Derribando mitos de la inversión temática
Desde BNP Paribas AM repasan los mitos que rodean a la inversión temática
El interés en la inversión temática ha experimentado un fuerte aumento en los últimos años. Según Morningstar, el patrimonio gestionado de los fondos temáticos se ha más que triplicado (hasta los 595.000 millones de dólares) en los últimos tres años.
Aunque gran parte de esta subida puede atribuirse a expectativas de rentabilidad elevada a largo plazo, los fondos temáticos suelen concentrarse en gran medida en la inversión sostenible, lo cual también ha atraído interés.
Ulrik Fulgman y Edward Lees, codirector y gestor senior Grupo de Estrategias Medioambientales de BNP Paribas AM, hacen un repaso de los mitos que perduran en torno a esta área de inversión que podrían impedirles evaluar de forma efectiva estos fondos temáticos sostenibles.
No implica renunciar a la rentabilidad a largo plazo
El concepto de asumir niveles de riesgo elevados para obtener mayores rentabilidades suele asociarse con fondos temáticos concentrados en empresas tecnológicas o en tendencias disruptivas.
Para generar alfa y mitigar el riesgo, es imprescindible criterio y know-how tecnológicos. Existe un amplio abanico de oportunidades en empresas que abordan los retos medioambientales, desde compañías jóvenes disruptivas ya activas en esta área, hasta otras más asentadas, con potencial de convertirse en los ganadores del mañana.
En el extremo de mayor riesgo, es importante recordar que muchas empresas medioambientales también son disruptoras, ya sea en el marco de la transición energética (ayudando a la sustitución de combustibles fósiles por fuentes de energía renovables) o en la innovación, introduciendo nuevas tecnologías que revolucionarán el modo en que vivimos y trabajamos de forma más sostenible.
Posiciones cortas y largas
Además de plantear un riesgo existencial, el cambio climático también ofrece una de las mayores oportunidades comerciales de nuestra época. Desde una perspectiva de inversión, la oportunidad no se limita a encontrar los ganadores: la transición energética también tendrá perdedores fundamentales.
Las empresas con credenciales medioambientales sólidas tienen más probabilidades de batir a las que tienen modelos de negocio insostenibles y vulnerables al riesgo de transición.
Es posible sacar partido a estos activos obsoletos mediante estrategias de inversión alternativas, como la toma de posiciones cortas. Estas prácticas habituales no deberían considerarse poco éticas, incluso en el contexto de un fondo sostenible; al fin y al cabo, vender en corto activos obsoletos permite a un gestor utilizar el beneficio generado para financiar a otras empresas que crean soluciones sostenibles.
Sostenibilidad no es lo mismo que ESG
Si bien tenemos en cuenta las calificaciones ESG, estas no son siempre sinónimo de sostenibilidad. Nuestra orientación, señalan los expertos de BNP Paribas, a esta última nos lleva a profundizar específicamente en la sostenibilidad medioambiental, que en nuestra opinión beneficia a la sociedad y a la economía.
En ese sentido, “invertimos exclusivamente en empresas que aportan soluciones medioambientales alineadas directamente con nuestro tema. Las calificaciones ESG están integradas en nuestro marco operativo, y aprovechamos la labor de un equipo de 25 personas de nuestro Centro de Sostenibilidad en materia de ESG, activismo corporativo y voto, además de análisis medioambiental e informes trimestrales”.
No solo energía limpia
La inversión temática medioambiental no se limita a la energía limpia, y la diversidad de las empresas que se concentran en crear soluciones medioambientales es enorme. De hecho, las oportunidades que ofrece ya solo la transición energética abarcan multitud de tecnologías e innovaciones en una gran variedad de sectores, como por ejemplo redes inteligentes, transporte alternativo, vehículos eléctricos, eficiencia energética industrial, edificios verdes, iluminación LED, pilas de combustible de hidrógeno, energía eólica y fotovoltaica, etc.
Y esto ni siquiera incluye las empresas que se concentran en mejorar la biodiversidad del planeta, revolucionar la producción alimentaria, disminuir el consumo de agua y desarrollar soluciones para limitar nuestro uso de plástico.
No solo fondos con historial de subidas
La inversión sostenible y concentrada en el medioambiente todavía es una disciplina joven, que crece con fuerza y en la que no dejan de surgir nuevos fondos.
Como punto de partida, el historial de un equipo puede ser un indicador útil de su comportamiento hasta el momento. No obstante, tal como nos recuerdan constantemente los organismos reguladores, las rentabilidades pasadas no deben considerarse como indicativas de rentabilidades futuras.
Impacto de los fondos temáticos
Mucha gente cree que la única manera de invertir con impacto es a través de capital riesgo, private equity o financiación directa de proyectos. Aunque estas modalidades de inversión constituyen vías potentes para lograr impacto, tienen poca escala, se concentran en nichos muy específicos y son de difícil acceso.
Por este motivo, “nuestro enfoque abarca todas las capitalizaciones”, señalan los expertos. Esto también significa que podemos lograr un impacto significativo invirtiendo y dialogando activamente con empresas más jóvenes y prometedoras en el segmento medioambiental.
Conclusión
A modo de conclusión los expertos explican que “es innegable que la búsqueda de soluciones más verdes para proteger y dotar de energía a nuestro planeta será una oportunidad de inversión significativa, pero la rapidez con la que evolucionan estas soluciones plantea un reto para los selectores de fondos.
Además de los operadores ya establecidos y conocidos, habrá empresas pequeñas, ágiles e innovadoras tratando de forjarse un nombre en este mercado en plena evolución, y cualquier de ellas podría convertirse en una superestrella del mañana.
Encontrar fondos de temática medioambiental efectivos requerirá análisis y una mente abierta, así como la convicción necesaria para invertir con pureza temática y con un enfoque sin restricciones.