Qué hipoteca es más recomendable ahora que los tipos van a subir
Elegir una hipoteca a tipo fijo o variable en un momento de alza de tipos dependerá del perfil del hipotecado
Mientras el euríbor siga subiendo (peligrosamente al cero por ciento en tasa diaria), las dudas acerca de qué hipoteca es la más conveniente irán en aumento. Y es que el alza del euríbor hasta colocarse en tasas positivas antes de que acabe el año (según calculan las entidades financieras) supondrá un encarecimiento de los créditos hipotecarios.
Este incremento vendrá bien porque las cuotas de las hipotecas a tipo variable se encarecerán, pero también porque la banca, ante este cambio del índice, traerá consigo hipotecas más caras a tipo fijo.
Teniendo en cuenta esto, ¿cómo escoger el tipo de hipoteca más conveniente?
Hipotecas a tipo variable: más riesgo, pero más baratas
Las hipotecas a tipo variable son adecuadas para aquellos perfiles que prefieren créditos más baratos, ya que tradicionalmente estas siempre son más económicas que las de tipo fijo. Miquel Riera, experto en hipotecas de HelpMyCash, explica que las hipotecas a tipo variable son las adecuadas para aquellos "que quieren pagar poco al principio".
Pero, a la vez, “no tengan miedo a correr riesgos ante la expectativa de poder conseguir su hipoteca al precio más bajo posible”, añade Estefanía González, portavoz de finanzas personales de Kelisto, ya que están sometidos a fluctuaciones. Así, cuando el euríbor baje, las cuotas bajarán y viceversa.
También es interesante para aquellos que tengan un porcentaje de endeudamiento sobre sus ingresos menor. “Si la cuota de nuestra hipoteca está muy por debajo de ese 30-35 por ciento que sirve de referencia, serán mucho más asumibles los posibles vaivenes a los que nos tuviéramos que enfrentar si sube el euríbor”, añade González.
En este caso, Riera concluye que los hipotecados a tipo variable confían en que el euríbor todavía permanecerá bajo durante un periodo largo de tiempo.
Hipotecas a tipo fijo, para ganar seguridad
Las hipotecas a tipo fijo son convenientes, sobre todo, para dos tipos de perfiles (que no tienen por qué ser excluyentes entre sí).
Por un lado, para quienes tengan un perfil conservador y prioricen la seguridad por encima del precio, “esto no es nuevo, siempre ha sido así, incluso cuando las hipotecas fijas han tenido tipos históricamente bajos, ya que siempre han sido más caras que las variables”, aclara González.
Y, por otro, para quienes asuman un endeudamiento mayor. Es decir, para quienes el porcentaje que su cuota hipotecaria representa sobre el total de sus ingresos se acerque más al 30-35 por ciento recomendado. En esos casos, el margen de maniobra ante una posible subida de la cuota es más pequeño, por lo que optar por un tipo fijo es casi la única opción saludable para sus finanzas.
El tipo fijo sigue siendo más conveniente
Aunque los bancos han comenzado a cambiar su estrategia en hipotecas (abaratando las de tipo variable en detrimento de las fijas) todavía se pueden lograr créditos a tipo fijo muy interesantes. Es decir, apenas hay una diferencia significativa entre los mejores créditos a tipo variable y a tipo fijo.
Por ejemplo, Openbank ha rebajado sus hipotecas a tipo variable ofreciendo un diferencial sobre el euríbor del 0,85 por ciento, mientras que las hipotecas a tipo fijo van desde el 1,15 por ciento hasta el 1,30 por ciento para un plazo de 30 años.
“Obviamente, no estamos en precios tan baratos como los de finales del año pasado, pero todavía estamos en un momento en el que merecen la pena, tanto para quienes busquen una nueva hipoteca como para quienes se estén planteando la subrogación de variable a fija para ganar en seguridad”, recomienda González.
Varias preguntas clave
Aún así, e independientemente del perfil del hipotecario, el cliente deberá hacerse unas preguntas antes de decantarse por una u otra: ¿sería capaz mi economía de asumir una llegada del euríbor a su máximo histórico (por encima del 5 por ciento)?
“Si la respuesta es afirmativa, y no tenemos miedo a arriesgarnos, una hipoteca variable es, a día de hoy, más barata”, reitera González. Pero eso puede cambiar. “Si no estamos dispuestos afrontar ese cambio (o nuestra economía no podría resistirlo), entonces lo mejor es optar por una fija”, añade.
También debe plantearse el plazo al que devolverá el dinero, indica Riera. Cuanto más largo sea, más probabilidades habrá de que suba el euríbor. Por ello, si se quiere reembolsar la hipoteca en 20 años o más, una hipoteca fija será menos arriesgada. En cambio, si se quiere saldar la deuda en 15 años o menos, con una hipoteca variable se puede pagar menos, aunque todo dependerá de cuánto suba el euríbor durante ese tiempo.