«El mercado infravalora las acciones poco volátiles»

A largo plazo, con una estrategia enfocada en la gestión del riesgo y no en los retornos los resultados son mejores y hasta se bate a los índices, apunta este experto. Se puede invertir en renta variable sin sufrir toda la caída.

Más de 25 años de datos revelan que haber invertido en los valores más «arriesgados» del mercado ha sido menos rentable que haber apostado por los menos volátiles. Es la conclusión del análisis llevado a cabo por el equipo de Seeyond, la afiliada de Natixis Global AM especializada en estrategias de volatilidad, motivo por la cual han desarrollado una estrategia basada en encontrar esos valores menos volátiles y con baja correlación entre sí. El resultado: una subida del 6,68 por ciento en lo que va de año. Juan Sebastian Caicedo, gestor del Seeyond Europe Min Variance y del Seeyond Global Min Variance, desgrana su funcionamento.

¿Cómo funciona una estrategia de 'mínima varianza'?

A partir de la selección de acciones con bajas correlaciones entre sí, la volatilidad de la cartera se reducirá. Es la máxima que debemos tener en mente a lo largo de todo el proceso de selección. Por eso es importante partir del universo de inversión más amplio posible. Para la cartera europea, del Seeyond Europe Min Variance, tomamos como referencia el MSCI Europa y el Eurostoxx 600. Para cada una de las acciones intentamos estimar su riesgo y su correlación, pero hay casos, como por falta de datos o poca liquidez, en los que esto no se puede aplicar. Además, hay que calibrar si los cálculos se han distorsionado por eventos específicos a corto plazo. Por ejemplo, si una empresa es objetivo de una adquisición, su volatilidad variará con respecto a su media. Esto da una matriz de volatilidades y correlaciones donde cada punto es la co varianza entre una acción y otra. A través de un optimizador obtenemos la mejor combinación de acciones para cumplir con nuestro objetivo de minimizar al máximo posible la volatilidad.

¿Por qué ese enfoque hacia acciones de menor volatilidad?

Desde los años 70, el número de movimientos semanales del mercado de /- 5 por ciento a tres años se ha más que doblado, de cinco a unos 18. Estamos entrando en una coyuntura en la que estos eventos son cada vez más frecuentes. El riesgo debe ser parte de la construcción de una cartera y hay que saber explicárselo a los clientes.

¿Por qué funciona una estrategia de baja volatilidad?

Al minimizar la volatilidad de la cartera, lo que buscamos es capturar una ineficiencia que existe en el mercado, que infravalora consistentemente las acciones poco volátiles. Los inversores muchas veces privilegian psicológicamente las de altas volatilidades porque creen que son las que tienen mayores probabilidades de dar muchísimas ganancias. La mayoría de las veces se equivocan.

¿Por qué existe esa ineficiencia?

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Por motivos conductuales, sobre todo. Casi siempre un inversor compra una acción como si fuese un billete de lotería; cree que le puede dar una rentabilidad del 30-40 por ciento a finales de año. Pero como ocurre con la lotería, algunos ganarán y la mayoría pierde. Nestlé, con un potencial del 5 por ciento, no es atractivo para muchos. Ese problema se exacerba porque se suele buscar acciones con similitudes a las que ya han subido, pero lo más probable es que, por ejemplo, Apple solo haya una. Pero es que además el sistema de la industria financiera, donde los bonus premian la rentabilidad, es decir, a quienes probablemente hayan asumido muchísimo riesgo, lleva a ello.

¿Para qué entorno de mercado interesa esta estrategia?

Es una estrategia que sufre en rallys, pero a largo plazo, en un ciclo bursátil, debería batir a su índice. Puede que un año la bolsa suba un 35 por ciento, tal vez el fondo suba un 25. No importa, porque es un evento que sucede o después de un desplome o antecede a una burbuja.

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