, de continuar con estos niveles de inflación, el Banco Central Europeo (BCE) podría plantearse a medio plazo un movimiento al alza en los tipos de interés, aunque no fuera muy pronunciado.

Por tanto, las constantes bajadas en las hipotecas variables ya no serían algo habitual y eso les restaría atractivo. En ese sentido, las hipotecas a tipo fijo serían la mejor opción, ya que permanecerán estables a pesar del alza del precio del dinero.

Además, el momento actual las hace propicias. Hay entidades, como Kutxabank o Liberbank, que ofrecen créditos hipotecarios a sus clientes con mejor perfil financiero con un tipo de interés del 0,85 por ciento, casi 5 puntos menos que el dato de inflación en España del mes de diciembre.

El resto de bancos se mueven entre el 1,15 por ciento y el 1,45 por ciento en sus hipotecas a largo plazo, también lejos del nivel marcado por el IPC.

Mejor no amortizar hipoteca

Amortizar o esperar. Esta duda puede asaltar al ya hipotecado. Si ya tenemos una hipoteca (variable) y estamos pensando en amortizar anticipadamente, quizá merezca la pena esperar un poco más por si los tipos subieran en el medio plazo. De esa forma, el ahorro sería mayor.

Una situación muy distinta sería si el hipotecado todavía tiene derecho a deducción por amortización de hipoteca. Aquellos hipotecados antes de 2013, y que se encuentren en el régimen transitorio, tienen opciones de amortizar hasta 9.040 euros de máximo para deducirse el 15 por ciento en la próxima declaración de la renta.

Otra opción sería destinar el dinero previsto para la amortización a un fondo de inversión o ETF. Esta operación siempre se realizará cuando los créditos hipotecarios estén en tipos mínimos. Lo que se pretende con esta operación es obtener un mayor rendimiento del que se puede lograr amortizando. De media el hipotecado se ahorrará con el euríbor actual 0,83 euros en sus cuotas y el anual de 9,96 euros, según datos de iAhorro.

En cambio, en el mercado español hay fondos que han acabado el año con rentabilidades de doble dígito, como puede ser el Alcalá Multigestión Oricalco, que cerró 2021 con una rentabilidad cercana al cien por cien. El objetivo sería siempre, en cualquier caso, depositar el ahorro en productos que batieran la inflación.

Si se quiere rizar el rizo

Para inversores que estén dispuestos a asumir un mayor riesgo y en hipotecas vinculadas, una opción que tendría el futuro hipotecado sería solicitar una cantidad superior al importe necesario para adquirir la vivienda y colocar ese exceso en un producto que tenga una buena rentabilidad.

De esta manera, los intereses se irían pagando vía fondo de inversión. Eso sí, nunca superando el 80 por ciento del valor de tasación de la vivienda.

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