La industria de fondos en España: ¿crecerá menos en 2018?

El impulso de los fondos, tanto españoles como internacionales, ha sido tan fuerte en 2017 que casi nadie se atreve a vaticinar un 2018 igual de fructífero: Inverco calcula que la inversión colectiva crecerá un 8,5 por ciento, casi la mitad que el año pasado, y la mayoría de expertos consultados se muestran de acuerdo. Hay mucho potencial, pero también riesgos como los mercados y los efectos de la subida de tipos, el auge de las inversiones inmobiliarias como alternativa a los fondos y, riesgo u oportunidad, la implantación de MiFID II.

Nadie tiene la bola de cristal y es muy difícil hacer pronósticos sobre crecimientos futuros: por eso este año parece haberse impuesto la cautela en Inverco, la asociación de instituciones de inversión colectiva y fondos de pensiones, que vaticina que la industria crecerá en 2018 la mitad de lo que lo hizo en 2017, a pesar de que ve un entorno macroeconómico y de mercado positivo.

Inverco está convencido de que continuará el crecimiento,tanto en las IICs (fondos y sicavs) como en los fondos de pensiones, «dadas las perspectivas macro-financieras para 2018», de forma similar a lo que ha ocurrido durante los últimos cinco años, pero éste bajará el ritmo: así, si el año pasado el patrimonio conjunto de la inversión colectiva en España (IICs y fondos de pensiones) se incrementó en 73.905 millones de euros, hasta los 574.972 millones, es decir, un 14,7 por ciento con respecto a 2016, para 2018 prevé que el crecimiento conjunto sea de un 8,5 por ciento, y que fondos, sicavs y fondos de pensiones incrementen su volumen en algo menos de 50.000 millones de euros.

Según explicó su presidente, Ángel Martínez Aldama, en una reciente comida con periodistas, el grueso del crecimiento vendría de las IICs, con un crecimiento estimado del 9,9 por ciento (frente al 17,7 por ciento del año pasado), que podrían alcanzar un volumen de 510.000 millones. Ese impulso se explicará en parte por los mercados (con retornos de entre el 1,5 y el 2 por ciento en media ponderada) pero también por el efecto de los flujos, que «continuarían con la tendencia positiva que han venido experimentando en años anteriores», dice Inverco.

Las gestoras consultadas también son cautas y siguen la línea de la asociación: desde BBVA AM, por ejemplo, explican que la previsión les parece correcta y vaticinan crecimientos de entre dígito simple alto y doble dígito bajo, es decir, en torno al 10 por ciento. Desde CaixaBank AM también dan la razón a Inverco: «Es una perspectiva razonable. Estamos en máximos de inversión en fondos después de recuperar la fuerte caída provocada por la crisis. A partir de aquí, a pesar de que creemos que la participación de las fondos en el ahorro financiero de las familias es baja comparada con la media europea, creemos que la convergencia no se va a acelerar muy rápidamente», explica Guillermo Hermida, director de inversiones de la gestora. «Dentro de las variables que determinan el flujo hacia fondos contamos con una menor tasa de ahorro por la recuperación de la confianza económica, que lleva más hacia un crecimiento del consumo», explica, y cita MiFID II como otro potencial factor de freno.

Aunque el crecimiento sea más reducido, en Bankia Fondos confían en los dos dígitos como probables, gracias a la buena evolución de los mercados y la escasez de alternativas. «Nuestras perspectivas van en línea con las de Inverco: nuestra visión de mercado es positiva, tanto en el renta variable española, como europea. Los datos de crecimiento para la mayoría de los mercados este año son optimistas, quedando quizás el dato de la inflación como algo menos claro. Ante esta perspectiva, entendemos que el mercado de fondos seguirá creciendo. Si a ello le sumamos que la cultura financiera de los clientes es cada vez mayor, el acceso a los fondos es cada día más fácil, gracias a los nuevos distribuidores, y el esfuerzo en formación que están realizando los comercializadores, por requerimiento MiFID II, creemos que la comercialización de fondos se verá beneficiada», asegura Pablo Hernández, director comercial de Bankia Fondos.

«La industria de fondos en España se ha situado por encima de máximos de 2007 y puede seguir creciendo. Para algunos grupos financieros la gestión de activos ha vuelto a ser estratégica, sobre todo en banca personal y privada, donde el fondo es un vehículo de soluciones en su oferta de valor añadido, para cualquier perfil de riesgo y nivel de ahorro, que no consume capital y da ingresos recurrentes. En los próximos cinco años, si el ciclo se mantiene, el volumen en fondos, sicav y fondos de pensiones en España puede alcanzar niveles superiores al 50 por ciento del PIB», dice Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM en Iberia y Latam. 

Un 10 por ciento para los fondos nacionales

Tras los fondos internacionales, el segundo grupo de mayor crecimiento según la asociación será en 2018 el de los fondos de inversión nacionales, con un 9 por ciento en 2018 según las previsiones (con los fondos mobiliarios subiendo un 9,1 por ciento y los inmobiliarios dejándose casi un 17 por ciento de volumen), hasta los 287.000 millones. «El año pasado fue excepcionalmente bueno, los mercados acompañaron, la renta fija y los depósitos prácticamente no ofrecieron rentabilidad y el crecimiento en España fue mayor del esperado. Un 9 por ciento es una cifra muy importante y entendemos que es una perspectiva realista», se muestra de acuerdo Hernández.

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Pero algunos vaticinan grandes discrepancias entre entidades, con mayor crecimiento para las medianas y menor parra la grandes, como Mario Díaz, director de Negocio de Imantia Capital: «En 2018 se va a mantener la tendencia ya vista en 2017, por la que las gestoras comprendidas entre el puesto 11 y 20 del ranking patrimonial tuvieron un crecimiento superior al del top ten, siendo la evolución de estas últimas muy dispar entre sí», explica. «Aunque las tres/cinco grandes dicten la tendencia, el gato al agua se lo llevarán aquellas gestoras que sean capaces de diferenciarse por ofrecer simplicidad, rentabilidad y facilidad de acceso, algo complicado para los productos masivos. Y es ahí donde gestoras como Imantia tienen un gran recorrido», dice.
En concreto prevé para su entidad un crecimiento de dos dígitos, siguiendo la estela marcada en 2017, cuando creció un 16 por ciento, gracias a una combinación de crecimiento orgánico y desarrollo estratégico de negocio. 

El mayor crecimiento: para IIcs internacionales

El mayor crecimiento lo protagonizarán, según la asociación, los fondos y sicavs extranjeros, que según Inverco «incrementarían de manera notable su patrimonio, hasta los 191.000 millones de euros», un 13,7 por ciento más que ahora. Los expertos creen que la gestión internacional seguirá creciendo más que la media de la industria, por factores como la regulación, pero con un entorno de mercado más complicado será difícil pensar en incrementos más elevados. 

«Las cifras que aporta Inverco como estimación para 2018 son adaptadas a la coyuntura actual de mercado. La entrada en vigor de la normativa MiFID II en el mercado español debería apoyar crecimientos importantes en los volúmenes bajo gestión de las gestoras extranjeras en España, pero también cada vez es mayor la base de fondos de inversión extranjeros y por tanto el crecimiento relativo es más difícil cada año», comenta Mariano Arenillas, responsable de Deutsche AM para Iberia. 

«Desde hace años ha habido mayor complementariedad y entendimiento de las gestoras internacionales con las entidades locales, lo que ha permitido que el dinero haya vuelto hacia los fondos de inversión. Ahora la mayoría de gestoras nacionales se centra en el mercado español o europeo y producto estructurado y complementa su oferta con fondos de gestoras extranjeras. Además la mayoría está orientada al asesoramiento en arquitectura guiada o semi-abierta», dice Rengifo como impulso para el crecimiento de las IICs extranjeras. Ahora, la cuota actual de gestoras internacionales es aproximadamente del 37 por ciento y es previsible que se mantenga, aunque de manera absoluta puede seguir creciendo, dice. «De hecho la penetración de fondos extranjeros en España es mayor que en Francia o Alemania». 

Por qué menos que en 2017

Aunque sean cifras altas, son menores a las del año pasado. En ellas, que Inverco desea «que se queden cortas y la rentabilidad supere a las previsiones», según su presidente, no pesa de momento el potencial impacto de la regulación, MiFID II. Pero sí podrían acabar pesando la competencia del sector inmobiliario, los mercados -es difícil que se repita un entorno de mercado tan favorable como el del año pasado, que es lo que motivó que muchos inversores destinasen parte de su capital a fondos de inversión- y las subidas de tipos en Europa, aunque no todos opinan igual y aún podría ser pronto para pensar en eso. 

«Entendemos que el movimiento al alza de tipos de interés puede afectar al flujo de entrada en los productos más conservadores en los que el retorno esperado es bajo. En otros casos, lo que tendremos es seguramente que algunos inversores están en los límites de su tolerancia al riesgo y a través de la revisión de los tests de conveniencia e idoneidad puede haber más movimientos de reclasificación de clientes más que crecimiento real. Finalmente, si el mercado, que lleva unos años muy buenos de rendimiento, se toma un respiro, también puede afectar al crecimiento de la industria», advierte Hermida.

«No debemos descartar que el incremento de la volatilidad esperada en los activos de riesgo pueda ralentizar el interés en fondos de inversión en general, y derivarlo a favor de otros activos no sujetos a la evolución de los mercados, por lo que un 14 por ciento para los fondos internacionales nos parece una estimación real, incluso alta si se producen correcciones e incrementos de la volatilidad de los activos en los que invierten los fondos», dicen en Deutsche AM. «La evolución del mercado es uno de los riesgos, ya que con las correcciones se puede producir una desaceleración de las suscripciones», coinciden en Bankia Fondos al hablar de riesgos y frenos para el crecimiento del negocio en fondos.

Desde la gestora creen que otro riesgo podría ser la reducción de las medidas de liquidez del BCE y la normalización de los tipos, que podrían hacer que otros productos de ahorro (depósitos, deuda soberana, etc...) empezaran a ofrecer rentabilidades positivas. No está de acuerdo Cirus Andreu, presidente de la Agrupación de Instituciones de Inversión Colectiva, que explicó que aún es demasiado pronto para pensar en ese riesgo y recordó que, a día de hoy, hay más patrimonio en fondos que en depósitos a plazo. «El BCE seguirá inmóvil en cuanto a los tipos», y el proceso de subidas no llegará a Europa más bien hasta el próximo año. Y, en cualquier caso, nada volverá a parecerse al entorno pre-crisis: «Las rentabilidades del 4-5 por ciento en las letras del Tesoro no entran en el horizonte que imaginamos». En este contexto cree que «la paciencia de los rentistas se está agotando y tendrán que buscar rentabilidad en inversiones de más riesgo», porque la normalización monetaria tardará aún en llegar. También lo cree Arenillas: «En los próximos años, cuando el BCE comience a subir tipos de interés, debería también favorecer la contratación de depósitos, lo que podría disminuir el atractivo de los fondos para los ahorradores más conservadores, pero quedan varios trimestres por delante».

Inmobliliario: ¿de nuevo atractivo?

También hay otro riesgo, que mencionan en CaixaBank: la recuperación del inmobiliario como alternativa a los fondos: «A todos los factores mencionados tenemos que añadir que una fuente tradicional de captación del ahorro en España como es el inmobiliario también se encuentra en fase de recuperación. Esto puede presentar una doble vertiente, por un lado colocación de ahorro nuevo en producto que compite con los fondos. Por otro lado, parte de los inversores que se hayan quedado decepcionados en sus inversiones inmobiliarias pueden tener ahora la oportunidad de deshacerlo y reciclar la liquidez hacia los fondos de inversión», matiza Hermida.
Otro asunto pendiente es la educación financiera: la escasa formación financiera de la población en general, que sigue viendo los fondos como productos financieros de alto riesgo, es otro caballo de batalla, por lo que la situación debe ser suficientemente buena para superar su tradicional aversión al riesgo.

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