La fe en el dólar, mejor con monetarios
Intentar predecir el devenir de los mercados es complicado en sí y hacerlo con las divisas es ir a por la matrícula de honor. Pero si apuesta por un dólar más fuerte, hay opciones interesantes.
El debate estrella del año pasado en el forex era la llegada o no de la paridad en el cambio euro/dólar estadounidense. Aunque esta no se llegó a materializar pese a la contundencia con la que lo defendían reputadas casas de análisis, en 2016 ha sido una apuesta que se ha desvanecido. De hecho, en lo que llevamos de año, el euro ha ganado frente a la divisa americana y se intercambia estos días en el entorno de los 1,12 dólares.
Y lo que es más, con pocas vistas de que se aleje mucho más de ese rango. «Hemos tenido el 'Brexit', atentados, una economía europea que no arranca y el euro/dólar casi no se ha movido. Salvo que salieran datos de la inflación norteamericana muy altos y la Reserva Federal tuviera que subir los tipos muy rápido, no veo la paridad», defiende Carlos Farrás, sociodirector de DPM Finanzas.
Para componer una visión sobre los billetes verdes hay que plantearse dos preguntas, según José María Luna, de Profim. La primera, ¿cuándo y de cuánto va a ser la subida de tipos en EE.UU.?; la segunda, ¿va a apreciarse mucho más el dólar? Por su parte, Luna no ve la paridad euro/dólar. Porque como coinciden ambos expertos, el endurecimiento ya está previsto por los mercados.
Cómo elegir
A quienes no les tiemble el pulso con su apuesta por la divisa estadounidense la «mejor manera», ve Luna, es hacerlo a través de monetarios, tanto en formato de fondos de inversión si se quiere aprovechar la beneficiosa fiscalidad o bien con ETFs. De ahí, hay que plantearse una pregunta clave. El valor liquidativo, ¿en dólares o euros? Porque cada opción tiene consecuencias muy distintas.
En el primer caso, al ser un ahorrador español, y así, con un patrimonio en euros, al comprar un vehículo en dólares el banco o su comercializador le cobrará una comisión por el cambio de divisas. Un coste añadido que rondaría el 1 por ciento. Con las rentabilidades intrínsecas tan ajustadas que ofrecen ya estos vehículos, es para pensárselo bien. Hay alternativas. Las gestoras ofrecen monetarios que invierten en activos en dólar, pero con el valor liquidativo en euros. En cierto modo, es la firma la que asume ese coste de cambio de moneda. Ejemplos interesantes con esta estrategia que propone Luna son el Pioneer USD Short Term EUR ND, y de casas españolas, el Eurovalor Ahorro Dólar o el Mutuafondo Dólar.
Ahora bien, si tiene sus ahorros en dólares ya sea liquidez o patrimonio en otro fondo en dólares que le interese traspasar, en ese caso no se vería afectado por la comisión de intercambio entre divisas. Un fondo para aquellos inversores podría ser el JPMorgan Liquidity Funds - US Dollar Treasury Liquidity. La diferencia en rentabilidad entre fondos como este último mencionado o del estilo del Eurovalor Ahorro Dólar es ínfima; el de JP Morgan cae un 2,5 en el año y el de Eurovalor un 2,3 por ciento. Poco menos del 2,8 por ciento que se ha depreciado el dólar americano frente al euro en lo que llevamos de año. El diferencial real final se ensanchará o no según la comisión de cambio de moneda de su comercializador.
En todo caso, es una apuesta a ganar por el mero hecho de ser inversor europeo y poco más. Porque, recuerde, un monetario compone su cartera con emisiones a duraciones ultracortas, de unos 18 meses, porque hace las veces de monedero para la liquidez. A los niveles tan bajos a los que están los tipos de interés y con unos bancos centrales acomodaticios, las rentabilidades que ofrece esa deuda es mínima. La llave está, como en todos los monetarios en particular y los fondos de inversión en general, en las comisiones. Es imprescindible que sean las más bajas posibles para rascar decimales al retorno total.
Aún así, incide Farrás, es una opción solo para quien vea a un dólar bastante más caro. «Personalmente, no lo compraría a estos niveles», afirma. En todo caso, como opción para ganar algo aprovechando las rentabilidades más altas de la deuda estadounidense optaría por un fondo de renta fija a corto plazo norteamericano en euros y con la divisa cubierta (hedged), como el BlackRock Short Duration USD Eur Hedged.
En conclusión, los expertos no están del todo convencidos con la jugada, por mucho que se prevea una subida de tipos en Estados Unidos de aquí a finales de año. Como mucho, Luna lo llevaría a cabo como apuesta táctica, de unas semanas, no como pata estratégica de una cartera de fondos a varios meses vista. Farrás es más contundente: «Sería estar en tierra de nadie».