La reforma de las pensiones, un tema que inquieta a los japoneses

El futuro de las pensiones en Japón es un viejo quebradero de cabeza para el Gobierno de Shinzo Abe, y[…]

El futuro de las pensiones en Japón es un viejo quebradero de cabeza para el Gobierno de Shinzo Abe, y la inquietud de los nipones sobre el asunto se ha disparado en un momento en el que el país encara nuevas elecciones y crecientes desafíos económicos.

El acelerado envejecimiento demográfico de Japón y su enorme endeudamiento público siembran cada vez más dudas sobre la viabilidad del sistema nacional de pensiones, aunque el Ejecutivo de Abe aparca por ahora todo debate sobre la necesidad de reformas.

El asunto ha estallado al salir a la luz un polémico informe encargado por el propio Gobierno que pone de relieve lo insostenible de la situación, y que ha desencadenado una oleada de indignación popular a unas semanas de que se celebren elecciones parciales a la Cámara Alta del Parlamento nipón, el próximo 21 de julio.

El documento, elaborado por la Agencia de Servicios Financieros, indica que un matrimonio de sexagenarios que se jubile en los próximos años necesitaría unos ahorros personales de 20 millones de yenes (unos 164.000 euros) como complemento a sus pensiones públicas para poder mantenerse en caso de alcanzar los 95 años.

Ante el aluvión de reacciones negativas de los japoneses y las críticas de la oposición y de las mismas filas del gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD), el Ejecutivo optó por descartar el informe, inicialmente destinado a fomentar el ahorro particular de cara a la jubilación.

Ya a mediados de mes, unas 2.000 personas marcharon por las calles de Tokio bajo el lema "¡Devolvednos nuestras pensiones!", en una concentración convocada de forma espontánea por ciudadanos a través de las redes sociales, donde ya se llama a repetir estas manifestaciones en fechas próximas.

El primer ministro, Shinzo Abe, afirmó que el informe era "erróneo" y dijo que el Gobierno estaba haciendo lo posible por reformar el sistema de pensiones para garantizar su sostenibilidad, al ser cuestionado sobre el tema en un debate parlamentario.

Actualmente la edad legal de jubilación en Japón es de 65 años y la pensión media asciende a 150.000 yenes (1.233 euros). Además, cerca del 20 % de los japoneses mayores de 65 años está en situación de pobreza relativa, una de las proporciones más altas entre países desarrollados, según datos de la OCDE.

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El país asiático cuenta asimismo con la mayor tasa de dependencia del planeta -la proporción entre la población activa y la dependiente-, actualmente de 1,8 personas en edad laboral por cada jubilado, según un reciente informe de Naciones Unidas.

Esta situación empeorará previsiblemente dadas la baja natalidad y la elevada esperanza de vida en Japón, donde se espera que para 2060 el 40 % de la población sea mayor de 65 años.

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