Bonos patrióticos... no vull pagar
El calificativo de patriótico no puede ser excusa válida para que sus tenedores no sufran pérdidas similares a las que han soportado otros inversores con instrumentos financieros de emisores rescatados, como preferentes o deuda subordinada.
Las cifras son abrumadoras y por quien las publica, ciertas. A cierre del segundo trimestre del año en curso, la deuda de las CCAA asciende a 150.000 millones de euros en números redondos. Un 15% del PIB nacional. Lo absoluto del dato, dentro del epígrafe Comunidades Autónomas, oculta al que más aporta a esta cifra tan redonda. La Generalitat de Cataluña, tiene una deuda de 43.000 millones de euros, poco más o menos, casi un tercio del total del dato publicado por el Banco de España. Luego hablaremos de cómo financiarla. Mientras que nos pensamos si pedir o no el rescate, valorando su necesidad toda vez que se ha logrado aparentemente el objetivo perseguido, la rebaja de la financiación estatal, lo cierto es que hasta la fecha no ha entrado dinero alguno nuevo salvo los 6.000 millones que le han sacado a la banca nacional la semana pasada, para dotar de capital al Fondo de Liquidez de las Comunidades (FLA). A cambio del dinero, bonos del tesoro como garantía adicional.
El mecanismo para el rescate español está previsto y se niega sin justificación su utilización: la compra de bonos del tesoro con vencimientos hasta tres años, a cambio de una lógica condicionalidad motivada por la desconfianza del prestamista a nuestro más reciente background del siglo actual. El esquema de funcionamiento es simple, te compro bonos siempre y cuando estos excedan de una rentabilidad inadecuada para los buenos usos comunitarios, pero mientras me limito a dejar que la fiesta continúe. Idea sibilina la de Draghi, para contentar a propios y extraños, que avalan el curriculum en banca de inversión de quien inventó la propuesta. Hasta ahora, cuando se rescataba a un país comunitario, la única alternativa era darle liquidez de forma periódica mediante certificaciones de obra. Al final se ponía dinero, a corto plazo eso sí, pero al menos todo el necesario.
Cuando el tamaño del rescatado sobrepasa los límites de lo fisiológicamente asumible, o por decirlo de otra forma, cuando estamos ante un caso de evidente obesidad mórbida, en la que el paciente continúa con la ingesta masiva de chuches, las necesidades de capital para la operación a todas luces necesaria, ascienden a tales números que aconsejan dar una oportunidad a la creatividad financiera. Dicho y hecho. Te compro cuando necesites, pero mientras que no necesites no te compro. Y mientras andamos en este nuevo laberinto lingüístico de "cuando lo necesites me lo pides y te lo pediré cuando lo necesite", sale uno de los 17 hijos del excedido y añade una nueva frase al glosario de los titulares: dame dinero porque me lo debes. Dar como única condición para soltar los diners la limitación de la paga a un porcentaje de los ingresos familiares sin dar una sola explicación sobre en qué se gasta, parece una justificación muy escasa con las muchas explicaciones que se exigen al padre de familia y que hasta la fecha se empeña en ocultar.
Y si empezamos con cifras, acabamos con cifras. La Generalitat de Cataluña destinará la mitad de la cifra que exige a liquidar bonos patrióticos. En el mes de noviembre vencen 2.639 millones euros calificados por las agencias de rating como Bonos basura, por debajo del grado de inversión. El calificativo de patriótico no puede ser excusa válida para que sus tenedores no sufran pérdidas similares a las que han soportado otros inversores con instrumentos financieros de emisores rescatados, como preferentes, deuda subordinada o incluso bonos senior de entidades financieras.
Terminamos con una propuesta nada original. Por qué, mientras que se afianza la idea genérica de que los préstamos tienen condiciones, destino y uso concreto, replicamos el sistema europeo de compra de bonos del Estado con los autonómicos, de forma que los compremos sólo cuando se necesite porque la rentabilidad que exige el mercado no es la adecuada al emisor. De esta forma cada uno en su sitio y lugar....y mientras tanto, no vull pagar. (no quiero pagar).