Buenos Aires se tiñe de rojo y blanco en honor al campeón
Medio Buenos Aires se levantó con el gol de Benedetto y la expulsión de Barrios mientras que la otra mitad[…]
Medio Buenos Aires se levantó con el gol de Benedetto y la expulsión de Barrios mientras que la otra mitad de la ciudad bonaerense hizo lo propio para reclamar penalti sobre Pratto y celebrar el posterior gol del jugador de River. Aunque la auténtica y definitiva explosión de júbilo llegó con el gol de Quintero en la prórroga. La ciudad porteña andaba dividida durante la disputa del superclásico. En lo único en lo que estaban de acuerdo era en que les habían robado la final, que por vez primera se disputaba fuera de Suramérica por culpa de unos lamentables incidentes entre ambas aficiones. Pero la mayoría lo vivió como si estuvieran en la Bombonera o en el Monumental y en cuanto el árbitro pitó el final del disputado encuentro tiñeron las calles de color rojiblanco, en honor al campeón, mientras que la afición de Boca se encerró en casa intentando amortiguar los ecos de la mayor y peor derrota de su historia.