La subida de tipos del BCE premiará a los jubilados apuntados a las rentas vitalicias
La subida de tipos proyectada por el BCE mejorará el interés ofrecido por las rentas vitalicias, que ya cuentan con más de dos millones de asegurados debido a sus ventajas fiscales
Cada vez son más los jubilados que optan por las rentas vitalicias para complementar su pensión pública de jubilación.
El primer trimestre de este año cerró con 2.136.057 asegurados con rentas vitalicias, cuyas provisiones técnicas alcanzaron los 87.058 millones de euros, según datos de la patronal del seguro Unespa.
Son seguros de vida que transforman un capital acumulado en una renta periódica que recibirá el asegurado hasta su fallecimiento.
El procedimiento consiste en que el tomador aporta una prima única y a cambio la aseguradora le abonará unas rentas. Cuanto mayor sea la prima más alta será la rentabilidad que reciba.
Las rentas que generan son periódicas y pueden ser mensuales, trimestrales o anuales. Su cuantía depende del capital aportado y de la rentabilidad del seguro.
Por lo general, invierten en renta fija, por ello sus retornos no son muy elevados debidos a los actuales tipos de interés. Su rentabilidad ronda entre el 1 y el 1,5 por ciento.
No obstante, existe la posibilidad de actualizar el tipo de interés y de que el importe de las rentas se vaya incrementando anualmente en función de un porcentaje definido al firmar el contrato.
La cuantía de la renta se determina mediante técnicas actuariales en las que se tienen en cuenta aspectos como la edad del asegurado, su esperanza de vida o su sexo.
Fiscalidad, uno de los principales atractivos de las rentas vitalicias
Una de las bazas de las rentas vitalicias frente a otros productos financieros destinados a la jubilación es su fiscalidad.
Tributan como rentas del ahorro, al tipo fijo del 19 por ciento para rentas inferiores a 6.000 euros, o al 21 por ciento para rentas del ahorro entre 6.000 y 50.000 euros.
Además, si el ahorrador tiene más de 65 años y vende una vivienda, acciones, fondos de inversión u otros bienes y esa ganancia patrimonial la reinvierte toda o una parte en una renta vitalicia, hasta un importe de 240.000 euros queda exento de tributar.
Para Rafael Villanueva, manager del área de Retirement en WTW España, las rentas vitalicias "son claramente ventajosas". Principalmente para aquellos que llevan ya un tiempo jubilados y quieren asegurar el cobro de un capital que complemente la pensión.
También los analistas de BBVA consideran que "son una muy buena herramienta para complementar la pensión pública de jubilación, dado que tenemos la certeza de que recibiremos rentas mientras vivamos y, además, dosificamos el ahorro, que generalmente se gestiona menos eficientemente si no hay restricciones para disponer de él".
Es posible rescatar el dinero aportado
Las personas que suscriban una renta vitalicia pueden rescatar el dinero aportado en caso de necesidad. Eso sí, ello implica tener que devolver los incentivos fiscales de los que ha disfrutado en su IRPF. Esta devolución se lleva a cabo en el mismo ejercicio en el que se ha hecho el rescate.
Además, son productos óptimos para planificar la sucesión, ya que en caso de fallecimiento del asegurado y siempre que se establezca en el contrato, puede destinarse ese capital a los beneficiarios que designe el testador, que pueden coincidir o no con los herederos forzosos. Es una forma de esquivar la legítima.
Junto a sus ventajas, las rentas vitalicias tienen un inconveniente derivado de que al tratarse de seguros no están protegidas por el Fondo de Garantía de Depósitos y si la aseguradora quiebra los ahorradores pierden su dinero.
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