Fondos para protegerse de una guerra comercial
Los expertos aconsejan mantener la visión de largo plazo y evitar presionar el botón del pánico. Aun así, recomiendan una decena de fondos muy conservadores para los inversores más miedosos
Aunque largamente anunciada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el inicio de la guerra comercial ha provocado pérdidas generalizadas en las bolsas mundiales, por la implicación que el conflicto arancelario podría tener sobre el conjunto de la economía global.
“Como era de esperar, hemos entrado en un periodo de ruido político e incertidumbre general”, que va a obligar a evaluar la situación y actualizar las posiciones constantemente, explica Norbert Rücker, investigador de la gestora Julius Baer.
Pero, pese a este incremento de la tensión, los asesores financieros consultados descartan que la mejor opción sea pulsar el botón del pánico y salir de cualquier activo o fondo de riesgo.
“En un entorno de guerra comercial va a haber volatilidad y una prima de riesgo mayor. Pero esto es algo que Trump ha anunciado por activa y por pasiva. No estamos ante una de esas situaciones que obligan a buscar refugio en un fondo monetario. Seguir al mercado nunca es buena cosa”, dice al respecto Carlos Farrás, socio fundador de DPM Finanzas.
En la misma línea se expresa José María Luna, socio fundador de Luna Sevilla Asesores: “Yo no estoy tocando la parte de riesgo. En principio, esto va a afectar a toda la bolsa y nosotros no estamos bajando la parte de renta variable”.
Los asesores siguen sin creerse las amenazas de Trump
Uno de los motivos que les llevan a mantener sus posiciones de riesgo es que ambos consideran que Trump emplea los aranceles como herramienta de presión frente a sus socios comerciales, pero prevén que los retirará o reducirá para evitar disparar la inflación, que ha sido otro de los caballos de batalla que le han llevado a la Casa Blanca.
“¿De verdad creemos que Trump, que se ha hecho adalid de la lucha contra la inflación, va a provocar un repunte insostenible de los precios?”, dice Luna.
Más allá de eso, Farrás recuerda que la apreciación del dólar ha reducido el impacto de cualquier subida arancelaria; y también apunta que el “mercado va a parar los pies” a Trump, pues este no seguirá adelante si se producen movimientos abruptos en las bolsas, a su juicio.
Así las cosas, ambos expertos se plantean incrementar sus posiciones en activos que consideran interesantes.
“Vamos a aprovechar para comprar aquellas cosas que son ganadoras y que les están pegando fuerte, muchas veces porque el mercado no discrimina. Igual que hicimos la semana pasada con las caídas provocadas en el sector tecnológico tras la irrupción de la aplicación de inteligencia artificial china Deepseek”, dice Luna.
Algo parecido cuenta Farrás: “No nos vamos a poner más defensivos sino que aprovecharemos para comprar aquellos activos que nos gustan y no están de moda. Por ejemplo, empezamos a ver oportunidades en la parte del mercado con valoraciones más atractivas, como China o la transición energética".
Cómo reducir el riesgo, total o parcialmente
Con todo, los inversores con mayor aversión al riesgo pueden sentirse incómodos manteniendo sus posiciones en una situación de incertidumbre como la actual.
En ese caso, Farrás dice que una opción para reducir el peligro es hacer caja en las blue chips estadounidenses, donde las valoraciones son muy altas e implican “un riesgo no recompensado”, en su opinión.
Por su parte, Luna propone algunos fondos por si la situación deriva en un escenario de guerra arancelaria total, en el que Trump muestre su versión más agresiva, sin importarle la inflación, y que se prolongue en el tiempo.
En ese caso, habría que reducir el peso de la renta variable, comprar dólar (porque los aranceles le benefician) y optar por estrategias de deuda de muy corto plazo, que no se vieran impactadas por una potencial subida de los tipos de interés (para embridar esa inflación)
“Si te da mucho miedo todo esto, baja el peso de la bolsa hasta que estés tranquilo, vete a valores súper defensivos que dependan más del consumo local y, en la parte de deuda, opta por fondos monetarios o de súper corto plazo”, aconseja Luna.
Un ejemplo es el DWS Floating Rate Notes de Deutsche Bank en dólares, un fondo de bonos flotantes que lo debería hacer bien en un escenario de tipos altos y que, además, se beneficiaría de la subida del dólar.
En la parte europea, una opción podría ser el monetario Groupama Ultra Short Term o los españoles Dunas Valor Prudente o Acacia Renta Dinámica, que tienen un componente de retorno absoluto.
Asimismo, "un monetario súper roca defensiva” es el Pictet Sovereign Short Term Money Market, de deuda pública de muy corto plazo, “de la mejor calidad y comisiones muy competitivas”.
Desde Bankinter, por su parte, tienen en sus carteras diversificadas el BNP Euro Money Market y el Amundi Enhanced Ultra Short Term Bond.
“Podrían ser fondos para estar aparcado en caso de que las turbulencias se vayan de madre y la evolución que yo no contemplo se convirtiera en un escenario central. Pero, si no, yo creo que la volatilidad hay que aprovecharla”, avisa Luna.
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