Los fondos de retorno absoluto también sufren
Estos fondos no lograron desmarcarse de los acontecimientos que han golpeado a los mercados financieros
Los fondos de retorno absoluto tienen fama de lograr rentabilidades positivas aunque caigan los mercados mediante el control de la volatilidad, lo que supone una reducción del riesgo.
Para el inversor más conservador implica revestir de cierto carácter defensivo a su cartera. Sin embargo, no en todos los casos fue así, lo que provocó cierto descontento dentro de la comunidad financiera. Así lo asegura la revista INVERSIÓN en su número de esta semana ya disponible en Kiosko y Más, el mayor quiosco digital, y Pressreader.
En lo que va de año, la categoría se anota una rentabilidad negativa del 5,51 por ciento. Si bien es cierto que terminaron el mes de abril con una revalorización del 2 por ciento, según los últimos datos de Inverco (la asociación de instituciones de inversión colectiva y fondos de pensiones).
Pero, si echamos la vista atrás, las rentabilidades de la categoría permanecen en negativo a uno, tres y cinco ejercicios.
Entonces, ¿por qué no cumplieron con las expectativas que había sobre ellos?
Estos fondos no pudieron evitar la volatilidad del primer trimestre por mucho que intentaran controlarla porque también se vieron afectados por estos vientos de cola, señala José María Luna, socio fundador de Luna y Sevilla Asociados.
Para empezar, en el primer trimestre del año hubo dos crisis que se han solapado. Por un lado y, hasta febrero, hubo una crisis de liquidez, de solvencia y de petróleo que fue solventada con la intervención de los bancos centrales, explica Luna.
A partir de esa fecha, los fondos de retorno absoluto tuvieron que lidiar con la pandemia, el confinamiento y el parón de las economías a nivel mundial.
Ligados al mercado
El ‘crash’ bursátil provocado por el virus, por otra parte, reabrió el debate de si son útiles para ofrecer cierta descorrelación con los mercados financieros.
«La mayoría de los fondos de retorno absoluto tienen cierta direccionalidad con los mercados, aunque se intente decir lo contrario reduciendo la beta en renta fija, por poner un ejemplo», insiste Luna.
Esta opinión también es apoyada por Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep Finance, quien reconoce que la idea es muy buena pero, luego, solo la cumple el «10 por ciento de los fondos».
Con lo cual, es como «buscar una aguja en un pajar». A esto hay que sumar el problema de la falta de consistencia: es muy difícil encontrar un fondo de esta categoría que mantenga las rentabilidades año tras año.
Ausencia de referencias
El hecho de que no están referenciados a ningún índice, sino que su cartera se compone de diferentes activos y estrategias, hace que dependan mucho de la visión del gestor a la hora de seleccionar los activos, lo que puede hacer pensar que ofrecen una gran diversificación.
Sin embargo, el riesgo está en las operaciones que adoptan como ‘long short equity’ o ‘equity market neutral’. Aún así, Paula Mercado, directora de análisis de VDOS, señala que la volatilidad les ha beneficiado y les ha permitido aplicar estas estrategias.
El problema es que el rally posterior al ‘crash’ les ha perjudicado: «Ha sido una recuperación muy brusca que ha compensado a los inversores en los mercados de renta variable».
Excepciones y alternativas
Esto no quiere decir que no haya excepciones. Destaca el Pictet Atlas, que se anota una rentabilidad del 2,10 por ciento, que «no hay que desdeñar cuando los índices cotizan en negativo», reconoce Luna, quien añade que, cuando los selectivos se desplomaban el 20 por ciento, el fondo sólo se anotaba una rentabilidad negativa del 1 por ciento.
Global Currency Absolute Return Fund USD es el más rentable del año invirtiendo en divisas globales a través de derivados, lo que le ha valido para anotarse cerca de un 13 por ciento.
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