Banca: ¿Rectificar es de sabios?
Es obligado todos los años hacerse eco de la Memoria del Servicio de Reclamaciones del Banco de España, acaso para[…]
Es obligado todos los años hacerse eco de la
Memoria del Servicio de Reclamaciones del Banco de España, acaso para dar
sentido a un trabajo que es ninguneado por quienes más deberían valorarlo.
Terminan en tal Servicio todas las quejas y reclamaciones de quienes no quedan
satisfechos con la solución, si es que la hubiera, del Departamento de Atención
al Cliente de la entidad. La Memoria debería ser una magnífica referencia en
los tiempos que corren para comprobar el esfuerzo de las entidades financieras
por ganarse de nuevo la confianza de la clientela. Sin embargo, la conclusión
nos lleva a pensar todo lo contrario: si los bancos sólo rectificaron un 40 por
ciento de los informes emitidos por el Banco de España favorables al cliente en
el 2015, un año después se han vuelto aún más reacios a admitir sus posibles
errores y sólo rectificaron un 36,8 por ciento. Al 63,2 por ciento que no
atienden, pese a que el Banco de España le da razón, sólo le queda la posibilidad
de acudir a la justicia ordinaria. Tremendo error para todo el sector bancario
cuya imagen entre los jueces no puede estar más deteriorada.
En cualquier caso, mal está en generalizar:
hay un banco extranjero con sucursal en España que rectificó en el 92 por
ciento de los informes favorables al cliente, mientras que otra entidad
nacional sólo lo hizo en el 5,6 por ciento. La tónica general, sin embargo,
está muy lejos de la actitud que existía hace algo más de dos décadas cuando
cualquier insinuación del Banco de España era una orden para cualquier entidad.
La pérdida de autoridad de los organismos de supervisión no explica por sí sólo
el desdén que ahora impera. Lo que ya va siendo hora de plantearse es el
sentido que tiene mantener estos servicios de reclamaciones, o cualquier otro
que pueda sustituirle en un próximo futuro, si no obligan a rectificar en el
caso de informes favorables a los clientes. Al menos, se debería incluir algún
dato que informase del comportamiento de la entidad a la hora de rectificar
cuando se contrate algún producto de activo o pasivo.