Bale, un liderazgo frustado por sus músculos
Resignado, sin hablar, con el gesto de miedo en su semblante, los ojos erdidos, la boca abierta. Bale se enfrenta[…]
Resignado, sin hablar, con el gesto de miedo en su semblante, los ojos erdidos, la boca abierta. Bale se enfrenta hoy, cara a cara, al gran enemigo de su carrera: la máquina de la resonancia magnética que tantas malas noticias le ha dado en su vida. Es un aparato que odia. Podría insultarle, pero el cacharro sí sabe y no contesta. La resonancia es para Bale un niño sabelotodo, inhumano, que habla como lo que es, una máquina, sin calidez, dura, hermética, incuestionable.