Confianza ciega en los bancos centrales

Desde comienzos de año hemos vivido jornadas tremendamente volátiles en los mercados bursátiles. Los factores ya son por todos de sobra conocidos, desde China, pasando por el precio del crudo y sin pasar por alto innumerables factores de diversa transcendencia.

Desde comienzos de año hemos vivido jornadas tremendamente volátiles en los mercados bursátiles. Los factores ya son por todos de sobra conocidos, desde China, pasando por el precio del crudo y sin pasar por alto innumerables factores de diversa transcendencia.

Las estrepitosas caídas que incluso han llegado a pulverizar mínimos del año pasado han provocado un pánico generalizado en el mercado, y es que, los diferentes índices bursátiles han parecido recoger los miedos y temores ante los diferentes problemas que se han despertado de nuevo este ejercicio y una vez absorbido el pesimismo y la desconfianza comienzan a retomar el vuelo.

La premisa dentro de renta variable se vuelve a cumplir, y es que cuando hay un mercado tranquilo y sin turbulencias la calma precede a la tempestad y es en ese momento de euforia y optimismo es cuando más cauto debe estar el inversor. Por el contrario cuando nos encontramos con un mercado agitado, movido por el miedo, es cuando surgen grandes oportunidades de compra a precios descontados en activos bien valorados. Y el tiempo siempre da la razón a los tendenciales.

No es que el mercado se haya olvidado de todos los factores de la noche a la mañana, sino que los problemas económicos, independientemente de su importancia no son lo suficientemente poderosos como para hundir un barco, el económico, que no nos olvidemos, esta tripulado por los bancos centrales.

Hay que recalcar que el último movimiento alcista del mercado lo desató Draghi con sus discurso de hace dos semanas, que aún sabiéndose repetitivo consigue embaucar una y otra vez al mercado, la actuación no es eminente pero volvió a enumerar las armas disponibles si fuera necesario actuar; pasando desde el incremento cuantitativo a la dirección que podrían tomar las inversiones en LTRO.

El apoyo de los resultados económicos que se están dando en Europa le respalda para no actuar por el momento.

Bien es cierto que los datos macroeconómicos en la mayoría de los casos se quedan en anécdota en el corto plazo, pero son fundamentos de peso para el largo, esto también tiene que ser visto por el inversor a la hora de una toma de decisiones, ya que valorar un movimiento anómalo del mercado, es decir un movimiento que no responde a la realidad que se muestra en un dato, nos otorga claras oportunidades operativas, ya que el apoyo cuantitativo servirá en el medio plazo.

El mercado todavía otorga oportunidades de reacción a los bancos centrales y por ello no es una mala opción la toma de posiciones alcistas en la actualidad, a unos niveles claramente atractivos.

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