Cómo planificar tus finanzas personales

Uno de los principales mantras que se suelen escuchar en el mundo de la asesoría financiera es la importancia de[…]

Uno de los principales mantras que se suelen escuchar en el mundo de la asesoría financiera es la importancia de realizar nuestras inversiones mientras antes mejor.

Esto es debido a que, con una correcta planificación, el esfuerzo requerido para acometer los distintos gastos y necesidades que podemos encontrar será menor mientras antes hayamos comenzado a ahorrar para ello. Además los beneficios obtenidos con las inversiones se pueden ir reinvirtiendo obteniendo así mayores ganancias.

Pero para ello, es necesario conocer las circunstancias personales y financieras de forma individualizada. Cada vez que se publica un análisis de en qué valores invierte Warren Buffet, Amancio Ortega o Cristiano Ronaldo, por citar algunos ejemplos, son muchos los que acuden rápido para tratar de coger ideas o reforzar su opinión acerca de en qué invertir. Sin embargo, las necesidades de estos, son completamente dispares a las que pueda necesitar cualquier otro inversor, así como entre ellos mismos: la fase vital en la que se encuentran, su situación laboral, conocimientos de productos y un largo etcétera diferenciarán las necesidades de cada uno.

¿En qué fijarse?

En primer lugar, es fundamental determinar cuáles son las necesidades financieras actuales, así como tratar de prever las futuras. Valorar si se pretende comprar una casa o un coche próximamente, si se puede hacer frente a un imprevisto o si se va a necesitar dinero para la educación de los hijos, son elementos centrales, ya que nos ayudarán a definir objetivos concretos, así como a marcar plazos para ellos.

En este punto, es necesario obtener una serie de datos, tales como la edad, situación familiar, situación financiera y patrimonial. A su vez, datos más subjetivos como el objetivo real de la inversión, el horizonte temporal, la tolerancia al riesgo así como el conocimiento de productos financieros determinarán la idoneidad de un producto u otro.

Una vez hecho esto, es posible hacer un dibujo claro de la situación financiera inicial y de cuales son los distintos hitos a los que se va hacer frente.

Con ello, es posible determinar las expectativas de la inversión, así como el perfil de riesgo del cliente. Es fundamental que este último esté bien alineado con la situación financiera, ya que se puede ser tolerante al riesgo y no tener capacidad económica para ello y viceversa.

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Este supone el punto de partida para la toma de decisiones de inversión, puesto que le ayudará a encontrar qué productos financieros encajan mejor con sus necesidades y preferencias.

La selección

Una vez definido el perfil, es el momento de realizar un correcto plan de inversión. Una cartera que combine aquellos activos que se adecuen a nuestro perfil y horizonte temporal y los ponga en correlación a los objetivos.

Fondos de inversión, planes de pensiones, acciones, depósitos... es importante comprender bien aquellos activos en los que se están invirtiendo, así como los riesgos asociados a ellos.

Casos como el recientemente vivido por los accionistas del Banco Popular, ponen en valor de conocer los riesgos inherentes a cada activo.

Además de seleccionar los vehículos de inversión, es necesario hacer una correcta distribución del patrimonio entre ellos. Si tiene un perfil más arriesgado, su asignación a activos de renta variable será mayor que la de un inversor conservador y una incorrecta asignación puede llevarle a no cumplir con sus objetivos.

Control y revisión

Una vez realizada la asignación de activos, no todo es fiarse de nuestra correcta selección, es importante mantener un proceso seguimiento, revisión y adaptación del plan para poder corregir posibles desviaciones del objetivo, reequilibrar la cartera en cuanto a la asignación de activos si es necesario o reajustar la cartera para consolidar objetivos y rebajar la volatilidad.

Además, las circunstancias que llevaron al establecimiento de un plan son variables, por lo que es importante hacer un seguimiento y adaptar la planificación a los posibles cambios.

Consideraciones generales

En todo caso, a la hora de establecer una correcta planificación financiera, lo mejor es contar con un asesor financiero que le ayude con su selección de activos.

Además, para aquellos inversores cuyo vehículo de inversión elegido son los fondos de inversión, las entidades financieras han lanzado en los últimos años los fondos perfilados, adaptados a distintos perfiles de riesgos, facilitando así la tarea de crear un mix adaptado.

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