Lagarde empuja al euríbor hasta la mayor subida de la pandemia

El euríbor, el índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas, no ha sido inmune a las palabras de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, y se anotó la mayor subida en tasa diaria desde mayo de 2020.

En concreto, el índice registró un incremento del 18 por ciento el 4 de febrero, hasta situarse en el -0,346 por ciento, y sitúa la tasa mensual en el -0,407 por ciento, la cifra más alta desde septiembre de 2020.

En mayo de 2020, en plena crisis provocada por la pandemia, el euríbor se disparó un 20 por ciento intradiario, aunque los motivos fueron totalmente diferentes, ya que no estaban en juego subidas de tipos, pero sí dudas sobre la estabilidad financiera de los bancos.

Las palabras de Lagarde, el detonante

El euríbor reaccionó al cambio de discurso de la banquera francesa. Durante la rueda de prensa, Lagarde admitió que el BCE estaba más cerca de lograr el objetivo de rentabilidad que se había marcado, algo que era condición indispensable para que hubiera un movimiento de alza de tipos.

Y lo admitió a regañadientes, ya que al principio de su intervención, Lagarde volvía a insistir en que los actuales niveles de inflación eran transitorios, a pesar de reconocer que los riesgos habían virado al alza.

Precisamente, Chris Iggo, CIO de core investments en AXA Investments Managers, critica la comunicación de Lagarde.

"Lagarde no ha hecho un gran trabajo a la hora de comunicar la postura del BCE y el mercado se ha quedado con la idea de que los tipos podrían subir este año. Algunos analistas creen que el primer movimiento podría llegar tan pronto como en marzo".

También hay incredulidad entre los economistas de que el BCE esté contemplando siquiera una subida de tipos. Pero, ¿por qué no? "Los tipos de interés son negativos y podría decirse que ya no son necesarios, sobre todo porque Europa también está experimentando una inflación muy superior al objetivo del BCE". 

La desconfianza entre los bancos disparó el euríbor en mayo de 2020

Hay que bucear hasta mayo de 2020 para encontrar otro episodio similar. En aquel mes, el euríbor se anotó dos subidas de doble dígito, una del 20 por ciento y otra del 18 por ciento, lo que llevó a la tasa mensual a rozar el cero por ciento, situarse en positivo por primera vez desde febrero de 2016.

En esa ocasión fueron las dudas sobre la salud financiera de los bancos, como consecuencia de las provisiones que llevaron a cabo para hacer frente a la pandemia, lo que hizo que el interbancario se tensara más.

Las entidades exigían a sus rivales más por prestarles dinero, lo que hizo que se disparara, para compensar estas tensiones y evitar que llegaran a la economía real, el BCE apostó por lanzar operaciones de refinanciación conocidas como LTROS, con carácter semanal.

La liquidez con la que regó el mercado permitió de nuevo al euríbor bajar hasta niveles previos al estallido de la pandemia de coronavirus.

Todavía quedan muchas incógnitas por aclarar

Todavía es pronto para señalar que la tendencia del euríbor seguirá al alza. Lagarde dejó las puertas abiertas a una subida de tipos, pero no lo confirmó, como sí ha ocurrido en los Estados Unidos.

La situación económica puede cambiar de un momento a otro, por lo que habrá que estar atentos a la reunión del BCE de marzo, cuando el organismo comunique sus previsiones macro y de inflación para 2022 y los siguientes ejercicios.

De momento, todo apunto a que el euríbor seguirá subiendo, pero la percepción es que lo hará de manera gradual, por lo que terminará el año en negativo. Así, lo calculan los expertos de Bankinter, que creen que el índice se situará en el -0,30 por ciento a final de año, con subida de tipos incluida.

Y es que, a pesar de que el mercado se volvió "loco" tras las palabras de Lagarde, con subidas previstas en marzo o junio, lo más probable es que las haga a final de año y por 25 puntos básicos.