Los fondos de inversión cumplen con las expectativas del inversor. ¿Ahora qué?

Octubre confirma un mes más que 2017 está siendo el año de la Bolsa para los ahorradores españoles. ¿Cómo hay que mover ahora las carteras?

Cuanto más se alarga una buena fiesta, más alto se pone la música. Respondiendo al buen anfitrión que está siendo la renta variable, los ahorradores españoles han subido un dial más en su escala de 'riesgo'. Esto es, su apetito por la Bolsa. De comenzar el año dando tímidos pasos hacia la pista de baile con los fondos mixtos -con un toque de Bolsa, pero cautos aún con renta fija-, ahora se atreven a entrar de lleno en los fondos de Bolsa puros, incluso saliendo de su zona de confort con estrategias en mercados internacionales. Ahora, a poco menos de dos meses para el cierre de ejercicio, el inversor debe plantearse si se queda a tomar la última copa o se retira antes de la fiesta, con un buen sabor de boca.

«Debe hacer un ejercicio de sinceridad consigo mismo», pide José María Luna, director de análisis y estrategia de Profim. ¿Cuál era su objetivo de rentabilidad para el año? Lo más probable es que lo que le rente a día de hoy su cartera haya superado sus expectativas. Incluso quienes se mantuvieron en renta fija. Si el año ha cumplido, Luna optaría por reducir la exposición a la Bolsa, «porque no sería de extrañar que veamos recogidas de beneficios en lo que queda de año». Pero la clave aquí es «reducir», no eliminar, porque como señala Leonardo Fernández, director del canal intermediario de Schroders, «las oportunidades siguen mandando hacia los activos de riesgo». «Saliendo del mercado antes de tiempo se corre el riesgo de dejar en la mesa una gran cantidad de rentabilidad potencial. El crecimiento mundial todavía es sólido y el de los beneficios sigue dando apoyo», añade Eugene Philalithis, gestor del Fidelity Funds Global Multi Asset Income Fund.

«No es momento de abandonar el mercado, sino de aprovechar sus ineficiencias», defiende Beatriz Barros de Lis, directora general para España de AXA IM. «Y esto es algo que se puede conseguir con ayuda de gestores activos, que son los que tienen una capacidad de análisis profundo de las oportunidades que pueden surgir en este momento», añade. Sigue siendo el año claro de las plazas europeas, pero hay que someterse al termómetro de rentabilidad-riesgo. Es decir «cuánto me va a dejar ganar la Bolsa y cuánto me va a dejar dormir», explica Luna. Para quienes quieran dar un paso atrás, hay alternativas de retorno absoluto. Para Luna, lo son el Renta 4 Pegasus, el Old Mutual Global Equity Abs. Return o el Franklin Templeton K-2 Alternative Strategies. Estos dos últimos, con la divisa cubierta, por lo que hay que buscar las clases «EUR hedged» en ellas. Ahora bien, para quienes aún duermen a pierna suelta, Luna buscaría esas oportunidades en las Bolsas de Alemania y Francia, como lo hacen en el Groupama Avenir Euro o el Oddo Avenir Euro, y el JP Morgan Euroland Equity. Tras el año fantástico de los valores británicos por el efecto de la divisa, en Schroders notan cómo sus clientes están optando más por la eurozona que por Europa en global, por lo que sigue el apetito por el Schroder ISF Euro Equity.

Escudos y oportunistas

La renta fija ha perdido su reclamo como escudo para las carteras, porque ya prácticamente aseguran una pérdida de capital, al menos en la pata más conservadora de esa clase de activos. Por ello, para tener un escudo activo, ya presente de antemano, los expertos optarían por un buen multiactivo, «donde el gestor es el que rápidamente mueve la cartera acorde al mercado», explica Fernández. En el FF Global Multi Asset Income Fund que gestiona Philalithis aplican una gestión flexible, «buscando una baja volatilidad y un claro enfoque a la preservación de capital a lo largo del ciclo de mercado», cuenta el propio gestor. Además, esta estrategia en concreto busca dar una renta estable del 5 por ciento anual, que aunque no está garantizada, sí ha logrado cumplir los cuatro años que lleva en marcha. Barros de Lis coincide en señalar los fondos 'income' (de rentas) como una opción interesante, porque combinan inversiones de calidad orientadas a la generación de rentas con activos orientados al crecimiento de capital. «La demanda de activos que generan rentas se está incrementando y lo seguirá haciendo en el futuro, ya que el escenario prolongado de tipos de interés bajos implica que los ahorradores tienen que buscar ingresos más allá de las fuentes tradicionales como las cuentas corrientes y los depósitos», explica.

Para un toque más oportunista, las firmas miran hacia estrategias temáticas. Para Fidelity, los fondos tecnológicos son tanto un buen escudo como una oportunidad para encontrar valor. Como recuerda Philalithis, los famosos FFAMG (Facebook, Amazon, Apple, Microsoft y Google) han registrado una volatilidad menor que la del mercado. Esto significa que los inversores están acudiendo a estas empresas por su carácter defensivo y, además, porque son capaces de superar año a año sus objetivos de beneficios. «Es una dinámica bastante diferente a la de la burbuja tecnológica de la década de los 90, cuando vimos un interés más acusado por los beneficios especulativos», puntualiza. La innovación tecnológica es una tendencia tan grande que los inversores simplemente no lo pueden ignorar. Como recuerda Barros de Lis, se espera que la industria de la robótica crezca anualmente un 10 -15% hasta 2025. En el AXA WF Framlington Robotech invierten en las áreas en las que ven más potencial, «como automatización industrial, transporte, sector sanitario y tecnología vinculada a sensores, conectividad y software».

¿Con qué tener cuidado?

Como queda constatado, los expertos siguen positivos con la renta variable en general, y encuentran estrategias para captar rentabilidad incluso en mercados que a priori pudieran parecer caros. Un caso claro es la Bolsa norteamericana. «Desde el verano pasado los fondos activos comienzan a batir a los índices. Algo especialmente notable en los mercados americanos, tradicionalmente los más eficientes», señala Fernández.

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En la Bolsa en general, Philalithis es pesimista con los sectores de energía e infraestructuras, porque «están caras». Y en la renta fija, llama a tener cuidado con la deuda de alta calidad crediticia, «pues sus valoraciones imponen cautela ahora que los bancos centrales se preparan para desmontar gradualmente las políticas que han contribuido a impulsar esta clase de activos», explica. En renta fija, lo importante es que «no estorbe», afirma Luna. Hay que buscar fondos que cumplan con el requisito de flexibilidad máxima, como el Renta 4 Valor Relativo, el Candriam Bond Opportunities o el Cartesio X.

¿Y con la Bolsa española?

Los fondos de inversión también sufren el castigo a la Bolsa nacional por la tensión política en España. Los ahorradores españoles han aprovechado el mes de octubre para deshacerse aún más de sus fondos más 'cautos', en favor de estrategias de renta variable. Así se percibe de las suscripciones netas del mes, donde las categorías perdedoras son las de garantizados, monetarios, etc. Fondos que prácticamente garantizan perder capital a largo plazo. La excepción están siendo los fondos de Bolsa española y los expertos lo tienen claro: se debe al ruido político. En opinión de José María Luna, de Profim, hacen bien. A sus clientes que salieron antes del referéndum aún no les está recomendando entrar, de hecho.

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