Fondos de inversión como complemento ideal a la jubilación
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El nivel de cobertura hace insostenible el actual sistema de pensiones. La esperanza de vida de nuestro país es, afortunadamente, de las más elevadas en el mundo, y subiendo, y la pirámide poblacional se ha invertido con un bajo número de trabajadores frente a pensionistas. Si a lo anterior unimos un sistema de reparto como el español y un ahorro privado muy por debajo de lo necesario, la fórmula para un grave problema en el futuro está garantizada.
Este gran reto necesita el diálogo político, pero nosotros, como ciudadanos, debemos tomar conciencia y medidas particularmente. Los pensionistas españoles del futuro van a recibir unas rentas que no les permitirán mantener el poder adquisitivo, por lo que el ahorro privado debe contemplarse como un complemento necesario para poder mantener una calidad de vida conveniente después de la jubilación.
Dentro de los vehículos de inversión disponibles para complementar las pensiones públicas los fondos son, sin duda,una buena alternativa desde el punto de vista de la rentabilidad, seguridad y fiscalidad. Los traspasos de los fondos de inversión (armonizados y registrados en España) están exentos de tributación, lo que permite adecuar el riesgo del ahorrador sin coste fiscal, modulando el riesgo asumido de más a menos a lo largo de la vida profesional, desde posiciones más arriesgadas para las personas más jóvenes, hasta posiciones más conservadoras para las personas que están próximas a la jubilación. Por ejemplo, en imdifunds se puede pasar de un compartimento a otro del fondo según el riesgo que se pueda asumir (del compartimento más conservador -azul-, al de mayor riesgo -rojo-). Además, si estamos pensando en ahorro a largo plazo siempre debemos elegir fondos de acumulación (que no repartan dividendos). Una vez llegados a nuestra jubilación, podremos ir reembolsando sistemáticamente nuestra posición en función de nuestras necesidades.
Hay otras alternativas, como los planes de pensiones, sin embargo, el problema de estos vehículos es que, en mi opinión, la fiscalidad no premia suficientemente la iliquidez o falta de disponibilidad de este ahorro. Aparte de esto, sólo se pueden deducir fiscalmente un máximo de 8.000 euros anuales. En los planes, el rescate se puede realizar de una vez, en varios reembolsos, en forma de renta periódica o como una renta vitalicia, pero dado que para los fondos de pensiones los reembolsos van a tener la consideración de rendimientos del trabajo, conviene examinar con cuidado las cantidades a reembolsar por ejercicio fiscal.
Recomendamos al ahorrador separar una parte del ahorro para la jubilación e invertirlo en fondos pues, si no planifica su futuro teniendo en cuenta que cualquier objetivo de ahorro pasa por, al menos, batir a la tasa de inflación, cuando se jubile no podrá mantener ni un tercio su nivel de vida actual.