¿Revolución para el inversor minorista?

Hay numerosos factores que impulsarán el uso de ETFs en España, como las ventajas que aportan, la equiparación fiscal de los traspasos con los fondos o el empuje de MiFID II, pero el inversor minorista no los comprará de forma masiva según los expertos: l

Los principales inversores en fondos cotizados o ETFs en España son, de momento, los institucionales: fondos de fondos, vehículos de pensiones o aseguradoras los incluyen en sus carteras con el objetivo de acceder de forma más barata a mercados difíciles de cubrir por los gestores activos. Sin embargo, su uso está menos extendido entre los inversores profesionales, como las bancas privadas y los asesores financieros, y menos aún entre los inversores minoristas, que argumentan la discriminación fiscal frente a los fondos de inversión tradicionales como uno de los principales motivos para esta baja exposición.

Hasta finales del año pasado, los fondos cotizados tenían una fiscalidad similar a la de las acciones, de forma que a la hora de salir de un ETF, o de cambiar de uno a otro, el inversor tenía que dar cuentas a Hacienda sobre sus pérdidas y ganancias. Así, mientras los traspasos entre fondos de inversión no se declaran a Hacienda hasta el momento del rescate, en la operativa con acciones hay que declarar anualmente las plusvalías o minusvalías de la inversión.

Pero en octubre de 2016, una respuesta de la Dirección General de Tributos, emitida tras la consulta realizada por una gestora internacional que opera en España, equiparaba la fiscalidad de los traspasos de los fondos cotizados o ETFs (solo en el caso de los ETFs comunitarios no cotizados en España) con la de los fondos de inversión tradicionales, algo que llevaba demandando la industria desde hace tiempo para así eliminar una de las trabas que, en teoría, limita el desarrollo de los ETFs en el mercado español.

A pesar de esa equiparación, las dificultades técnicas para llevar a cabo esa operativa habían impedido hasta ahora a los inversores hacer realidad y beneficiarse de ese cambio fiscal; sin embargo, recientemente la plataforma de fondos Allfunds anunciaba que ha hecho posible la operativa de traspaso entre ETFs, y entre éstos y fondos, 15 meses después de la aprobación legal de su traspasabilidad sin tributación fiscal. Dado ese paso, la pregunta es si el camino para acceder a los fondos cotizados se ha allanado para el inversor minorista y si éstos se presentan realmente como una alternativa real y equiparable -con las mismas reglas de juego- que los fondos de inversión tradicionales.

A pesar de que los expertos sí vaticinan un impulso del mercado de ETFs en nuestro país, también son cautos y tienen claro que, tras el paso dado por Allfunds, el uso de los ETFs podría extenderse de forma imparable entre los profesionales financieros (bancas privadas, asesores...), que sobre todo los utilizarán en servicios como la gestión discrecional de carteras o el asesoramiento, y de esa forma llegarán también con más fuerza al inversor retail. Sin embargo, y para aquellos que no contraten estos servicios -que implican un coste explícito tras la entrada en vigor de MiFID II, en el caso del asesoramiento independiente y en la gestión discrecional de carteras como mínimo-, el camino de los ETFs para llegar de forma directa al inversor minorista será mucho más lento y escabroso.

La pelota, en el tejado de los distribuidores

Así lo defiende Aitor Jauregui, responsable de negocio de BlackRock para España, Portugal y Andorra, convencido de que la primera derivada o consecuencia de la puesta en marcha de la operativa de Allfunds es un mayor uso por parte de los profesionales en la gestión discrecional de carteras y la segunda, y mucho más lenta, por el inversor minorista, pues el acceso dependerá de las políticas de las entidades financieras con las que opere. «Entre el minorista la medida puede ayudar pero dependerá de las políticas comerciales y la estrategia de cada entidad a la hora de promocionar los ETFs con el cliente final», dice. Aunque explica que algunos distribuidores locales ya están haciendo ajustes tecnológicos para que sus sistemas hagan la operativa de los ETFs más similar a la de los fondos que a la de las acciones, reconoce que «ahora la pelota está en el tejado de los distribuidores».

Martín Huete, socio fundador de Finizens, coincide también en que, si bien el paso dado por Allfunds «ayudará a la expansión del mercado de ETFs en España», pues el hecho de igualarse la fiscalidad con los fondos supone un elemento dinamizador, los bancos tienen una gran responsabilidad de cara a hacerlos accesibles a los inversores finales: «En el caso de que los bancos que utilizan Allfunds dieran acceso a partir de ahora a sus clientes retail a ETFs, esto sin duda mejoraría el acceso para esos inversores. Sin embargo, me temo que muchos bancos no lo harán muy público entre su clientela», advierte.

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Lo mismo opina Unai Ansejo, cofundador y CEO de Indexa Capital: « Creemos que es un paso muy importante en la equiparación de los ETFs y los fondos. La mayoría de los ETFs son indexados así que la gama de posibilidades para la gestión indexada va a aumentar muy significativamente», dice, pero reconoce que «el acceso no creo que se vaya a mejorar», pues «eso dependerá de cada distribuidor en particular».
Desde la EAFI Profim, José María Luna considera positivo para la industria de gestión de activos el paso dado por Allfunds, abriendo una alternativa interesante -los ETFs- para los inversores tanto en productos de gestión activa con los que estuvieran decepcionados como frente a la inversión directa para aquellos que priman la liquidez. Pero reconoce que será beneficioso sobre todo para «una parte de inversores, y aquellos más ligados con su banco verán su acceso determinado por las condiciones que éste le imponga». Por esta especie de «síndrome de Estocolmo» y dependencia de los inversores con su banco, y el desconocimiento del vehículo, Luna también habla de una adopción de los ETFs por parte de los minoristas más lenta de lo que pudiera pensarse.

Guillermo Santos, fundador de la EAFI iCapital, añade otro obstáculo para su desarrollo entre el inversor de a pie: las dificultades de conocimiento de un producto «que aparentemente es sencillo pero que hay que conocer en profundidad para evitar sus riesgos (liquidez, horquilla compraventa, etc.)».

Comisiones en juego

Por todo ello, los expertos rechazan hablar de una posible revolución en el mercado de ETFs... al menos entre los inversores minoristas: «No creo que haya una revolución. La principal razón es el poco interés de las entidades financieras distribuidoras de productos financieros por colocar productos que no generen comisiones recurrentes, como es el caso de los ETFs», añade Santos. La banca podría temer, dicen algunas fuentes, que, a igual fiscalidad, los inversores prefieran ETFs -más baratos- a fondos indexados o de gestión activa, con comisiones de gestión más elevadas. Los fondos repercuten a la banca, vía retrocesiones, en torno a 2.500 millones de euros, un negocio que podría estar en juego.

Como ejemplo de la postura de un distribuidor nacional, Sebastián Redondo, director de Inversiones de Bankia Fondos, duda del impacto a medio plazo de la nueva operativa de Allfunds y cree que afectará «poco» a la industria de IICs, aunque reconoce que «las innovaciones pueden generar oportunidades hasta ahora desconocidas». Cuando habla de la posibilidad de distribuir más ETFs en sus redes, cree que será algo reducido: «En cuanto a la distribución en redes y, en nuestro caso, aunque pusiéramos ETFs al servicio de nuestros clientes, como ya tenemos fondos de terceros, el valor añadido que les ofrecemos es la gestión de su cartera con fondos de inversión activa y pasiva. En este sentido, los ETFs lo único que aportan es su cotización continua. Es posible que pueda haber clientes que decidan gestionarse ellos mismos su cartera y tengan interés en tener disponibles ETFs, pero su número pensamos que va a ser muy reducido», dice.

Dificultades operativas

Más allá de los intereses de las entidades están también las dificultades operativas. Aunque la plataforma de Allfunds se encuentra operativa desde el pasado 23 de marzo, de momento no se han hecho operaciones a nivel interno, y aún queda por ver si otras plataformas que trabajan con el cliente retail podrán hacer los desarrollos necesarios. Y también las entidades, pues como obstáculo añadido en este camino, y más allá de la voluntad de cada una, está el hecho de la adaptación, más o menos compleja, por parte de las entidades comercializadoras, explican desde el despacho de abogados de Cuatrecasas. Así, el comercializador tiene que tener toda la información necesaria sobre el ETF o la IIC extranjera, para poder también calcular las retenciones correspondientes cuando afloren las ganancias patrimoniales, algo que tampoco resulta fácil, advierten desde el despacho.

Sin revolución a la vista

Así, tanto por una potencial falta de voluntad de los distribuidores como por la complejidad operativa y ante la falta de conocimiento del inversor, y a pesar de impulsos como las ventajas de estos vehículos o el empuje que podría traer la normativa MiFID II, los expertos rechazan hablar de revolución entre el inversor minorista, aunque creen que lo ocurrido es una buena noticia y ayudará, poco a poco, a darle más acceso a los ETFs.
«Todavía es quizá demasiado pronto para hablar de revolución y preferimos tener un enfoque más cauto», dice Pedro Coelho, director de UBS ETF para España y Portugal, que matiza que la continuación de la tendencia al alza de los ETFs en España no estaba condicionada en exclusiva a la decisión de la Dirección General de Tributos. «Sin duda es un factor de apoyo más que redundará en crecimiento, pero los fondos cotizados gracias a sus características inherentes (transparencia, liquidez y eficiencia de coste), ya estaban presentes -si bien es cierto de forma indirecta- en las carteras de muchos inversores finales gracias al uso que hacen de ellos los gestores profesionales», comenta.

«Siempre es una buena noticia para las gestoras de ETFs. Pero también es una buena noticia para los gestores de carteras que podrán contar con alternativas diferentes a las habituales, ya sea por costes o por eficiencia. Y por último, es una buena noticia también para todos los inversores que ven ampliada su oferta de producto bajo los mismos términos de eficiencia fiscal», añade Juan San Pío, responsable de Lyxor ETF en Iberia y América Latina. Pero todos coinciden en que el uso se incrementará sobre todo entre los profesionales, y los inversores que accederán a ellos serán los que tengan suscritos contratos de asesoramiento o gestión discrecional de carteras, algo no demasiado numeroso en España.

Así, para César Muro, responsable de distribución pasiva de DWS en España, el anuncio de Allfunds «es un gran avance», beneficioso para los inversores finales, y que facilitará un uso mayor de los ETFs pero todavía es pronto hablar de revolución en el mercado de fondos. En su opinión, los usuarios crecientes serán «aquellos inversores que tengan suscritos un contrato de gestión delegada de carteras y/o aquellos inversores que reciban servicios de asesoramiento».

¿Y los usuarios de los roboadvisors?

Lo que sí crece con mayor fuerza entre el minorista son los servicios que ofrecen los roboadvisors o gestores automatizados, más económicos que los de asesoramiento o gestión discrecional de carteras. Y, en este sentido, cabe preguntarse si estos vehículos serán una vía para un mayor uso del ETF por parte del inversor final. Pero incluso en este caso la respuesta parece ser negativa.

Debido a su fiscalidad más ventajosa, hasta ahora algunos de estos vehículos habían venido utilizando principalmente fondos indexados, como Indexa Capital por ejemplo. Para su CEO, con la nueva fiscalidad los ETFs «serán una opción más», pero descarta un fuerte crecimiento de la inversión por este motivo. «Es cierto que los ETFs tienen comisiones de gestión marginalmente menores que los fondos indexados (no cotizados). Sin embargo tienen otros costes como los de transacción que deben ser tenidos en cuenta para hacer el cómputo total. Estudiaremos cada caso y anticipo que en algunos inversores y tamaños de cuentas será más eficiente el uso de ETFs y en otros de fondos no cotizados», dice Ansejo.

En el caso de Finizens, que ya incorpora tanto ETFs como fondos índice en su oferta, defienden que en muchos casos siguen siendo mejores los fondos índice. «Seguimos pensando que, en la mayoría de las categorías de activos, actualmente son más eficientes los fondos índice que los ETFs. Sobre todo teniendo en cuenta que la principal ventaja de los ETFs es la contratación diaria y la agilidad para entrar y salir, y esta operativa no forma parte de nuestra filosofía de inversión, basada en la idea de que la paciencia, la visión a largo plazo y no tratar de adivinar los movimientos del mercado son ideas clave para conseguir tus objetivos de inversión».

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