Eco- ansiedad: ¿cómo calmarla?

Este trastorno psicológico afecta a un número cada vez mayor de personas que se preocupan por la crisis medio ambiental

La Organización Mundial de la Salud considera que el cambio climático representa "la mayor amenaza para la salud mundial del siglo XXI". Recientemente, han surgido una serie de enfermedades respiratorias, diferentes tipos de cáncer y otros problemas físicos relacionados con este problema. Pero, además, este fenómeno también puede producir una afección de la salud mental. Es lo que se conoce como "ansiedad ecológica" (o eco-ansiedad), un trastorno psicológico que afecta a un número cada vez mayor de personas que se preocupan por la crisis medio ambiental.

Esta preocupación e impotencia se agrava a medida que se publican informes climáticos desalentadores y las conferencias mundiales sobre el tema no logran ningún progreso significativo. Así pues, a las implicaciones físicas del cambio climático hay que sumar las consecuencias de este fenómeno para nuestra salud mental.

Los efectos de la ansiedad ecológica se pueden ver en el creciente número de personas que se manifiestan por causas ambientales (como el movimiento Extinction Rebellion) y votan por partidos políticos con agendas ambientales más fuertes. Por otro lado, la inversión sostenible y, especialmente aquella relacionada con el medio ambiente, va en aumento. Los activos globales bajo gestión que siguen criterios de inversión relacionados con la sostenibilidad han incrementado casi un 35% hasta superar los 30 billones de dólares en 2018, desde los 22 billones de dólares en 2016, según Global Sustainable Investment Alliance. 

Una de las razones de este aumento ha sido, precisamente, el incremento de la demanda por parte de los inversores, que exigen que los activos de sus planes de pensiones se destinen a inversiones sostenibles.

Sin embargo, aunque cada vez hay más concienciación entre los inversores, la mayoría de estos activos siguen aplicando un procedimiento de selección negativa basado en la exclusión ("screening", en inglés). Enfoques más proactivos, como invertir en aquellas empresas que integren los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza en el proceso de inversión o la inversión en fondos de temática sostenible que seleccionen compañías que han tomado la delantera en su preparación a estos cambios y probablemente sean más rentables en el largo plazo, son todavía residuales. Así, los fondos de temática sostenible representan sólo alrededor de 1 billón de dólares.
El cambio climático es una cuestión compleja. Sus implicaciones van más allá de sus consecuencias físicas y ahora están afectando cada vez más el bienestar psicológico de muchas personas. Las protestas y los votos han sido durante mucho tiempo las fuerzas del cambio. El aumento de la inversión sostenible en planes de pensiones a menudo se pasa por alto y, sin embargo, es un motor importante del cambio social.

En los próximos 20 años, los riesgos relacionados con la sostenibilidad afectarán a toda la cadena de valor y a todos los sectores. Por lo que creemos que invertir en compañías cuyos productos y servicios ayuden a mitigar y adaptarse al cambio climático no sólo proporcionará rendimientos más atractivos a largo plazo, sino que también permitirá a los inversores alinear mejor sus valores con sus decisiones de inversión. Precisamente con esta intención, hace más de 11 años lanzamos el Schroder International Selection Fund Global Climate Change Equity, un fondo de renta variable global que invierte en empresas que creemos que se beneficiarán de la transición hacia una economía baja en carbono.

Carla Bergareche, Directora General de Schroders España y Portugal

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