Fondos para afrontar un escenario más volátil
Los expertos ya venían advirtiendo de que los niveles de volatilidad en los que los mercados estaban inmersos desde hace[…]
Los expertos ya venían advirtiendo de que los niveles de volatilidad en los que los mercados estaban inmersos desde hace meses eran anormalmente bajos, e insostenibles a medio plazo. El tiempo les ha dado la razón, con las correcciones de las últimas semanas dejando claro que la volatilidad ha vuelto para quedarse y, en este escenario, es probable que los inversores tengan que replantearse su estrategia a la hora de invertir en fondos.
«La volatilidad volverá a niveles más normales, que no eran los bajos niveles que hemos tenido en 2017. El repunte de volatilidad de los últimos días es un aviso a navegantes: la situación se relajará pero esperamos un 2018 más volátil que el último año», explica David Sánchez, analista de fondos de Andbank España.
«La volatilidad es una característica inherente a los mercados de capitales. Desde 2009, ha descendido a mínimos históricos y se ha concentrado en momentos puntuales consecuencia de temores pasajeros. En general hemos vivido 10 años de muy poca volatilidad o de volatilidad reprimida; esta represión es una consecuencia de las políticas monetarias expansivas acometidas por los bancos centrales de EE.UU., Europa y Japón», explica desde Norgestión Miguel Puertas. Conforme esas políticas monetarias expansivas van desapareciendo, el comportamiento de los mercados sigue su cauce natural: «Esperamos que la volatilidad aumente los próximos meses y vuelva a niveles parecidos a los vividos antes de la crisis financiera de la que estamos saliendo. Esto es normal y saludable», afirma.
Para Patricia Justo, directora de Selección de Fondos de A&G, y Diego Fernández Elices, director general de Inversiones de A&G, ha comenzado un proceso de normalización, desde un entorno de mercado anómalo en muchos sentidos: «Se normalizarán política monetaria, tipos de interés, valoraciones de la renta variable y también, volatilidad. Esta normalización genera mucha volatilidad y este tipo de correcciones, viniendo de donde venimos, son normales y no tienen por qué ser nada más que eso», dicen con respecto a las últimas caídas.
«Desde el Brexit, la volatilidad se ha movido a la baja», debido a varios factores como las políticas acomodaticias de los bancos centrales, el fuerte apetito por los activos de riesgo buscando mayores retornos, la complacencia respecto a riesgos latentes, o el fuerte impacto de productos cotizados posicionados cortos en volatilidad, entre otros factores, recuerdan también Gilbert Keskin, co director de Volatilidad, Overlay y Convertibles, y Stéphane Eckhardt, especialista de Inversión en la misma área, de Amundi AM. Pero, debido a los riesgos que rodean los mercados, hay suficientes razones para esperar que la volatilidad permanezca como ahora, en un rango medio-bajo, y no vuelva a los niveles bajos del pasado. «Además, esperamos que la volatilidad por sí misma sea más volátil», dicen los expertos. Por eso era de esperar lo ocurrido en las últimas semanas: un repunte en la volatilidad catalizado por uno de los riesgos latentes y las posiciones complacientes de los inversores.
La Fed y las máquinas: ¿los culpables?
Detrás de estos movimientos de los últimos días en los mercados, los expertos hablan de las altas valoraciones, pero también de posibles cambios de expectativas en cuanto a las políticas de la Fed y del impacto en los mercados de instrumentos de trading o incluso los ETFs.... Porque lo que no ven son cambios fundamentales en el escenario económico: «Detrás de la fuerte subida de la volatilidad en los mercados de renta variable americanos parece estar algún instrumento sobre la misma apalancado además por los algoritmos de trading. Lo que no hay es cambios fundamentales: ni desde los datos, que arrastran positiva inercia, ni desde las encuestas, que continúan en niveles expansivos, ni siquiera desde los bancos centrales, pese a que puedan ir más rápido de lo previsto hace sólo unos meses», comentan desde Andbank.
«El aumento de volatilidad se produjo a causa de las máquinas (roboadvisors) que, llegados a ciertos niveles de cotización, tiran del mercado y crean estos desplomes», coincide Roberto Berzal, Sales Trader de Orey iTrade, pero también habla de la Fed: «Los inversores se pusieron nerviosos temiendo que la inflación lleve a que la Fed eleve el ritmo de subidas de tipos y, en un entorno de tipos elevados, las bolsas se ven perjudicadas y hay trasvase de dinero hacia la renta fija». Y también reconoce que los mercados estaban caros: «El mercado americano y el alemán venían de máximos históricos y era necesaria una corrección técnica que ahora parece que se está calmando».
Pero los expertos hablan de una simple corrección: «Con los beneficios empresariales creciendo a doble dígito, el mero paso del tiempo abarata las bolsas y los miedos sobre la inflación nos parecen infundados teniendo en cuenta que existen aún una serie de fuerzas deflacionistas estructurales como la digitalización de la economía o el envejecimiento de la población entre otros», dicen en A&G. Los expertos creen que el miedo del mercado es más sobre la velocidad del ajuste que sobre si éste ocurrirá, «porque la economía está preparada para unos tipos de interés algo más altos. Lo que quizás haya ocurrido estos días es que hayamos subido un escalón en el rango de volatilidad en el que nos movamos a partir de ahora y sobre todo en la bolsa americana, que es en la que la volatilidad había alcanzado niveles ridículos, de ahora en adelante veamos mayores fluctuaciones en precios», explican.
Para algunos, pues, se trata solo de una corrección dentro de un ciclo alcista, como defiende Patricia Mata, responsable de imdi funds: «El movimiento de los mercados hay que encuadrarlo dentro de una corrección habitual dentro de un ciclo alcista que ha sido catalizado por factores estructurales ligados a estrategias cortas de volatilidad (estrategias que tienen que vender necesariamente cuando la volatilidad repunta). Sin embargo, una corrección de mercado de esta magnitud no es, para nada, algo sorprendente o extraordinario, y es algo con lo que debemos contar siempre a la hora de invertir, aunque ha sido la velocidad a la que dicha caída se ha producido la que ha podido tener un mayor impacto psicológico en los ahorradores», explica.
Mata, que insiste en que los bancos centrales van a ser especialmente cuidadosos en las estrategias de salida, cree en la importancia de pensar en la inversión con un horizonte temporal adecuado: «Aunque es humano sufrir y preocuparse ante unos mercados más adversos, debemos intentar mantener la mirada fija en los objetivos y plazos marcados», recuerda.
¿Dónde y cómo refugiarse?
En este entorno, los expertos recomiendan buscar refugio en sectores y fondos defensivos (productos monetarios, de renta fija a corto plazo, mixtos conservadores, de renta variable sin exposición a mercado...), o también pasar al ataque y aprovechar el repunte de la volatilidad para invertir en el activo en sí. Todo, sin olvidar la importancia de la diversificación.
En cuanto a fondos refugio, desde Andbank seleccionan tres tipologías de productos: en primer lugar, fondos monetarios como el DB Portfolio Euro Liquidity o de deuda a corto plazo como el Gesconsult Corto Plazo. «Con estos fondos estamos al nivel mínimo de riesgo», explica Sánchez. En segundo lugar, fondos de renta fija de gestión flexible como el Schroder ISF Strategic Bd o el BSF Fixed Income Strategies, «para los que no quieran renunciar a cierta volatilidad, pues son fondos muy flexibles que se pueden adaptar a entornos cambiantes». Por último, fondos de renta variable sin riesgo direccional, los llamados de mercado neutral, como el Old Mutual Absoluter Return Equity o Natixis DNCA Miuri. «Sin salirnos de la renta variable pero evitando los movimientos del mercado, son fondos que toman posiciones cortas para aprovechar la divergencia entre una selección de compañías que consideran interesantes contra los índices de renta variable o contra otras compañías», añade.
Desde A&G, hablan también de tres tipos de fondos que pueden ayudar a mitigar la volatilidad de las carteras: fondos mixtos conservadores con un fuerte componente de control del riesgo y la volatilidad en su proceso de inversión, como DIP Client Risk 3 -fondo mixto conservador muy diversificado entre muchas clases de activo, que busca la máxima descorrelación-, fondos alternativos sin exposición a mercado, o de mercado neutral como el Old Mutual Global Equity Absoluter Return -fondo de mercado neutral, gestionado de forma cuantitativa, que analiza multitud de factores tanto de precio, mercado, momentum, etc. para construir una cartera larga de acciones y otra corta, de forma que el riesgo a mercado sea cero- y fondos gestionados por primas de riesgo, como LFP Vision UCITS Premia -fondo de gestión alternativa con una cartera diversificada entre varios activos, que no toma apuestas direccionales sino que intenta minimizar los distintos riesgos de cada activo-.
Otra estrategia clave es la diversificación: «Para nosotros la mejor forma de combatir la volatilidad es diversificando las carteras. Eso no quiere decir tener muchos fondos, sino tener fondos cuyo comportamiento no dependa de las mismas variables. Durante los últimos años ha sido difícil diversificar pues los activos se han movido en la misma dirección. Conforme desaparezcan las políticas monetarias expansivas, la inclusión de diferentes activos en las carteras permitirá volver a conseguir diversificación. La dificultad está en diversificar las carteras durante la transición», dice Puertas. En general las estrategias descorrelacionadas son buenas formas de diversificar, dice, y habla del oro, las divisas y los activos inmobiliarios para lograrlo. «Como diversificadores en nuestras carteras hemos utilizado la liquidez o fondos en activos monetarios que están menos expuestos a fuertes movimientos de mercado. Algunos ejemplos incluyen el BGF Euroshort Duration o el EVLI Short Corporate Bond», añade.
Fondos de volatilidad
Más allá de fondos refugio o de aprovechar las caídas para ir de compras, también se puede invertir en fondos que invierten en volatilidad y que suben cuando ésta también se eleva. En este entorno, los productos cotizados (ETPs) largos de volatilidad ofrecen características de diversificación, explican los expertos de Amundi AM, pero más bien apuestan por un uso táctico de los mismos: «Pueden ser muy reactivos en caso de picos de volatilidad pero también son muy costosos cuando los mercados son estables». Por eso, para buscar protección sistemática a largo plazo y ganar con la volatilidad prefieren su estrategia direccional, gestionada de forma activa.
Los fondos direccionales de volatilidad de la gestora, Amundi Funds Absolute Volatility Euro Equities y Amundi Funds Absolute Volatility World Equities, ofrecen exposición a la volatilidad implícita a un año en los mercados bursátiles a través de opciones líquidas cotizadas, con una estrategia de gestión activa alrededor de la naturaleza de reversión a la media de la volatilidad. «Funciona bien tanto cuando la volatilidad implícita aumenta desde niveles bajos o cuando en sí misma es volátil y proporciona oportunidades de trading». Además, cuando la volatilidad se eleva hasta niveles excesivos, la estrategia puede capturar la normalización tomando posiciones cortas. «Los picos de volatilidad, como los que hemos visto en los últimos días, nos proporcionan oportunidades para gestionar de forma activa nuestras posiciones. Si vemos una volatilidad creciente y más volátil en adelante, seremos capaces de lograr retornos positivos este año», añaden. Con todo, siguen siendo cautos porque consideran que el riesgo de una volatilidad predominantemente baja es todavía «real».
Pero algunos expertos advierten de las dificultades de invertir en volatilidad: «Es un activo impredecible por definición. Los repuntes de volatilidad se realizan muy rápido y normalmente se llega tarde, por lo que vemos difícil ganar dinero con ello. Hay opciones que podrían ser más interesantes, de estrategias que también se benefician de los aumentos de volatilidad, como son las estrategias de futuros gestionados (CTAs) que tienden a hacerlo mejor cuando hay más volatilidad en mercado», proponen desde Andbank como alternativa a los fondos de volatilidad.
Coinciden en A&G: «Las estrategias de volatilidad son una herramienta complicada de utilizar. Estar largo de volatilidad es la mejor de las coberturas, pero es muy caro y tiene que ser tácticamente. La mayoría de los fondos disponibles son poco volátiles y lo hacen bien en estos entornos, pero no sirven de cobertura si no tienes una posición muy grande, difícil de mantener en otros entornos de mercado». Puertas tampoco es partidario de usar fondos de volatilidad o estrategias basadas en los repuntes de volatilidad, «porque además de acertar en la dirección (que suba o que baje) hay que acertar en la velocidad de ocurrencia», dice.