A reducir el riesgo llaman

Estamos viviendo unas semanas de esas que resultan particularmente incómodas para cualquier gestor de cartera y para quien en algún[…]

Estamos viviendo
unas semanas de esas que resultan particularmente incómodas para cualquier
gestor de cartera y para quien en algún momento se atrevió a dar un consejo de
inversión a un familiar o amigo. Son momentos en los que prácticamente ningún
activo financiero, ya sea de renta variable o renta fija, se salva de las
perdidas y ante las que sólo cabe recomendar tranquilidad y paciencia. Aunque,
tal vez, haya que ir pensando en algo más, si uno hace caso a algunos análisis
aparecidos esta semana en los que se subraya el cansancio que muestran ya los
datos macroeconómicos de Europa y Estados Unidos
, tras casi once años de ciclo
expansivo, y se hace una llamada a reducir el riesgo de nuestras inversiones.
El propio Banco Central Europeo lo ha advertido en uno de los dos grandes
informes anuales que realiza sobre estabilidad financiera al señalar que "en
los últimos seis meses el riesgo de la zona euro ha permanecido bajo, pero se
están formando vulnerabilidades que requieren una estrecha atención".

En la actual
situación, reducir el riesgo no significa pasar de renta variable a renta fija,
para caer en pérdidas seguras, sino cambiar valores o fondos sin salir de renta
variable y buscar duraciones más cortas en las renta fija.  Se trata también de reducir el nivel de
pérdidas que estamos dispuestos a asumir porque vienen curvas
y si no  bajamos la velocidad, podemos terminar muy
fácilmente fuera de la carretera. Ello deberá hacernos asumir que si los
mercados subieran de manera importante, nuestros beneficios serían menores sin
que ello nos provoque ninguna frustración.

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