Siete estrategias para tener éxito con la inversión a largo plazo
Planificar, ahorrar, diversificar, reinvertir los dividendos o huir de las emociones son claves para lograr buenos retornos a largo plazo
Uno de los mantras más repetidos por los expertos es que invertir a largo plazo reduce riesgos en las inversiones y contribuye a aumentar la rentabilidad. También Warren Buffett considera que "si no te puedes permitir mantener una acción durante 10 años, entonces, mejor no comprarla".
Pero no siempre el largo plazo es sinónimo de ganancias, por ello, los analistas de J.P. Morgan Asset Management han establecido siete estrategias que son clave para triunfar con esta modalidad de inversión.
Planificar y ahorrar
Recomiendan que los ahorradores deben asumir que van a vivir muchos años, por lo que tienen que llevar a cabo una meditada planificación financiera y ahorrar en su etapa activa.
A su juicio, “personas que ahora tienen 65 años cuentan con muchas posibilidades de vivir hasta los 80 o 90 años, pero los estudios demuestran que muchos de ellos no han ahorrado lo suficiente para su jubilación”.
Por ello aconsejan empezar a ahorrar lo antes posible, invertir con disciplina y tener un plan financiero para su futuro si no quieren perder poder adquisitivo en su etapa de retiro.
El riesgo del efectivo y los depósitos
El dinero en efectivo o los productos de ahorro como los depósitos ya no ofrecen la seguridad del pasado, señalan los analistas de J.P. Morgan Asset Management.
“Los tipos de interés ultrabajos significa que los ahorros en efectivo pierden valor al no compensar la inflación”, señalan.
Así lo demuestra un estudio llevado a cabo por la asociación europea de gestoras de fondos de inversión (Efama) en el que analiza hasta qué punto los incrementos en los precios reducen nuestro capital.
Establece que 10.000 euros ahorrados en 2010 en depósitos bancarios se habrían convertido en 2020 en 9.037 euros, después de descontar la subida de precios. Por lo que, si lo que se busca es aumentar la rentabilidad, hay que huir de estos productos.
El poder de los dividendos y del interés compuesto
En la inversión a largo plazo también es esencial tener en cuenta los dividendos y la 'magia' del interés compuesto.
“Invertir en activos con riesgo y reinvertir los dividendos pueden ser movimientos poderosos”, explican desde J.P. Morgan Asset Management, ya que permiten que las ganancias sigan creciendo en el largo plazo.
Ponen como ejemplo una inversión de 10.000 dólares llevada a cabo en 1970 en el índice S&P 500. A cierre de 2017, esa cantidad se habría multiplicado hasta los 298.294 dólares, mientras que reinvirtiendo los dividendos habría alcanzado 1,25 millones de dólares.
Evitar las emociones
Al ser humano le mueven las emociones y hacen tome decisiones erróneas influido por ellas. Esto es muy frecuente en el proceso de inversión, en el que hay tipificados 128 sesgos cognitivos que pueden nublar la visión del inversor al operar y resultar contraproducentes para sus carteras.
Por ello, controlar las emociones e identificar qué sesgo pesa más en cada uno es esencial para obtener rentabilidad.
Para conseguir este objetivo, los expertos recomiendan seguir un plan, ya que “puede limitar las pérdidas en mercados bajistas y acelerar la recuperación cuando los mercados se dan la vuelta”.
Asumir la volatilidad
Una recomendación en escenarios de mercados como el actual es no dejarse llevar por el ruido. “Los mercados sufrieron caídas de dos dígitos en 21 de los últimos 38 años, pero aun así terminaron con rendimientos positivos el 75 por ciento de los años”, reconocen los analistas de JP Morgan.
Debido a ello, los expertos de ING señalan que, a largo plazo, la volatilidad puede ser un gran aliado para las carteras de inversión. Más que un riesgo, hay quienes la ven como una oportunidad de entrar en el mercado a precios más baratos.
Además, cuanto mayor sea el plazo de la inversión, más se reduce la volatilidad de los mercados. Y, por tanto, más disminuye el riesgo asociado a las oscilaciones de la bolsa.
La diversificación funciona
Otro de los lemas en el mundo de la inversión es “no colocar todos los huevos en la misma cesta”, por ello, los analistas consideran que “el tiempo y la diversificación consiguen su propósito” de dar rentabilidad.
En los últimos 15 años el mundo ha sufrido dos grandes caídas de los mercados, la producida por la crisis financiera de 2008 y la originada por el coronavirus.
“Un portfolio diversificado de acciones, bonos y otros activos han demostrado ser una apuesta ganadora” en estos periodos, reconocen desde J.P. Morgan Asset Management. Calculan que su retorno anual habría sido de un 8 por ciento durante los últimos 15 años.
Invertir importa
Los analistas destacan la importancia de permanecer invertidos, ya que, si no es así, se podrían perder los mejores días de los mercados, lo que sería crítico para la inversión.
Como ejemplo recuerdan que seis de los mejores días de los mercados estadounidenses se produjeron dos semanas después de sus 10 peores días.
Por lo que, si una persona hubiera invertido 10.000 dólares en el S&P 500 desde el 1 de enero de 1998 hasta el 29 de diciembre de 2017, se habrían convertido en 40.135 dólares, lo que supone una rentabilidad de un 7,20 por ciento. Si con esa misma inversión se hubiera perdido los 60 mejores días, tendría 2.834 dólares, un retorno de un -6,11 por ciento.
A su juicio, “mientras que los mercados pueden tener un mal día o incluso un año, la historia sugiere que los inversores son menos propensos a sufrir pérdidas a largo plazo”.
De hecho, señalan que “una combinación de bonos y acciones no han sufrido rentabilidades negativas en un período de cinco años durante los pasados 67 años”.