Andrew Dreaneen (Schroders): «Las carteras mixtas tienen ahora más riesgo del que tuvieron en anteriores crisis financieras»

Este especialista en activos alternativos y 'hedge funds' de Schroders explica que los alternativos son una buena opción para hacer frente a la actual situación de mercado, en la que existe una alta correlación entre la renta variable y la deuda.

A ndrew Dreaneen, responsable de alternativos líquidos de Schroders (un área con 24.000 millones de dólares bajo gestión), también ha participado en el desarrollo de la gama de hedge funds de la casa, Gaia, con 6.500 millones de dólares bajo gestión. En esta entrevista, nos ofrece su visión sobre sus áreas de especialidad.

Me gustaría que comenzara esta entrevista describiendo su escenario base para los mercados, ¿cuáles son los riesgos que divisa? 

Por un lado, esperamos un incremento de la volatilidad coincidiendo con la retirada de la liquidez de los bancos centrales y las subidas de tipos. La baja volatilidad de 2017 fue inusual al producirse en casi todas las geografías del planeta y en todas las clases de activos. Así que este año estamos viendo una normalización de la volatilidad. Por otro lado, las valoraciones en algunas clases de activos son particularmente altas, tanto en la renta variable como en la renta fija y, en general, en muchos activos de riesgo. Aunque eso no significa que no vayan a seguir subiendo o que vayamos a ver una crisis en el corto plazo. Si miras la economía en su conjunto, nada apunta a una recesión en el corto plazo. Aunque la crisis podría surgir en cualquier lugar. De hecho, alguna gente está preocupada por la posibilidad de que surja en los mercados de deuda, teniendo en cuenta todo el dinero que se ha metido en bonos de alto rendimiento y préstamos apalancados. Con los tipos de interés subiendo, algunas de estas compañías van a pasar apuros para refinanciar su deuda. Y ahora no va a suceder como en la última crisis o en la de los años 2000, cuando la renta fija actuó como colchón frente a una renta variable que caía. Si el próximo evento global proviene de los mercados de renta fija, las carteras de los inversores podrían sufrir pérdidas importantes. Y también lo harán si la crisis proviene de la renta variable pues el mercado de deuda tampoco va a ejercer de colchón en estas circunstancias, con las bajas rentabilidades que ofrece este activo en el momento actual. Por eso, pensamos que las carteras mixtas tradicionales tienen más riesgo ahora del que tuvieron en anteriores crisis.

De hecho, la renta fija y la renta variable están más correlacionadas ahora. Hay días en que ambos activos caen. En ese sentido, ¿cuáles son las alternativas para el inversor?

Ciertos activos alternativos son la solución en cuanto a rentabilidad ajustada por riesgo, aunque muchos inversores tienen limitaciones de acceso por su falta de liquidez o por no contar con el patrimonio necesario. Por ejemplo, el rendimiento del capital privado ha superado a las acciones en una proporción de 12 por ciento con respecto a 6 por ciento anualizado en los últimos 20 años. Y todavía tenemos puestas grandes esperanzas en el capital privado pero los inversores minoristas no suelen tener acceso a este tipo de activos porque no están regulados y porque la liquidez puede ser a un horizonte temporal de 10 años en lugar de diaria. Pero quizá para los inversores institucionales podría ser una necesaria solución a esas fuertes correlaciones que estamos viendo entre bolsa y bonos. En cuanto a las estrategias long-short, hemos visto a muchos de nuestros clientes deshacerse o reducir su exposición a la bolsa, con la idea de mantener exposición a la renta variable pero a través de productos con mucha menor beta. Por ejemplo, la beta de productos de renta variable en el espacio de los alternativos se sitúa entre 0-0,3 con respecto al mercado. Son estrategias 'market neutral', sin mucha direccionalidad. Muchos clientes han optado por este tipo de estrategias long-short de renta variable desde el año pasado.

¿En qué consisten estas estrategias 'market neutral'?

Hay dos tipos de estrategias 'market neutral': las sistemáticas y las fundamentales. Las fundamentales apuestan por pares de compañías contrapuestas y son fáciles de entender para los inversores. Consisten en estar largos en una compañía y cortos en otra. Por ejemplo, largos en un banco español que creemos que lo va a hacer bien y cortos en uno británico que creemos que no. Se llaman estrategias 'market neutral' porque se evita adquirir beta. Pero, para ser honestos, no vemos demasiadas estrategias de este tipo en el mercado. Más bien, las carteras se construyen incluyendo apuestas en corto y apuestas en largo, sin emparejar. No se trata de tener una neutralidad perfecta si no, más bien, de evitar estar 100 por cien largos o 100 por cien cortos. Aunque hay que tener cuidado porque, si estás largo en varias compañías con mucha beta -como bancos y cosas así-; y cortos en compañías defensivas como las 'utilities', al final, adquieres beta. Pero, en general, los gestores sistemáticos tienden a diversificar el número de los activos que tienen en cartera y son más sofisticados que el resto en la manera de emparejar largos y cortos.

¿Por qué es un buen momento para apostar por estrategias alternativas?

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Los inversores deben ser cautos y no correr a comprar determinadas clases de activos basándose únicamente en el comportamiento pasado. Algunos fondos han arrojado buenos resultados y otros no pero es importante entender por qué ha sido así. Porque el haber subido o bajado un 10 por ciento no significa que un fondo sea mejor que otro. En ese sentido, lo mejor es tener un número diversificado de gestores que hagan cosas distintas en el espacio de alternativos. Actualmente, hay mucha elección, la calidad de los gestores ha mejorado mucho y hay una gran variedad de estrategias disponibles. Es un buen momento para que los clientes piensen en alternativos teniendo en cuenta el desafío que supone lograr diversificación con los activos tradicionales, pero también teniendo en cuenta la mencionada amplitud de la oferta y la calidad de los gestores.

Sin embargo, hemos visto desaparecer muchos 'hedge funds' porque no arrojaban los resultados esperados y eran demasiado caros.

Tienes razón. Aunque el año pasado fue uno de los mejores en mucho tiempo, lo cierto es que el comportamiento de la industria de los 'hedge funds' ha sido desigual. Y, entonces, ¿por qué la industria continúa creciendo? En 2007, solo había un centenar de fondos alternativos en el mercado y ahora son más de 1.500; mientras que el volumen ha pasado de 20.000 millones de dólares a 550.000. Así que, claramente, la gente no compra este tipo de activos basándose únicamente en la rentabilidad (aunque ha sido positiva en los últimos años, con rentabilidades de en torno al 2-3 por ciento). Lo hacen con el objetivo de tener menos volatilidad que con otros productos y contar con un colchón en caso de que los mercados se desplomen. También para tener una mejor diversificación.

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