Fondos temáticos para reforzarse en las megatendencias globales
Estos vehículos focalizan su inversión en aquellos sectores o nichos que se van a beneficiar de los principales motores de crecimiento futuro. ¿Deben tener un hueco en cartera? Los expertos comparten con cuáles apostar fuerte.
Con lo que insisten los expertos en tener una cartera diversificada, ¿tienen sentido fondos que concentren sus apuestas en un sector o megatendencia determinada? Los fondos sectoriales y temáticos están viviendo su momento dorado al presentarse como una alternativa a un entorno de tímido crecimiento global. «Y porque generalmente se suelen 'vender' bien en las bancas privadas porque tienen una historia atractiva y fácil de contar», añade Alejandro Allona, analista senior de Inversis. ¿Merecen un hueco en cartera? Pues los expertos coinciden en que sí, pero con matices importantes.
No solo porque es una manera más de diversificar, sino que, como defiende Mar Barrero, analista de Profim Grupo Arquia Banca, también posibilitan el acceso a compañías que participan en el desarrollo presente y futuro de la humanidad. Así, el objetivo de estos fondos temáticos es «aprovechar el potencial actual de las empresas que tendrán éxito en el futuro», explica la experta. «Para ello invierten sin condicionantes y sin tener en cuenta los ciclos con la idea de aprovechar tendencias duraderas y de crecimiento visible».
Hace falta tener estómago
Como ventaja, Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Banca Privada, resalta que este tipo de estrategias buscan un crecimiento estructural, por lo que modulan algo el ciclo económico a favor del inversor y le hacen pensar en el largo plazo, «haciendo más fácil aguantar malos resultados a corto». Claro que como toda inversión, no está exenta de riesgos. Primero porque, como explica Fernández Elices, estos fondos no siempre son apuestas puras. «Es frecuente la inversión en compañías con un porcentaje pequeño de sus beneficios dependiendo del factor deseado». Y segundo, es muy frecuente que sean temas de inversión de consenso, «lo que suele conllevar unas valoraciones exigentes, que pueden desembocar en una decepción en términos de beneficios».
Ya sea un fondo puramente sectorial o uno de megatendecias, Allona recuerda que en ambos casos estamos hablando de fondos de renta variable puros. Es decir, Barrero reservaría este tipo de estrategias a quienes pueden asumir algo de riesgo, a los que puedan asumir fondos destinados al 100 por cien a la renta variable. Al final, recuerda, la volatilidad de estos productos tiende a rondar el 10 por ciento. David Sánchez, analista de fondos de la gestora de Andbank España, añadiría la recomendación de tener un horizonte temporal de inversión alto puesto que este tipo de estrategias requieren de periodos de maduración elevados.
Como último consejo, Luis Bosch, de activos financieros de DiverInvest, buscaría, por un lado, gestoras de cierto tamaño, que permitan al equipo favorecerse de sinergias para encontrar las mejores oportunidades, y por otro, evitar fondos de excesivo tamaño, ya que eso limita su universo de inversión a unas pocas grandes compañías debido a su volumen de activos.
Las tendencias claras
El sector tecnológico se ha desmarcado del nerviosismo e incertidumbre de los mercados globales, y con un razonamiento claro. «El tecnológico o de robótica lleva tiempo sorprendiendo al mercado y puede que no se vea tan afectado por el ciclo económico», defiende Bosch. Sánchez coincide: «En un mundo interconectado, la transformación digital, el Big Data o el Internet de las cosas están cambiando los modelos de consumo y transformando toda la cadena de valor de los negocios». Para este papel, desde Andbank destacan el Allianz Global Artifical Intelligence; fondo que también gusta a Barrero, quien añade el Robeco Global Fintech Equities o el CPR Global Disruptive Opportunities.
Como contrapartida estarían las empresas que trabajan por generar productos y servicios encaminados a favorecer una vida cada vez más sana. Lo que Barrero llama «healthy living». Esto daría una exposición a sectores como el de la sanidad, la nutrición, la biología y el medioambiente, que se pueden canalizar a través de fondos como el Pictet Nutrition, el CPR Invest Food for Generations, el Nordea Global Climate & Enviroment o el Parvest Smart Food.
Ganar con las tendencias demográficas. Una de las grandes apuestas de este tipo de fondos se centra en las dos megatendencias demográficas: tanto el aumento de la población como el envejecimiento de la misma en los países desarrollados. Según datos de la IEA, Naciones Unidas y EY manejados por Andbank, se estima que para 2030 la población mundial se incremente en 1.200 millones. «Esto significa que habrá un aumento considerable en la demanda de recursos básicos», explica Sánchez. Mayor demanda implica mayores precios y, por lo tanto, mayor competencia. «La demanda de energía se incrementará un 33 por ciento para 2035 y la ONU estima que para 2030 la demanda de agua sea un 40 por ciento superior a la oferta y que el 90 por ciento dependerá del agua», añade Sánchez. Un fondo para beneficiarse de ello sería el Pictet Water.
En el segundo caso, el incremento de la esperanza de vida y, en algunos países, la baja tasa de natalidad está originando un aumento del envejecimiento de la población. «Como consecuencia, surgen nuevas necesidades y parámetros de consumo propios de una población cada vez mayor», detalla Sánchez. Son fondos que buscan ganar con lo que Barrero llama la «silver economy», el nombre que se le da al conjunto de la actividad económica al servicio de los mayores de 50 años. Ideas para esta temática pueden ser el CPR Silver Age, de Amundi, o el Lombard Odier Golden Age.
Lejos de las modas
«Siempre hay que ser prudente cuando algo se pone muy de moda», defiende Allona. Por eso, su recomendación se aleja de todas las megatendencias populares y se centraría más en un gestor bueno, «que sepa explotar las ineficiencias concretas», que en un sector atractivo. De hecho, está en un sector «aburrido» y sobre el que no tienen una visión, «ni positiva ni negativa», pero es un equipo y una estrategia probada a lo largo de muchos años, que ha sido capaz de añadir valor tanto contra su sector como contra el índice global, defiende el experto de Inversis. Habla así de bien del Polar Global Insurance, un sectorial financiero.
En general, Fernández Elices le pediría a un fondo temático o sectorial lo mismo que a uno de cualquier otra estrategia: flexibilidad. «Porque buscando temas demasiado específicos muchas veces se termina invirtiendo en acciones de compañías que hacen eso y muchas cosas más», argumenta. Por eso Bosch buscaría siempre gestores con experiencia en el sector y en la temática de inversión.