Los inversores adoran los ETF de renta fija
Los ETF de deuda se han convertido en la segunda mayor clase de activos entre los indexados
Los ETF de renta fija han experimentado un crecimiento constante a lo largo de 2021 hasta convertirse en la segunda mayor clase de activos entre los vehículos indexados.
Según los datos de Amundi, correspondientes a noviembre, la renta fija recibió 13.600 millones de euros, con 10.900 millones en estrategias de bonos soberanos y 2.700 millones en deuda corporativa.
Aunque al principio los inversores se centraron a partes iguales en renta investment grade y en high yield (con un comportamiento muy similar en cuanto a las entradas), la irrupción de la variante ómicron inclinó finalmente la balanza a favor de la primera categoría.
Para JP Morgan esta evolución obedece a que a lo largo del pasado ejercicio los inversores han puesto en valor «la capacidad de los ETF de proporcionar acceso líquido y eficiente desde un punto de vista de costes a carteras diversificadas de bonos». Para hacer tal afirmación, los expertos de JP Morgan se han apoyado en un informe sobre fondos cotizados elaborado a lo largo de 2021.
Otra de las conclusiones obtenidas es que los ETF han demostrado ser resistentes a las turbulencias del mercado, sin que se produjera una distorsión entre los fondos cotizados y sus subyacentes en los momentos de más tensión.
Las tres razones para confiar en los ETF de renta fija
JP Morgan da un paso más allá y, además, enumera tres razones por las que adorar los fondos cotizados de renta fija. Para empezar, explican desde el banco de inversión, está el hecho de que simplifican y normalizan el mercado de bonos ya que, como recuerdan los expertos, la inversión en este entorno puede llegar a ser complicada porque los inversores deben acudir al secundario.
En cambio, con los fondos cotizados, al poder canjear las acciones del ETF por una cesta de valores subyacente del mismo, facilita que los precios del ETF de bonos se aproximen en todo momento al valor razonable.
En segundo lugar, JP Morgan destaca que los ETF ofrecen múltiples ventajas relacionadas con la diversificación y pone por ejemplo las posibilidades que tiene un inversor que trata de reducir la duración del componente de bonos de deuda pública de los Estados Unidos de su cartera.
«Los ETF permiten construir carteras muy diversificadas de bonos a través de un único ETF», recalcan desde Lyxor.
Finalmente añaden liquidez a la inversión en renta fija. «El mercado secundario de fondos de ETF ofrece liquidez al poder realizar operaciones tanto dentro como fuera del mercado», explican.
ETF de bonos ligados a la inflación
A pesar de estas consideraciones no podemos olvidar que este ejercicio ha sido un año malo para la renta fija.
«Y las perspectivas son similares o peores para 2022» admite Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G, quien recuerda que «la mayoría de las categorías de fondos y ETF de renta fija tienen unas perspectivas complejas» por dos motivos fundamentales: la inflación y las políticas acomodaticias de los bancos centrales.
No obstante, los inversores han sabido encontrar alternativas en estos productos tal y como revelan los flujos.
«La renta fija es muy diversa y siempre hay nichos de oportunidad. A nosotros nos gusta la renta fija flexible, que sea capaz de aprovechar las ocasiones que surgen de los episodios de volatilidad, la deuda subordinada financiera y la deuda asiática», explica Fernández Elices.
Los ETF de renta fija que utilizan los bonos ligados a la inflación han dado respuesta a estos desafíos como demuestran las entradas de 3.000 millones de dólares que se registraron en los cinco primeros meses del año si se compara con los 4.200 millones de dólares de todo 2020.
Uno de estos productos sería el iShares Global Inflation Linked Govt Bond, que ofrece una amplia exposición al mercado mundial de bonos ligados a la inflación de países desarrollados (en 2021 se anotó una rentabilidad algo superior al 4 por ciento) o el iShares Hedge Corporate Bond ETF, con posiciones en bonos corporativos con calificación de investment grade.
También resultan una opción los bonos corporativos y soberanos de corta duración para minimizar la volatilidad de los tipos.
En ese sentido, Víctor Alvargonzález, socio y fundador de Nextep Finance, explica los motivos por los que prefiere los ETF de este tipo más que los vehículos que invierten en bonos de largo plazo, ya que «al tener unas comisiones tan bajas estos productos no se comen el cupón». En esta categoría se englobarían varios fondos cotizados como el Vanguard bond short term ETF, o el Pimco low dur corporate UCITS ETF.