Cómo no pedir un ascenso en el trabajo
Algunos, ante el riesgo de recibir una negativa, prefieren esperar en silencio a que llegue ese ascenso mientras se lo llevan otros compañeros de trabajo en su lugar. Es un error
Llevas un tiempo estancado en un puesto de trabajo y ya estás preparado
para aceptar una responsabilidad mayor y un cargo algo mejor considerado, pero...
¿cómo pedir un ascenso a tus jefes? La pregunta tiene ya muchos años y con
cierta complejidad. Algunos, ante el riesgo de recibir una negativa, prefieren
esperar en silencio a que llegue ese ascenso mientras se lo llevan otros
compañeros de trabajo en su lugar. Otros se vuelven muy insistentes pidiendo un
ascenso que aún no tiene sentido... pero lo que es seguro es que ninguna de las
dos estrategias es muy buena si quieres escalar de posición en tu carrera.
Para ello, tendrás que encontrar un equilibrio entre dejar constancia a tus
superiores de tu interés por aceptar nuevos retos y ascender en la empresa y demostrar
tu solvencia en tu puesto actual. Sin ninguna duda deberás ser proactivo para
avanzar en tu carrera profesional, pero, como con cualquier cosa, hay formas de
hacer bien y mal las cosas. Cometer uno de estos cinco errores podrá frustrar
tus posibilidades de ascenso en tu empresa y tu carrera, ¡así que lee con
atención!
1. No puedes demostrar lo que vales
para la empresa
Si realmente te interesa ese ascenso, demuéstrale a tus jefes por qué lo
mereces. Ve apuntando tus logros en tu puesto actual, ofrécete como voluntario
para proyectos paralelos dentro de la empresa, fórmate en todo aquello que esté relacionado con el
cargo y las responsabilidades que te interesan. Cuando llegue el momento de
pedir ese ascenso, contarás con todo ello como argumento para aspirar a él: no
sólo te ayudará a conseguirlo, sino que también te servirá para presentarte
como alguien que persigue sus objetivos y que no se conforma (algo que te hará
destacar de muchos compañeros de trabajo). Te servirá de carta de presentación
para un cargo y para cuantificar tu valía.
2. Lo estás pidiendo en el momento
equivocado
Aunque sientas que puedes con lo que haces y con mucho más, difícilmente te
ascenderán de puesto si no tienes los años de experiencia que tus jefes
consideran suficientes. Los trabajadores de 20 a 30 años son más propensos que
los trabajadores mayores a sentir que los ascensos y subidas de salario
deberían plantearse más de una vez al año, pero pedir un aumento cuando apenas
llevas un año en la empresa... quizá no sea la mejor idea a ojos de tus jefes.
Otra cosa que tener en cuenta antes de plantearse un ascenso o una subida
de sueldo es conocer bien la situación interna de la empresa: si los últimos
meses no han sido buenos y las cuentas no cuadran, probablemente no sea el
mejor momento de intentarlo. Lo más lógico es intentar ajustar ese ascenso a un
momento en tu trayectoria en la empresa en el que hayas conseguido algún logro
destacable. Si, por ejemplo, has sido el responsable de una campaña de
marketing que ha aumentado los ingresos de la empresa, tu jefe lo tendrá un
poco más complicado para decirte que no. Todo suma.
3. Crees que el ascenso llegará solo
Aunque los ascensos y aumentos de salario automáticos llegan de vez en
cuando (en algunas empresas), si quieres dar un paso en tu carrera se lo tienes
que hacer saber a tus jefes. Esperar un cargo mejor que el que tienes sin hacer
nada por ello te llevará por el camino de la amargura. Si, por el contrario,
pides una reunión y hablas con tu jefe de manera clara sobre tus objetivos y
oportunidades dentro de la empresa ya estarás dentro de su radar y te tendrá en
cuenta a la hora de tomar decisiones. Si no, corres el riesgo de pasar
desapercibido cuando otros puestos queden libres. Lo mismo ocurre con los
aumentos de salario: si no estás contento con lo que cobras pide un aumento y
arguméntalo, ya que muy difícilmente llegará solo. Si no puedes esperar a que
llegue y necesitas algo de dinero extra, recomendamos recurrir a empresas que ofrecen créditos al instante.
4. Piensas que el talento es lo único
importante
Sí, tienes que ser bueno en tu trabajo si deseas conseguir un ascenso.
Desde luego, pero la realidad es que por encima de eso está conocer bien las
reglas del juego. En muchas empresas los ascensos no se basan tanto en los
méritos personales y el talento como en tu relación con el resto de compañeros
y con los superiores que toman las decisiones. Si su impresión de ti no es la
correcta y tu habilidad para hacer networking
no es suficiente, cualquier intento puede ser en vano. Además de esforzarte por
hacer bien tu trabajo y demostrar tu talento, analiza a fondo la cultura
corporativa de la empresa para saber qué botones tocar cuando llegue el momento
de mover ficha.
5. Prepara el terreno
No esperes a la revisión anual para decirle a tu jefe que estás interesado
en un ascenso. En su lugar, ve preparando un poco el terreno para argumentar tu
decisión desde varios meses antes. ¿Por qué es mala idea hacerlo el día de la
revisión? Porque para un superior es difícil subir sueldos o ascender a
trabajadores sin una meditación previa, y si le pillas por sorpresa lo más
probable es que te diga que no. En su lugar, intenta averiguar a través de tu
jefe qué es necesario para llegar al puesto al que quieres ascender y deja
claro tu interés y tu intención por trabajar con ese objetivo en mente. Así,
cuando llegue el momento de la revisión no le cogerás por sorpresa y podrás
demostrar con hechos y objetivos cumplidos por qué vales para el puesto.