Bolsa para una cartera cauta
Las rentabilidades sin bolsa rozarán el cero. Pero el inversor que se decida a -y pueda- dar el paso no tiene por qué sufrir en exceso por los mercados. Preguntamos por aquellos fondos con exposición a acciones con sesgo hacia la cautela.
¿Están los inversores conservadores y la bolsa destinados a ser polos opuestos? No necesariamente y menos en el contexto actual. «El inversor se encuentra en una situación complicada: tipos en mínimos que no ofrecen atractivos retornos en el medio plazo, unas bolsas volátiles y un crecimiento mundial flojo», define Carlos Farrás, de DPM Finanzas. Además, «la rentabilidad sin riesgo prácticamente ha desaparecido», afirma Valero Penón, director general de Ibercaja Gestión. «Hay que ser realistas». Cada vez más se están dando pequeños pasos hacia la renta variable, que no necesariamente implica sufrir. En el mercado de fondos abundan las propuestas de «bolsa conservadora», para los que rehúyan de la volatilidad.
En Ibercaja llevan educando -desde 2013, cuando se limitaron los extratipos- a sus clientes que para seguir rascando rendimiento hay que diversificar. Siempre, manteniendo una parte mayoritaria en liquidez y en renta fija -«para que se pueda dormir tranquilo»-, pero también permitiendo que parte de la cartera busque valor en la bolsa, que, recuerda, a largo plazo «siempre es ganadora». Con el Amundi FDS Eq. Europe Conservative se quiere dar respuesta a esa búsqueda de rentabilidad que ya no satisfacen los bonos. «Sabemos que los mercados van a caer», reconoce Frédéric Hoogveld, de Amundi, por lo que la protección en esos escenarios es su propuesta de valor. Y lo logran buscando la diversificación y baja beta. Encontrando valores con poca correlación entre sí y que no participen de las caídas de la bolsa han logrado batir a los índices y fondos con mayor perfil de riesgo. Eso sí, «quien busque calidad deberá estar preparado a pagar por ella», advierte.
En Legg Mason tienen dos con un enfoque propio de la casa. El LM QS Managed Vol. European Eq. Growth and Income, gestionado por QS Investors, hace frente a las dos preocupaciones principales, según Javier Mallo, responsable de Legg Mason para España y Portugal: preservar el capital y evitar la volatilidad. Invierte en compañías financieramente sólidas, que paguen dividendos, «lo que genera estabilidad en momentos difíciles», con fundamentales atractivos y baja sensibilidad al mercado. Por otra parte, el LM Martin Currie European Abs. Alpha, no solo mitiga las caídas, sino que, desde 2001, ha triplicado la rentabilidad del índice con la mitad de la volatilidad. Lo hace con un enfoque long/short direccional y un objetivo de proteger el capital.
Batir al índice con cautela
El equipo de Capital Group lleva haciéndolo desde 1973 y con éxito. El New Perspective Fund se sitúa en el primer cuartil de su categoría a uno, tres, cinco, 10 y 40 años y ha batido al mercado en el 100 por cien de los casos en escenarios bajistas y periodos consecutivos de tres años. Buscan valor en los 'blue chips' a nivel global, con un énfasis en empresas cuyos beneficios y activos sustanciales se den en más de una región geográfica.
«Invertir en empresas de calidad, con sólidos balances, bien gestionadas y que operen en mercados que cuentan con fuertes barreras de entrada se puede convertir en un salvavidas en un momento en el que las turbulentas aguas del mercado obligan a muchos inversores a buscar un refugio en el que protegerse», sostiene Ricardo Comin, director comercial de Vontobel para Iberia y Latam. Es la filosofía que aplican en su gama de fondos Quality Growth, y, más específicamente, en el Vontobel Fund-European Equities.
En Deutsche AM abordan la «bolsa conservadora» con tres enfoques. El Deutsche Invest I Quant Eq. Low Vol World tiene una estrategia «minimum variance» con un objetivo de beta baja y alta concentración en sectores conservadores. También propondrían una táctica con dividendos, porque, defiende Mariano Arenillas, de la gestora, hay que buscar alternativas a la renta fija a través del dividendo de compañías sólidas, recurrentes y con bajo apalancamiento. Así, tienen varias soluciones según el mercado al que se busque estar expuesto. Y para quien prefiera una gestión pasiva a través de ETFs, que capten factores de riesgo «calidad» o «beta baja», tienen el Equity Quality Factor UCITS ETF y el Equity Low Beta Factor UCITS ETF, respectivamente.
Con apoyo en la renta fija
Para quienes no estén preparados para dar el salto al 100 por cien en bolsa, las gestoras proponen soluciones que tengan un apoyo en la renta fija. En Credit Suisse tienen el Credit Suisse Equity Yield FI, un renta variable mixto internacional con sesgo europeo que puede moverse entre un 30 y un 75 por ciento en bolsa. Como explica Gabriel Ximénez de Embún, director de inversiones y estrategia de Credit Suisse Gestión, forman una cartera de valores seleccionados por especialistas de la entidad, a través de un «profundo análisis del balance de las compañías», para determinar si es más atractivo en términos de rentabilidad/riesgo invertir en la acción o en los bonos subordinados de las mismas. Ello se complementa con «una gestión muy activa de las coberturas sobre índices», principalmente, con opciones. La estrategia da sus frutos ya que a tres, cinco y 10 años bate al Ibex-35 y al Eurostoxx 50 con una volatilidad sustancialmente inferior.
Las soluciones de Schroders diversifican a través de todas las clases de activos. El Schroder ISF Global Diversifed Growth busca generar una rentabilidad similar a la de la renta variable, pero con dos terceras partes de «riesgo», medido por la volatilidad. Lo logran ajustando sus posiciones en bolsa, bonos convertibles, high yield y activos alternativos según las condiciones del mercado. Y el Schroder ISF Global Multi-Asset Allocation diversifica seleccionando fondos «de primera fila» tanto de bolsa (alto riesgo/alto crecimiento) como de bonos (menor riesgo). Ser un «fondo de fondos», explican, permite combinar las mejores ideas de todo el sector.
Por su parte, en March AM esa incursión inicial en la bolsa lo modulan a través de sus carteras perfiladas. Porque, sí, reconoce Santiago Montero, de la gestora, hay que tener algo de bolsa. Entender al gestor detrás de cada fondo que seleccionan, comprender si encaja con la visión que ellos mismos tienen de la inversión y con el resto de los componentes, es la clave. En el March Cartera Conservadora componen esa propuesta de un 20 por ciento en renta variable con exposición al Family Business, al Vini Catena, al Morgan Stanley Global Brands, al Mandarin Unique -para captar oportunidades- y al Mirae Asset Asia Great Consumer.