La subida de las comisiones bancarias indigna a los clientes
La nueva política de aumento de comisiones ha provocado una aluvión de quejas al Banco de España
2020 no fue un buen año para la banca como consecuencia de la crisis provocada por el coronavirus. La aparición del virus golpeó el negocio bancario, ya muy maltrecho, por casi cinco años de tipos de interés en el 0%.
Así, un menor negocio bancario y una rentabilidad de su margen de interés en mínimos, provocó una tormenta perfecta. Las entidades financieras optaron, nuevamente, por subir comisiones en los servicios que prestan para capearla.
Pero esto provocó también el malestar de los clientes bancarios, que vieron como los productos que habían contratado hasta la fecha, como cuentas remuneradas y de ahorro, empezaban a tener comisiones que antes no se les aplicaban. Incluso los cargos a los clientes llegaron a la retirada del dinero en efectivo en ventanilla.
Así, de acuerdo con los datos provisionales del Banco de España, el organismo recibió el año pasado 21.337 reclamaciones, un 45,8% más que las 14.638 recibidas en 2019.
Tres fueron las partidas que concentraron las quejas de los clientes bancarios. Las hipotecas, que representan el 27% de las consultas, las tarjetas, con el 26% (aunque esto se debió al mayor uso de estos dispositivos de pago como consecuencia del la pandemia que provocó una caída del uso del dinero en efectivo) y de las cuentas y depósitos, que acapararon el 22% de las consultas.
2020, un año de cambio en las condiciones
El pasado ejercicio fue un año marcado por la supresión de las condiciones más ventajosas. Es el caso de Banco Santander, que eliminó las condiciones ventajosas que ofrecía su Cuenta 1 2 3
Así, este producto pasó a denominarse Cuenta Zero 123 y Cuenta 81, que podrían tener comisiones de mantenimiento de 12 euros al es si no se cumplían sus condiciones, como domiciliar una nómina de 600 euros.
De cara a 2021, este producto se sustituyó por la Cuenta One a partir de 2021, donde las comisiones ascienden a 20 euros al mes si no se tiene un producto de financiación o inversión. Es decir, 240 euros al año.
Paralelamente, la entidad que preside Ana Botín decidió desde abril cargar con 3,5 euros por retirar dinero de ventanilla.
Hasta final de 2019 la cuenta en BBVA era gratuita para aquellos clientes que tuvieran una nómina superior a 800 euros o una pensión mínima de 300. A partir de enero, estos clientes empezaron a pagar 100 euros anuales (en lugar de 60) si no se cumplían los requisitos, que incluía tarjetas o domiciliación de recibos.
Además, la entidad carga con 2 euros de comisión por retirar dinero en ventabilla para importes superiores a los 2.500 euros.
Para que la Cuenta Expansión de Banco Sabadell siguiera siendo gratuita, la entidad obligó a sus clientes desde enero a tener domiciliada la nómina y también un contrato de algún seguro o préstamo con la entidad o disponer de al menos 10.000 euros invertidos en algún activo del banco.
Bankia también endureció el año pasado su política de vinculación para sortear los cargos.
Hasta dónde pueden subir las comisiones
La modificación de las condiciones de sus cuentas provocó un aluvión de quejas al Banco de España. Sin embargo, las entidades financieras pueden cambiar, de manera unilateral, estas condiciones siempre y cuando se comuniquen con un plazo de dos meses a su entrada en vigor. Se trata de un cargo por la prestación de un servicio, que en este caso es de mantenimiento o de administración de la cuenta.
Y, por último, en el contrato, siempre que la entidad se guarde esta posibilidad.
No obstante, no se pueden aplicar comisiones en una cuenta que el banco obliga a abrir para contratar un producto de inversión o financiación.
Bancos que no aplican comisiones
Esto no quiere decir que todos los bancos estén modificando su política de comisiones. Actualmente, entre las mejores ofertas bancarias en cuentas la banca ‘online’ acapara la mitad.
Se trata de bancos digitales y neobancos. Estos últimos apuestan por ofrecer cuentas sin comisiones, dejando de lado la remuneración, pero con todos los servicios y operaciones que se podrían llevar a cambo en la banca tradicional, pero sin cobrar nada al cliente bancario.
La otra posibilidad es la que ofrecen algunas entidades como Openbank o MyInvestor, que unen servicios de banca tradicional, pero con cierta remuneración sin cobrar comisiones.
Si bien es cierto, que cierta vinculación con la entidad, vía domiciliación de nómina, abre la puerta a ciertas ventajas como una mayor rentabilidad.