Las mejores cuentas bancarias sin comisiones ni condiciones

La guerra por el pasivo que se ha declarado la banca online para atraer a nuevos clientes ha sembrado el mercado de cuentas bancarias sin comisiones que, además, ofrecen una rentabilidad de hasta el 2 por ciento a sus titulares.

Otro de sus reclamos es que no exigen ningún tipo de vinculación con la entidad, como domiciliar la nómina, tener ingresos mínimos, usar una tarjeta asociada o domiciliar recibos.

Por lo que optar por una de ellas “puede suponer a su titular un ahorro de hasta 240 euros al año”, señala Javier Mezcua, experto en finanzas personales de Helpmycash.

Una rentabilidad del 2%

Entre las “mejores cuentas sin comisiones ni condiciones”, Estefanía González, portavoz de finanzas personales de Kelisto, destaca la Cuenta Myinvestor que no cobra por administración ni mantenimiento y las transferencias y la tarjeta de débito también son gratuitas.

Otra de sus cualidades es que remunera a los titulares con el 2 por ciento los primeros 50.000 euros de saldo que se mantengan en ella durante el primer año y con un 0,3 por ciento a partir del segundo año.

Le sigue en el ranking la Cuenta Online de Banco Sabadell que, además de no tener condiciones ni comisiones, también da una remuneración del 2 por ciento el primer año para los primeros 30.000 euros de saldo.

Al contratar la cuenta, el titular recibe una tarjeta de débito gratuita para sacar dinero y realizar compras. Las transferencias también son gratis y permite usar Bizum y pagar con el móvil.

Aunque no exige domiciliar la nómina, los que decidan hacerlo obtendrán un regalo en efectivo de 175 euros netos.

Los únicos requisitos que pide para beneficiarse de estas ventajas es ser nuevo cliente de la entidad y abrir la cuenta por el móvil.

"Esta cuenta interesa a aquellos ahorradores que quieran una cuenta online sin comisiones ni condiciones en un banco con más de 1.000 oficinas y que buscan algo de remuneración por sus ahorros", indica Javier Mezcua.

Una cuenta para jóvenes

Otra de las cuentas más demandada por los ahorradores es la Cuenta Nocuenta de ING, que en los seis primeros meses de su salida al mercado sumó 84.696 aperturas.

Está enfocada a un público cien por cien digital que no quiere pagar comisiones ni vincularse con los bancos.

"Ha sido el público más joven quien ha apostado en mayor medida por este producto, como lo demuestra que el 46 por ciento del total de nuevos clientes tiene menos de 35 años”, señalan fuentes de la entidad.

Entre sus ventajas destaca que ofrece una tarjeta virtual instantánea para operar a través del móvil, para hacer compras online y usar en comercios a través de Google Pay y Apple Pay. Eso sí, tiene la desventaja de que solo admite un saldo máximo de 30.000 euros.

Un regalo de hasta 300€

La Cuenta Clara de Abanca es otra de las preferidas por los expertos en finanzas personales. Puede contratarse sin domiciliar la nómina, es gratuita, cien por cien digital y permite realizar toda la operativa básica a través de su web o su app.

Tiene la ventaja frente a otras cuentas online de que permite hasta dos titulares, por lo que está indicada para parejas o compañeros de piso que necesiten una cuenta compartida.

No cobra por las transferencias ni por la tarjeta de débito, permite usar Bizum, pagar con el móvil y da la opción a los menores de 35 años de sacar cinco veces dinero con la tarjeta en cajeros del extranjero.

Pero lo que “la convierte en una de las mejores cuentas sin comisiones de 2023”, según Javier Mezcua, es que regala 300 euros netos si se domicilia una nómina o una pensión de al menos 1.200 euros y se mantiene durante dos años.

Cómo elegir la mejor cuenta ‘sin’

Antes de optar por una cuenta sin comisiones ni condiciones, el futuro titular debe analizar lo que necesita hacer con ella: "El uso que le vaya a dar a la tarjeta es esencial para decantarse por una", señala Estefanía González.

También hay que ver que cumplan con unos requisitos mínimos como que la entidad no cobre por el mantenimiento, la administración ni las transferencias, y que ofrezca, como mínimo, una tarjeta de débito y que no exija ningún tipo de vinculación a cambio.

Si, además, el titular pretende obtener una remuneración debe tener en cuenta la rentabilidad que ofrece, si hay que tener un saldo mínimo para conseguirla y si pagará los intereses de forma indefinida o solo durante un periodo de tiempo.

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