Arranca la purga: dos diputados díscolos del PSOE, apartados
Los 84 diputados socialistas mantuvieron ayer su reunión habitual del grupo antes del pleno en medio de un clima enrarecido[…]
Los 84 diputados socialistas mantuvieron ayer su reunión habitual del grupo antes del pleno en medio de un clima enrarecido por la esperada purga, entre hoy y mañana, de los 15 que votaron «no» a la investidura de Mariano Rajoy en lugar de abstenerse. De hecho, los llamados «díscolos», con Margarita Robles y Susana Sumelzo a la cabeza, llegaron juntos a la cita en el Congreso, amplificando así la imagen de división interna. Se mezclan en este asunto la discrepancia política entre el PSOE y el PSC -sus siete diputados votaron «no»- y el conflicto interno del PSOE con ocho de sus diputados.
Varios de los afectados ostentan presidencias de comisión, portavocías y portavocías adjuntas. Aunque la gestora no se va a reunir hasta mañana, jueves, por la tarde, lo cierto es que hoy se constituyen las comisiones y ya han comenzado a ser despojados de sus cargos.
El nombramiento del diputado del PSC José Zaragoza como presidente de la Mixta Congreso-Senado para las relaciones con la UE finalmente no se hará, ya que la exportavoz del grupo Soraya Rodríguez, afín a la gestora que dirige el PSOE, será quien le sustituya. Lo mismo ha ocurrido con el del balear Pere Joan Pons. Esta mañana se ha conocido que será sustituido por Eduardo Madina como portavoz socialista en la misma.
Ayer por la noche ya se intuía la purga. Ni siquiera el portavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando, quiso confirmar al filo de las 19.30 de ayer una información sobre la marcha atrás en el nombramiento de Zaragoza. Por la mañana se había limitado a comunicar a los periodistas que el responsable del Comité de Disciplina del grupo, Luis Sahuquillo, está elaborando un informe que incluirá una sanción económica de entre 200 y 600 euros. «Se está tramitando» y, una vez recibidas las alegaciones de los quince afectados, la gestora «dirá algo» porque el Grupo Socialista «nunca ha sido autónomo» en las decisiones trascendentes del estilo de la composición de su dirección o el reparto de portavocías. Lo mismo diría a puerta cerrada con los diputados y senadores, al ser interpelado sobre el PSC por el expresidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda.
Barreda pide tacto con el PSC
El exjefe del Ejecutivo castellano-manchego, partidario desde primera hora de la abstención en la investidura de Mariano Rajoy, pide cautela, sin embargo, a la hora de abordar la indisciplina del PSC. Sin hacer mención a los otros ocho diputados, Barreda opinó que sería «nefasta» una ruptura en caliente y recordó que ésta no ha sido la primera indisciplina de voto -en 2014 los parlamentarios catalanes no se opusieron al derecho a decidir- y el asunto se saldó con una multa; la misma impuesta a los cuatro diputados aragoneses cuando votaron distinto que el resto del PSOE en un asunto del trasvase del Ebro.
Según diversas fuentes consultadas por ABC, Antonio Hernando reconoció a Barreda que lo que estaba diciendo es cierto, incluso podría estar de acuerdo, pero es un asunto competencia de la gestora en cuyo presidente, Javier Fernández, deposita toda su «confianza». Las palabras de Hernando, de alguna manera, han contribuido a aumentar la incertidumbre entre los díscolos y en el resto del Grupo Socialista. En casi todos los sectores se da por segura la salida de la Dirección del grupo de Meritxell Batet, la que fuera «número uno» del PSC por Barcelona en las últimas elecciones, y de la diputada balear Sofía Hernanz, dado el alineamiento de esa federación con su presidenta, Francina Armengol, a la cabeza, en el «no es no» a Rajoy que patrocinaba Pedro Sánchez.
La atención está puesta en dos de las mas activas, la exmagistrada Margarita Robles y la diputada aragonesa Susana Sumelzo. Robles se espera que será apartada como presidenta de la Comisión de Justicia y Sumelzo, de la Portavocía en la Comisión de Cooperación Internacional.