Fondos de retorno absoluto: riesgo controlado y rentabilidades de doble dígito

Los fondos de retorno absoluto con volatilidad controlada logran cumplir su objetivo de rentabilidad en épocas complicadas

El estallido de la pandemia, primero, y la posterior recuperación económica, después, han supuesto una verdadera prueba de fuego para los fondos de retorno absoluto. 

La teoría señalaba, hasta la fecha, que este tipo de productos tenía como objetivo una rentabilidad determinada con una volatilidad controlada y, al mismo, tiempo una descorrelacción con los mercados.

Más si cabe en entorno al que se enfrenta el inversor: con tipos nominales en el cero por ciento y los reales en negativo, donde la renta fija no puede ser una alternativa al inversor más conservador.

Y, lo cierto es que así han sido, hay fondos de retorno absoluto con una volatilidad controlada del 2 por ciento que se anotan rentabilidades de doble dígito y estas ganancias se amplían si la volatilidad asumida es del 10 por ciento.

“Se trata de una muy buena alternativa no sólo para el inversor conservador”, explica José María Luna, socio y fundador de Luna y Sevilla Asesores Patrimoniales, ya que se beneficia de la dispersión que puede haber dentro de un sector, compañías o países. 

“Por poner un ejemplo, puede invertir en el sector petrolero en compañías más verdes, dejando de lado las que no siguen estos criterios ya que puede combinar posiciones compradas y de vendidas”, explica el experto.

La clave, por lo tanto, será la gestión activa de producto. 

A largo plazo también funcionan 

Si como decíamos los fondos de retorno absoluto han superado con nota la crisis provocada por el coronavirus, a largo plazo también han registrado un buen comportamiento.

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Es el caso de Belgravia Epsilon, el vehículo de referencia de Belgravia Capital.

Se trata, según lo datos de Inverco del mes de septiembre, del fondo de retorno absoluto más rentable de su categoría a diez y quince años, con una rentabilidad anualizada del 7,41 por ciento y del 5,33 por ciento.

Es más, desde su lanzamiento en 1999, el Belgravia Epsilon acumula una rentabilidad del 404 por ciento, sacándole una ventaja al índice Stoxx 600 de 235 puntos porcentuales.

En lo que va de año se anota una rentabilidad del 11 por ciento.

Como explica Cristina Solinís, directora de relación con Inversores de Belgravia, explica que “desde su lanzamiento, el Belgravia Epsilon ha puesto de manifiesto su capacidad para adaptarse a cualquier entorno de mercado, incluso en escenarios marcados por la volatilidad”.

Rentabilidades de doble dígito en lo que va de año

Los fondos con volatilidad inferior al 2 por ciento también son rentables

Si se trata de un inversor conservador, que busca una rentabilidad por debajo del 2 por ciento, hay dos opciones. 

Por un lado, la gestora Amundi comercializa el Amundi MSCI USA Minimum Volatility Factor, referenciado con exposición a los Estados Unidos, y el Amundi MSCI Europe Minimun Volatility Factor, con presencia en Europa.

El primero gana un 23 por ciento en el año, pero a tres años la rentabilidad es del 44 por ciento, mientras que el segundo también registra un comportamiento positivo, del 17 por ciento en el año, y del 33 por ciento a 3 años.

Alternativas con una volatilidad del 10 por ciento

La rentabilidad de los fondos de retorno absoluto también funciona con volatilidades por encima del 6 por ciento e, incluso, más allá del 10 por ciento. 

La volatilidad del Picet Atlas está controlada al 6 por ciento, lo que le permite anotarse una rentabilidad del también 6 por ciento este 2021 y de alrededor del 6 por ciento a 3 y 5 años.

Un ejemplo de vehículos de inversión con volatilidad del 10 por ciento es el Tramontana Retorno Absoluto Audaz, con una rentabilidad en el año del 17 por ciento, aunque a 3 y 5 años cae al 2 por ciento.

Generali Investments Sicav Euro Equity Controlled Volatility se anota un retorno del 17 por ciento, mientras que a 3 años es del 8 por ciento y a 5, del 6 por ciento.

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