Los planes de renta fija más rentables en el año

Durante 2017 los datos de evolución económica global han mostrado una solidez que no era fácilmente predecible por estas fechas el pasado año. Especialmente en el caso de Europa, donde el riego político, por las varias citas electorales, generaba una incertidumbre que, afortunadamente, se ha resuelto con resultados razonables hasta el momento.

Sin embargo, a pesar de la solidez de los datos macro, hay un dato que se resiste a los programas expansivos de los bancos centrales y es de la inflación. Razón por la que la reversión de estos programas será pausada y bien controlada, para evitar que sus efectos influyan negativamente en la positiva evolución del crecimiento económico.

Para los inversores que tengan cercana su fecha de jubilación (a menos de 5 años) la inversión en renta fija parece la opción más adecuada. Si bien, precisamente a causa de los bajos niveles de los tipos de interés, ha resultado difícil rentabilizar este tipo de inversión durante el año. Aún así, siempre pueden encontrarse planes de pensiones del sistema individual que, invirtiendo en este tipo de activo, han evolucionado positivamente.

De una selección con la máxima calificación VDOS de cinco estrellas, el que obtiene el mejor dato por rentabilidad es ENGINYERS 2019 con un 5,65 por ciento de revalorizacion en el año. Con un patrimonio bajo gestión de 4,72 millones de euros, se propone como objetivo conseguir una rentabilidad del 8 por ciento acumulado a su vencimiento. Para ello, invierte su cartera en activos de renta fija y de mercado monetario de emisores tanto públicos como privados. Es un plan de ciclo de vida, por lo que la duración de su cartera se va reduciendo de manera progresiva, a medida que se acerca el plazo de vencimiento. Sus mayores posiciones incluyen emisiones de bonos convertibles de Rabobank (6,70%) KBC Groep NV (6,54%) Credit Agricole SA (5,82%) Danske Bk A/S (5,66%) y la emisión de bonos de Societe Generale (5,21%).

Con un 3,68 por ciento de revalorización, MEDIOLANUM RENTA FIJA  
es el segundo plan más rentable de este grupo en el año. A un año, su revalorización es de 4,04 por ciento, con un dato de volatilidad de 1,52 por ciento. Invierte principalmente en deuda pública y bonos corporativos europeos con un nivel de riesgo de insolvencia muy bajo. Al tratarse de un plan de renta fija a largo plazo, su plazo de inversión mínimo es de cinco años. Cuenta con un patrimonio bajo gestión de 64 millones de euros. Entre sus mayores posiciones encontramos obligaciones de New Areva Holding 4,375 11/19 (2,44%) Comunidad Aragon 8,25 01/27 (2,41%) CNP Assurances FRN 06/49 (2,40%) NH Hotel Group 3,75 10/23 (2,32%) y CP Comboios Portugal 5,7 03/3 (2,30%).

De la categoría VDOS de Renta Fija Euro Corto Plazo, RENTA 4 RENTA FIJA  obtiene una rentabilidad en el año de 2,14 por ciento. A un año, se revaloriza un 2,23 por ciento, registrando un dato de volatilidad de 0,67 por ciento. Su cartera se distribuye entre activos de renta fija, depósitos y activos del mercado monetario, infra o sobre ponderándose en cada activo en función del entorno de mercado. Toma como referencia para su gestión el índice Eonia, correspondiendo los activos en cartera a emisiones de la OCDE. La duración modificada de la cartera se sitúa normalmente entre 0 y 2 años, sumando un patrimonio gestionado de 42 millones de euros. Las mayores posiciones en su cartera incluyen emisiones de Intesa San Paolo (4,81%) Royal Bank of Scotland 6.934% (4,25%) Telefonica Europe B V FRN (3,43%) Banco Mare Nostrum 9% (3,43%) y la emisión de tipos variable de Deutsche Bank Ag FRN (3,30%).

Como puede apreciarse, la inversión en renta fija a un plazo más largo se compensa con rentabilidades más elevadas, si bien su nivel de riesgo es también mayor, por la posibilidad de que su cotización se vea alterada por una potencial variación de tipos de interés. 

Puesto que el Banco Central Europeo no se espera que vaya a comenzar a subir tipos durante el año próximo y, posiblemente, tampoco en 2019, se puede mantener la inversión a largo plazo hasta que se perciba el movimiento de subida de tipos, momento en que se puede traspasar el patrimonio a un plan de corto plazo.