'Private equity', fuente de valor para la economía española
El Private Equity se remonta al siglo XVI, cuando los mercaderes españoles concibieron un sistema para financiar sus viajes en[…]
El Private Equity se remonta al siglo XVI, cuando los mercaderes españoles concibieron un sistema para financiar sus viajes en busca de fortunas. Eran viajes con mucho potencial y a la vez con gran riesgo, cofinanciados por aristócratas, instituciones, banqueros o gobiernos; lo que los convirtió en una importante fuente de valor para la economía del país.
Hoy este concepto representa un tipo de capital con el que comprar participaciones en una empresa a través del cual obtener rentabilidad. Sin embargo, el término "riesgo" no es apropiado para calificar una industria cuyos exigentes criterios de selección de inversiones, rigurosos procesos de due diligence y continuados controles directos, contribuyen a asegurar el éxito en mayor medida que otro tipo de inversiones.
Aportación de valor
Cuando las empresas necesitan dinero para crecer a través de inversión en activo fijo, en empleados, o en desarrollo de productos innovadores, pueden encontrar dificultades para acceder a financiación bancaria. A través del capital riesgo tienen la posibilidad de contar con un socio que les aporte capital y apoyo estratégico, financiero y operativo.
En el caso de las startups, el venture capital se plantea como la mejor opción. Uno de los más conocidos son los business angels, que dan soporte a emprendedores a la hora de convertir una gran idea en un producto comercial cuya operativa sea sostenible y rentable.
El impulso de la economía
La inversión de los fondos de capital riesgo ha adquirido un gran protagonismo en nuestro país, siendo un dinamizador de la economía con una inversión de casi 5.000 millones de euros a través de 679 operaciones en 2017, según datos de ASCRI estimados para 2017. El foco de la inversión son las pymes con capacidad de crecimiento, lo que ha servido para potenciar la economía y acelerar la recuperación de la crisis. Además, el capital riesgo aporta un canal más para unir el exceso de liquidez, las necesidades de financiación de las empresas, y la búsqueda de rentabilidad por parte de los inversores, y contribuye a la necesaria concentración empresarial y a favorecer el emprendimiento.
La confianza del sector público en el efecto expansivo que genera el capital riesgo para la economía nos ha llevado a adoptar el modelo israelí de coinversión público-privada y a movilizar hasta 1.500M€ con el FOND-ICO Global, cuyo objetivo es promover la creación de fondos de capital riesgo de gestión privada que realicen inversiones en empresas españolas en todas sus fases de desarrollo.
En definitiva, con un tejido empresarial formado en un 99.88% por pymes, el papel que está llamado a jugar el capital riesgo en España es relevante y necesario. La canalización de financiación y el impulso de los procesos de profesionalización, internacionalización, integración y concentración empresarial ayudarán decididamente a la competitividad de nuestras empresas.
Fernando Segú, Socio responsable de Financial Advisory de Crowe Spain