Cómo preparar una cartera de fondos para 2018

En mercados complicados, ya no valen estrategias tradicionales. Para 2018, los inversores deberán afinar su selección de fondos. No solo acertar con las regiones o clases de activos a los que estar expuestos, sino la estrategia con la que las abordarán.

Al preparar su cartera de fondos para 2018, los ahorradores se enfrentan de nuevo a un gran reto. Ya no porque el entorno macroeconómico o político nuble las perspectivas de los mercados. Al contrario. 2018 exigirá una autoreflexión profunda precisamente porque deja atrás un ejercicio magnífico en prácticamente todas las clases de activos. «En efecto, el ciclo económico se ha recuperado, aún más de lo que anticipábamos, e incluso se ha propagado al resto del mundo. Los 35 países de la OCDE se encuentran actualmente en fase de expansión», recuerda Didier Saint-Georges, miembro del comité de inversión de Carmignac. «Sin embargo, pese a este indiscutible repunte, los mercados de renta fija se han mantenido impertérritos». En su opinión, el reto para 2018 reside en el juicio de valor que debemos realizar sobre el futuro de la configuración ideal que impera actualmente, cuando esta se vea afectada «porque sin duda lo hará» por el avance del ciclo económico, así como por unas políticas monetarias finalmente en fase de normalización activa. 

Como explica José María Luna, de Profim, el escenario financiero del próximo año es el fundamentado por un entorno de «ricitos de oro» (ni frío ni caliente): crecimiento moderado, beneficios empresariales que mejoran y tipos de interés aún en niveles bajos tanto en EE.UU. como en Europa. Por ello, tanto Luna como Carlos Farrás, de DPM Finanzas, se muestran «cautelosamente optimistas». Porque están positivos con las posibilidades que aún ofrece la bolsa, pero preocupan las valoraciones de las diversas clases de activos. ¿Qué alternativas hay en un escenario así? Pues afinar las estrategias con las que entrar en los mercados. Exigir flexibilidad a todos los fondos que entren en cartera. Estas son las propuestas de los expertos para un inversor con un perfil moderado:

La renta fija, para proteger y ganar

«Con unos tipos en mínimo, unos diferenciales de crédito muy estrechos y los bancos centrales más cercanos a la retirada de estímulos, cada vez nos cuesta más encontrar oportunidades en renta fija», reconoce Farrás. Sería un error buscar rentabilidades a cualquier precio, comprando duraciones largas o deuda de peor calificación crediticia. Para la pata de bonos de la cartera, los expertos optarían por estrategias de corto plazo. Con una visión global, el Muzinich Enhanced Yield Short Term Fund, y para un enfoque europeo, el Carmignac Sécurité; un año más uno de los fondos preferidos por unanimidad, ya que Victoria Torre, de Self Bank, también destacaría el fondo de la parisina Carmignac en cartera. Luna ofrece una alternativa nacional: el Renta 4 Renta Fija Corto Plazo. «Sería nuestra 'reserva de liquidez', explica, ya que no es un monedero excesivamente caro desde donde aguardar nuevas oportunidades». 

Porque estas surgirán. Con buenos gestores, incluso en la renta fija, pero deberán saber utilizar bien la flexibilidad de los fondos. Así lo ha demostrado el G Fund Alpha Fixed Income, de Groupama AM, que destaca Torre. El fondo, categorizado en «alternativos-arbitraje de deuda», ha mantenido una baja volatilidad, así como rentabilidades positivas. Con la renta fija tan ajustada, mejor dejar la gestión geográfica y de nichos en mano de los profesionales. Como fondos verdaderamente flexibles, Farrás optaría por dos: el BlackRock Fixed Income Strategias, que puede incluso ponerse en duración negativa, o el La Française LUX - Multistratégies Obligataires, con objetivo de rentabilidad Euribor 3,5 por ciento. «Nos gusta porque es muy activo en sus decisiones y verdaderamente se pone en duración negativa si piensa que la renta fija puede caer», señalan desde DPM Finanzas. En esta línea, Luna destacaría el Candriam Credit Bond Opportunities o el Fidelity Flexible Bonds en la clase con la divisa en euro. 

Otra pequeña parte de la cartera la destinarían a fondos más agresivos en renta fija. Como el Cartesio X que propone Luna. «Un fondo en que los gestores tienen alineados sus intereses con los partícipes en la dirección de intentar batir la rentabilidad del activo libre de riesgo, pero controlando mucho los riesgos asumidos», explica. Torre añadiría un toque de bonos convertibles, «para ir dando paso a inversiones con algo más de riesgo, y que nos pueda aportar algo más de rentabilidad a la cartera», cuenta. Lo haría con el Amundi Convertible Global

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La renta variable, para batir a los índices

«Teniendo en cuenta las altas valoraciones de la bolsa americana, la incertidumbre en los países emergentes y la pobre evolución económica japonesa, buscaríamos fondos más ligados a la bolsa europea, por valoraciones más atractivas en términos comparativos», defiende Farrás. Propone el BGF Euro Markets y el Threadneedle European Smaller Companies, porque las compañías de menor tamaño estarán más ligadas a la recuperación de los mercados domésticos, «que pensamos que se comportarán mejor». Luna, a diferencia de Farrás, no descartaría por completo a la bolsa americana, ya que plantea como interesante tener algo en el Legg Mason Clearbridge US Large Cap Growth, con la divisa en euros.

Como un inversor moderado no puede lanzarse de lleno a la bolsa, Luna plantea el Schroder Euro Equity por su estilo de gestión GARP (empresas de crecimiento pero a precio razonable). También daría ese paso con la protección que ofrece un buen mixto de bolsa. Lo son, en su opinión, el Carmignac Euro Patrimoine y el Gesconsult León Valores Mixto Flexible, que, además, al ser una casa nacional, daría una exposición indirecta a compañías españolas. 

Pero como tampoco se puede poner todos los huevos en la misma cesta, también habría que tener renta variable global, con fondos que sepan captar los cambios de vientos que naturalmente ocurren a lo largo del año. Torre señala dos interesantes: el Capital Group New Perspectives, por su demostrada solidez, y el Fidelity Global Focus. Ambos, con la divisa cubierta.

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