Las estrategias que mejor han funcionado en fondos de inversión

Los inversores conservadores hicieron bien en permanecer en renta fija. Los más agresivos habrán ganado con apuestas en emergentes

Un año para ir a contracorriente. 2016 ha sido el de las sorpresas. Políticas, como el «Brexit» y Trump, pero también bursátiles. Si enero arrancaba con una previsión de subidas de tipos de interés, la mayoría defendía evitar los mercados emergentes, tanto los bonos como la Bolsa. Y con gran parte de la deuda gubernamental en rentabilidades negativas, «la renta fija ya no iba a dar más». Para la Bolsa, con Wall Street rozando máximos históricos, era el año para las Europa. Esto, en la teoría, pero, ¿cuál ha sido en realidad la estrategia ganadora? Renta variable emergente, Bolsa americana (sobre todo de pequeña y mediana capitalización al final) y los bonos de larga duración que hayan cogido con sensibilidad el fuerte tensionamiento que ha presionado los tipos de interés en los primeros ocho meses del año, resume Antonio Cánovas del Castillo, presidente de Altair Finance. Tener algo de oro, como respuesta a una tendencia hacia la cautela, ha sido lo más rentable. También inversiones denominadas en dólares, renta fija high yield americana, europea y emergente, añade Miguel Puertas, socio director de Asset Growth EAFI.

Bolsa

Quién hubiera pensado que tras la victoria del candidato republicano, Donald Trump, en las presidenciales estadounidenses, con la Bolsa americana en máximos históricos, la apuesta ganadora en renta variable habría sido, en efecto, las acciones cotizadas en Wall Street. «Tras la inesperada victoria, las políticas presupuestarias y de gasto de Trump han generado en el mercado expectativas de aumento de la inflación y de los tipos de interés», explica Carla Bergareche, directora general de Schroders para España y Portugal. Fue una apuesta que pronosticaron para 2016 hace un año, cuenta Sebastián Velasco, director general para España y Portugal de Fidelity International.

El lado contrario de la moneda ha sido la decepción, un ejercicio más, de la Bolsa europea. «Sobre todo en países periféricos como España e Italia», incide Cánovas del Castillo. Ha sido una de las sorpresas del año ya que casi todo el mundo apostaba por la renta variable del Viejo Continente, «que se veía favorecida a principios de año por los bajos precios del crudo», explica este experto. Aún así, como recuerda Puertas, existen fondos de inversión en renta variable europea y española que este año tienen rentabilidad positivas.

Deuda

La renta fija, un año más, ha sido el activo por excelencia para los inversores con un perfil de riesgo más conservador. Solo en los 11 primeros meses han entrado más de 6.000 millones de euros en esa categoría de fondos. Y han vuelto a dar buenos resultados. «Para un perfil muy conservador, que quiere tener algo de rentabilidad positiva con el mínimo riesgo, la clave ha estado en invertir en fondos monetarios que ofrezcan una rentabilidad esperada a futuro positiva con comisiones reducidas», afirma Pablo del Río, director de inversiones de Orienta Capital. De hecho, detrás de la gestión pasiva, los monetarios han sido la clase de fondos que más ha crecido, un 14,8% en el acumulado de 2016. Son vehículos que habrán ayudado a preservar el capital, pero no todos habrán podido sacrificar cualquier rentabilidad posible. Al subir un escalón de riesgo más, los fondos de renta fija a corto plazo en euros con una duración muy ajustada han sido una buena elección para el inversor, apunta Velasco.

Las estrategias de crédito europeo de compañías con alta calidad crediticia también han funcionado especialmente bien, comenta Bergareche. Es algo que ha sorprendido, comenta Puertas. Hasta finales de agosto ha tenido una buena rentabilidad, especialmente en las carteras de bonos con mayor duración (5,7 o 10 años). «Ha sido consecuencia de la burbuja existente en la renta fija, donde durante muchas semanas el bund alemán ha llegado a ofrecer rentabilidades negativas», explica. «¿Tiene sentido pagarle una tasa de interés a alguien por prestarle dinero?». De ahí su sorpresa.

Pero la renta fija no es solo para los conservadores. Como recuerda este experto, las carteras más agresivas han tenido una mayor ponderación en fondos de renta fija high yield americana y emergente, «que también han funcionado bien por la recuperación de las materias primas». «Ha dado en menos de un año la rentabilidad esperada para prácticamente dos», añade Del Rio.La pregunta a resolver es si seguirá siendo una tendencia. Porque como recuerda Bergareche, la expectativa de inflación en Estados Unidos ha llegado a una subida brusca de la rentabilidad (precio) de los bonos desde entonces, provocando una corrección en la renta fija.

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Mercados emergentes

Ya desde finales del año pasado el consenso era estar infraponderado en emergentes. Muchos inversores se planteaban si habían cometido un error, recuerda Del Río, ya que no en vano, a cierre de 2015, en los últimos tres años el índice de Bolsa global emergente tenía una rentabilidad negativa de -1,35% frente al 61,79% que subía el de Bolsa global de países desarrollados. Sin embargo, en 2016 las tornas han cambiado. El índice MSCI de emergentes sube un 12,70%. No es que en Orienta Capital lo vieran con una bola de cristal. Porque tampoco sabrían asegurar qué va a pasar a partir de ahora. Dicho esto, siempre han considerado la renta variable emergente como una «inversión estructural» en una cartera diversificada.

¿Y ahora?

Como se dice en los mercados, las rentabilidades históricas no garantizan rentabilidades futuras. Este año ha sido un buen ejemplo de ello, coinciden todos. «Se han registrado cambios de rumbo muy bruscos, incluso correlaciones a la baja en deuda y bolsas al mismo tiempo, que han hecho sufrir a todos los perfiles de riesgo», afirma Cánovas del Castillo. Los próximos 12 meses también prometen ser difíciles. Habrá que pensar tanto en la política monetaria como la gubernamental. Por eso, desde Orienta Capital siempre han apostado por la diversificación, y no solo entre deuda y Bolsa. «Estar diversificado de verdad no implica tener muchos fondos de inversión o planes de pensiones o ETFs, sino tener fondos o planes que no se comporten de igual manera en mercados alcistas o bajistas», añade en esta línea Puertas.

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