Achique de espacios
Los teóricos futboleros del achique de espacios -los Sacchi, Maturana etcétera- aprovechaban la regla del offside para constreñir la movilidad[…]
Los teóricos futboleros del achique de espacios -los Sacchi, Maturana etcétera- aprovechaban la regla del offside para constreñir la movilidad del adversario. Convirtieron en dogma la presión posicional para ahogar a los rivales en una franja muy angosta del campo, de la que sólo podían salir a base de imprecisos pelotazos. La táctica funcionaba si los jugadores la aplicaban con un rigor fanático, el mismo con que en la política posmoderna el populismo acorrala a los proyectos moderados. El viejo consenso liberal-socialdemócrata, que construyó el bienestar europeo sobre un modelo conciliador y pragmático, está quedando arrinconado por el empuje del maximalismo sectario, que explota el desencanto de los valores convencionales y se apodera de su ámbito con un discurso exaltado que explota la emocionalidad, inventa enemigos y compone bandos no a partir de ideas sino de estados de ánimo.