«También queremos descubrir la cara desagradable de las empresas»
Para esta gestora, igual de importante que saber leer el balance de una compañía es valorar criterios no financieros como el impacto en el medioambiente, lo social y la gobernanza.
Para esta gestora francesa, el capital humano es el capital más preciado. Por ello, las empresas que cuidan a sus empleados tienen una ventaja competitiva y serán más rentables como inversión en el largo plazo. Esto, y más, nos defiende Emeric Preaubert. Hablamos con el CEO de Sycomore AM en el marco de la Conferencia del fondo Synergy Smaller Cies para el sur de Europa organizada por la gestora española azValor.
¿Cuál es el ADN de Sycomore Asset Management?
La compañía nació en 2001 con los cuatro fundadores que aún a día de hoy seguimos en el proyecto. Hemos crecido de un patrimonio de 10 millones entonces a los 8.000 millones de activos bajo gestión hoy. Nuestra filosofía de inversión no ha cambiado mucho en estos años. Hay una tendencia a diferenciar entre inversores en crecimiento e inversores en valor. Nosotros nos encontramos a medio camino: somos inversores en fundamentales. Por supuesto que invertimos en compañías que están creciendo; es lo que determina que tengas éxito en los mercados. Pero no quiere decir que compañías que estén teniendo dificultades no puedan ser oportunidades. Y, claro, prestamos atención a los precios.
¿Qué os diferencia de las demás gestoras fundamentales?
Somos inversores muy clásicos. Los ideales de Benjamin Graham, Warren Buffett, Philip Fisher, etc. han cambiado poco desde que se consolidaron hace décadas y siguen siendo la base principal de cómo entendemos la inversión. Lo que quizás nos diferencia es nuestra máxima: Human is Capital (el ser humano es capital). Nuestro objetivo es ser la referencia de la inversión socialmente responsable (ISR) en Europa. No hablo de tamaño, eso no es lo que perseguimos. Me refiero al proceso de inversión, al conocimiento y entendimiento de las necesidades de la ISR.
¿Por qué es tan importante buscar ángulos distintos a la hora de construir una tesis de inversión?
Tenemos acceso a ejecutivos que han trabajado para una empresa durante 20 años. Nos da una imagen muy distinta de la que a veces dan los CEOs. Al final, ellos nos dan el lado positivo; es su trabajo. Pero yo también quiero conocer la cara desagradable. Soy consciente del sesgo negativo de alguien que ha sido despedido de su compañía, pero al menos me da pistas sobre lo que verdaderamente ocurre en las entrañas del negocio: cuáles son sus puntos débiles, cuáles son los riesgos.
¿Qué entienden por inversión socialmente responsable?
Como cualquier inversor, prestamos mucha atención a criterios financieros. Entender el modelo de negocio, leer el balance, el ratio de deuda... Por supuesto que es importante, pero es igual de crucial comprender aspectos no financieros. Nos apoyamos en tres pilares: el medioambiente, lo social y la buena gobernanza. Lo que se conoce como 'ESG'. Es cierto que la inversión socialmente responsable ahora está de moda, pero era un escenario muy distinto cuando comenzamos en 2001. Con esto quiero decir que no lo hacemos porque es lo que demandan ahora los clientes o porque creemos que tenemos mejores morales que los demás. Mi objetivo como inversor es maximizar la rentabilidad obtenida y entender estos aspectos no financieros nos da un plus. Con los años, incluso se ha convertido en una pata del proceso más importante.
¿Cómo lo llevan a la práctica?
Las compañías que prestan atención a elementos no financieros reducen el riesgo a largo plazo. Guste o no, la regulación cada vez será más estricta. Y no debe ser vista como algo que dañe a las empresas o que limita su capacidad de generar beneficios. La regulación es positiva para la estabilidad, pero también genera nuevos modelos de negocio, nuevos sectores, nuevos servicios. Es precisamente estas nuevas ideas las que intentamos captar en el Sycomore Fund Eco Solutions, un fondo que hemos lanzado recientemente que invierte en la transición energética. Es mucho más que paneles solares o parques eólicos. Otro ejemplo es el Sycomore Happy@Work. De acuerdo, no digo que el trabajo sea igual de agradable que unas vacaciones. A pocos les gusta madrugar para subirse a un avión e ir a una reunión. Lo que buscamos con el fondo es buscar empresas que entiendan que el capital humano es el capital más importante, la importancia de tener empleados motivados. Que no es solo dar acceso a una cocina con Coca-Cola o café gratis. Es mucho más profundo. Son elementos como la equidad en los salarios, límites en la diferencia entre el que más cobra y el que menos; factores como la igualdad de género. Requisitos básicos que sin embargo no se llevan a cabo muchas veces. Y son muy determinantes en la motivación de los trabajadores. Miramos además criterios como la transparencia, el respeto, la autonomía, etc. Estamos convencidos de que las empresas que cuidan estas cosas tienen una ventaja competitiva y van a ser más rentables en el largo plazo. De momento, el track récord de estos dos fondos, de casi tres años ya, está siendo prometedor.
Con lo determinante que es el precio de cotización en el análisis fundamental, ¿cómo cuantifica factores no financieros como lo es el ESG?
Abordamos estos criterios con una visión completamente objetiva. Tenemos un sistema interno de rating, que asigna una nota en base a nuestro sistema de valoración 'S.P.I.C.E': sociedad y proveedores, personas, inversor (los factores financieros), clientes, y medioambiente. Esto también impacta en el margen de seguridad que exigiremos a una inversión. Una compañía con mala nota en criterios no financieros tiene para nosotros un mayor riesgo y viceversa. Excluimos por completo pocas cosas, bombas de fragmentación, o carbón, pero tampoco supone mucho esfuerzo no invertir en fabricantes de bombas. De cada sector, queremos a los mejores, a aquellos que están elevando el estándar.
¿Por qué decidieron contar con el equipo de azValor para la pata de bolsa española en el Synergy Smaller Cies?
Estudiar a Google, se puede hacer desde Tokio o San Francisco. En cambio, cuanto más pequeñas las empresas, más importante es estar cerca de ellas. Tenemos una buena idea del panorama en Francia, por lo que quisimos replicar nuestra estrategia como gestoras «primas» en el resto de Europa. Buscamos a inversores con nuestro mismo ADN: independientes, que no se basan en el consenso de analistas externos, con trabajo sobre fundamentales. Y lo cierto es que con azValor nos ha ido muy bien.