¿Ha muerto el depósito definitivamente?

Los bajos tipos de interés ha hecho que la banca deje de apostar por los depósitos bancarios tradicionales. Dos bancos han suprimido sus depósitos bienvenida y el resto está bajando las rentabilidades que ofrecen.

ING, Self Bank, Banca Farmafactoring son las últimas víctimas de la política expansiva del Banco Central Europeo. Las dos primeras entidades han tenido que eliminar entre su cartera de productos sus depósitos bienvenida, mientras que el tercero ha acometido una drástica rebaja en su imposición a plazo fijo a un año.

Estefanía González, portavoz de finanzas de Kelisto, recuerda que el depósito del banco holandés ofrecía un 1 por ciento a dos meses, y Self Bank, un 2 por ciento a tres meses. Además, también hace mención a otros productos que han bajado sus rentabilidades como Credit Agricole, cuyo imposición a plazo fijo a doce meses ha pasado del 1 por ciento al 0,90 por ciento, y la Cuenta Facto (la rentabilidad ha caído medio punto hasta el 0,75 por ciento). Otra víctima ha sido Banco Caminos, que ha reducido su remuneración del 0,53 por ciento al 0,46 por ciento.

Lo cierto es que las entidades bancarias no pueden utilizar el depósito como reclamo para captar clientes debido a la política de tipos cero en la que se ha instalado el Banco Central Europeo (BCE). Recordamos que el organismo situó el precio oficial del dinero en el cero por ciento en 2016 y ha prorrogado en dos ocasiones su política expansiva, que acabará en septiembre de 2018, «o más allá si fuera necesario», tal y como se encargó de señalar su presidente Mario Draghi. Rodrigo García, analista de XTB, enumera los principales motivos por los que el depósito ha dejado de ser interesante para los ahorradores: «Entorno de tipos bajos, mayor capacidad de ahorro y educación financiera» y para los bancos: «No aportan grandes beneficios ni refuerzan los ratios de capital». 

Javier Mezcua, experto de HelpMyCash, cree que esta tendencia seguirá en los próximos meses de 2018: «De hecho, algunos bancos están acercando peligrosamente la rentabilidad de sus plazos fijos al cero por ciento como Bankia o BBVA». Así, CaixaBank es una de ellas que ya comercializa un depósito al cero por ciento.

¿Hay esperanza?

Y aunque para 2018 la situación no mejorará, Mezcua sigue pensando que el depósito sigue siendo el mejor producto para invertir para el ahorrador conservador: «Los depósitos disponibles desde España alcanzan el 1,92 por ciento TAE». Pero requiere tiempo y esfuerzo por parte del ahorrador para poder contratarlos: «Hay que buscarlos, sobre todo, en Internet y en el extranjero», reitera Mezcua.

En cambio, González piensa que en 2018 no se verán recortes y desapariciones de estos productos con la misma intensidad que en el año anterior: «El contexto de tipos bajos seguirá, pero quizá hayamos llegado a un punto de cierta estabilización». Antonio Gallardo, experto de iAhorro también espera un cambio de tendencia: «Deberíamos pasar a un entorno estable que anticipe en un plazo nunca inferior a 6 meses y, seguramente más cercano a un año, la subida de tipos».

No todo son malas noticias. González cree que hay todavía opciones conservadoras en las que se puede invertir. Así la experta recomienda la Cuenta Facto, con una rentabilidad que abarca el 0,75 por ciento a doce meses hasta el 1,66 por ciento a cinco años, los depósitos de Banco Finantia Sonfiloc y Credit Agricole; mientras que Javier Mezcua añade un depósito de Wizink con una rentabilidad del 1 por ciento a 18 meses.

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En este desierto de nuevos productos y con caídas en la rentabilidad, también hay entidades que se aventuran a lanzar nuevos productos. Es el caso de Bankinter, que acaba de estrenar un depósito con una remuneración del 0,40 por ciento para inversiones desde 10.000 euros, pero está vinculado a la cuenta nómina.

No obstante, hay un pequeño atisbo de esperanza para el próximo año. «Durante el último trimestre del año o ya entrado 2019 las cosas podrían cambiar y tanto la facilidad de depósito como el interés oficial podría aumentar, lo que favorecería el renacer de los plazos fijos», comenta Mezcua, pero también aclara que «lo más probable es que una posible subida de la rentabilidad de los depósitos venga de forma progresiva y discreta». Gallardo espera que pueda haber cambios a final de año, igual que González, que cree que habrá un cambio de tendencia: «Pero creemos que será muy paulatino». Gallardo calcula que la rentabilidad en un futuro se podrá situar en el 1,5-2 por ciento, pero para un horizonte más lejano, del 2022-2023.

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