Con este PSOE, no
El dilema de Ciudadanos es comprensible. Nacido con vocación de bisagra capaz de articular mayorías de centro-derecha o centro-izquierda, consciente[…]
El dilema de Ciudadanos es comprensible. Nacido con vocación de bisagra capaz de articular mayorías de centro-derecha o centro-izquierda, consciente de su responsabilidad como muñidor de grandes pactos de Estado indispensables para abordar las graves cuestiones pendientes en el horizonte de nuestra Nación, al partido de Rivera le cuesta verse asociado a Vox, que se escora hacia el extremo del arco ideológico. Lógico. Así, a palo seco, sin una contextualización precisa del actual escenario político, es prácticamente imposible que sus socios liberales europeos y muchos de sus votantes españoles entiendan la aceptación de ese compañero de cama no solo distante en términos programáticos, sino portador del estigma totalitario que le han colgado la mayoría de los medios de comunicación. Las mismas televisiones que dispensan a la izquierda radical podemita un trato rayano a menudo en el servilismo y la adulación. Pactar directa o indirectamente el Gobierno de Andalucía con la formación de Santiago Abascal va a tener un coste para los naranjas, no cabe duda. De ahí que sea ineludible por su parte una explicación exhaustiva del porqué, el cómo y el para qué de esta relación temporal cuya base no ha de ser el amor o la simpatía, sino el puro interés patriótico. Patriótico, sí, toda vez que lo que está en juego es el futuro de España.