El resurgir de la gestión activa
La tasa de éxito de los fondos de gestión activa sube al 40 por ciento gracias a la gran rotación
El enfrentamiento entre los que defienden la gestión activa y los que son adalides de la gestión pasiva se recrudecerá en los próximos meses. Más si cabe cuando, después de años en los que los fondos indexados sacaban jugosas rentabilidades, ahora y, como consecuencia de la gran rotación, los fondos de gestión activa podrían superarlos en retornos.
Víctor Alvargonzález, director de la estrategia de la firma de asesoramiento independiente Nextep Finance, confía en que este año este tipo de fondos aumentarán su “tasa de éxito”, lo que Morningstar define como el porcentaje de fondos que saca ventaja a sus competidores de gestión pasiva.
En los últimos 10 o 20 años, esta ratio ha sido de apenas un 25 por ciento, pero en 2021 ha alcanzado ya el 40 por ciento. Aún así, Alvargonzález destaca que todavía están por detrás de los de gestión pasiva.
Para el experto, el catalizador de esta mejora en sus rentabilidades fue, en un primer momento, la gran rotación que se puso en marcha el año pasado como consecuencia de la llegada de las vacunas y a la salida del confinamiento.
“Estas variaciones pueden durar años, coincidiendo con el cambio de ciclo económico”, reitera el experto.
La subida de tipos perjudica al growth
La rotación de este año estará marcada por la inflación. Los precios no se disparan por la guerra, aclara Alvargonzález, si no por las sanciones impuestas a Rusia: “el aislamiento económico del mayor productor global de materias primas (y tercero de petróleo).
Es lo que ahora llamamos “la Gran Rotación al cuadrado”, indica Alvargonzález. Este shock inflacionista, y su consecuente impacto en las políticas monetarias de los bancos centrales, es un auténtico remolino para la rotación interna de los mercados, marcando nuevas pautas de evolución por sectores, países, clases de activos y estilos de gestión.
Esto provocará un alza de tipos por parte de los bancos centrales para controlar la inflación, que ya ha comenzado en los Estados Unidos y en el Reino Unido. Esto, a la postre, favorecerá a los valores ‘value’. Este estilo de gestión se ve favorecida cuando hay inflación y políticas monetarias restrictivas y, en cambio, penaliza los valores tecnológicos (el Nasdq se dejó este martes algo más del 2 por ciento).
“A la larga, genera más oportunidades para el gestor activo”, concluye Alvargonzález, quien confía en que este tipo de gestores sabrá sacar partido sus inversiones.
Los fondos 'value' de gestión activa ganan en el año
Los efectos de esta rotación hacia el value y una mayor predominancia de la gestión activa comienza a tener efectos positivos en el arranque de año. Un claro ejemplo son los gestores del 'value investing' españoles.
Por ejemplo, Cobas Selección se anota una revalorización en lo que va de año de algo más del 15 por ciento. El vehículo tiene una fuerte exposición a energía y comercio.
Otro fondo de inversión de este tipo es el Value Gestión. El retorno es del 8 por ciento. Se trata de un fondo de fondos, que invierte en gestoras defensoras del estilo ‘value investing’ como pueden ser Cobas o Azvalor.
Precisamente el Azvalor International se anota una rentabilidad del 34 por ciento gracias a su apuesta por compañías mineras y de petróleo y gas.
15 años por detrás de la gestión pasiva
A pesar de este inicio de año, el rendimiento de los fondos de gestión activa en España ha sido sensiblemente inferior a la de sus índices de referencia y a la de los fondos de gestión indexada para el periodo 2006–2020.
«En ninguna de las principales categorías de los fondos hemos observado rentabilidades superiores a la de los índices de mercado, llegando hasta -5,0 puntos porcentuales de diferencia en rentabilidad anual en el caso de la categoría de renta variable mixta internacional (-4,3 p.p. de diferencia con su categoría de fondos indexados)» señala Iván Abellán, coautor del estudio sobre gestión activa y pasiva.
La rentabilidad media de las 19 categorías analizadas de gestión activa ha sido de un 1,7 por ciento anual, frente a un 4,2 por ciento de los fondos de gestión indexada comercializados en España.