El renacer de los fondos garantizados

Eliminados prácticamente por completo de la gama del año pasado, estas estrategias conservadoras vuelven a destacar entre los nuevos lanzamientos de las gestoras. ¿Interesa entrar?

Desterrados el año pasado de la parrilla de oferta de las principales gestoras, este año los fondos garantizados vuelven a copar las nuevas propuestas de la industria. Desde la renovación de sus garantías en Allianz Popular AM y Bankinter Gestión de Activos, a los lanzamientos de Santander AM, Gescooperativo, Kutxabank y CaixaBank AM. Y esto solo en el primer mes y medio de 2016.

La explicación, apuntan los expertos, está en el volátil entorno de mercado actual. «Los que entraron en bolsa al calor de las subidas, han sufrido las caídas, incluyendo los fondos mixtos», señala Alejandro Carrasco, de Conecta Capital. «El inversor lo que busca es seguridad para sus ahorros y la palabra 'garantizado' suena muy bien», apunta en este sentido José María Luna, de Profim. No buscan ya ganar, sino proteger su capital. «Y lo que hacen los garantizados es ayudar a salir del paso», añade.

Al construir estas estrategias, explica Carlos Farrás, de DPM Finanzas, la gestora normalmente compra deuda gubernamental y opciones (derivados) que serán las que ofrezcan una rentabilidad tradicional a los inversores. Sin embargo, señala este experto, los bajos tipos de interés hacen que el efectivo que puede invertir en derivados sea menor y, además, su coste ha aumentado como consecuencia de la mayor volatilidad. Por eso, varias gestoras están optando por no garantizar el 100 por cien del capital en lo que ahora se llama «fondos de rentabilidad objetivo con capital no garantizado».

«La liquidez es un tesoro», recalca Luna. Y es algo de lo que el inversor en un garantizado no tiene. Salvo en las ventanas de liquidez que ofrecen algunos, cerrar una posición puede suponer pérdidas. Ante esto, el experto optaría mejor por fondos monetarios con una comisión muy baja, como el Renta 4 Monetario o el A&G Tesorería, que ahora dan una rentabilidad baja, pero positiva. Pero también hay productos de renta fija a corto plazo que se adaptaría a este perfil, como el Vanguard Euro Government Bond Index, que no tiene comisión de gestión.

Así, Farrás recuerda que el inversor deberá tener en cuenta que tendrá su dinero inmovilizado durante un tiempo, que tiene cubierto el riesgo a vencimiento, pero no durante la vida del mismo, y que, en muchos casos, está básicamente asumiendo el riesgo de la deuda soberana.

¿Qué vigilar?

Aunque un fondo garantizado sea el producto que más se ajuste a sus necesidades, hay elementos que hay que vigilar antes de entrar en uno. Carrasco señala dos imprescindibles: la comisión de gestión y los activos subyacentes. Al ser productos, por lo general, de gestión pasiva, sus costes no deberían ser elevados. «Más de un 1 por ciento sería excesivo», apunta. Y que finalmente pueda garantizar o no la rentabilidad dependerá de dónde invierte. Este tipo de fondos suele optar por bonos que, pese a los buenos años de la renta fija, en estos momentos no ofrecen retornos atractivos.

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Farrás añade otros elementos a tener en cuenta. Por una parte, el riesgo de emisor que está asumiendo -si es deuda española u otra-, si está cubierto el riesgo del 100 por cien de la inversión, si ofrece ventanas de salida más allá del vencimiento, y a qué va referenciado. «No es lo mismo si va referenciado a un índice de bolsa que a una acción y no es lo mismo si son revalorizaciones punto a punto que medias», recuerda.

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